Carlitos es un niño como todos, travieso, sano y alegre. Vive con sus padres, su pequeño hermanito Lalito, de un año y Fido, su perrito, con el cual juega día a día.
José y María, sus amados padres,
forman un maravilloso hogar, donde viven unidos, trabajando mucho, para que no
les falte nada en su acogedor y modesto hogar.
Todos los días rezaban unidos, y
también le estaban enseñando a Carlitos el amor a Dios y al prójimo, y le cantaban
lindas canciones de alabanzas a Dios.
Un día de Octubre, muy temprano,
su pequeño hermanito se levantó con fiebre, preocupando a José y María, quienes
lo llevaron al hospital de emergencia…
La fiebre continuaba, y Lalito,
su hermanito de un año, se sentía débil, y cada vez se iba poniendo peor… hasta
que a Carlitos se le ocurrió rezar en su casa, expresando lo siguiente: “Dios
mío, te pido que sanes a mi hermanito, no permitas que se ponga peor por
favor”...y pidió a Dios con mucho amor por su hermanito Lalito, hasta que de
tanto rezar se quedó dormido profundamente, y tuvo un sueño muy bonito: “Soñó
que se le presentó el hijo de Dios, que se llama Jesús de Nazareth, vestido con
túnica morada, y en su hermoso sueño le dijo: No te preocupes Carlitos, yo
sanaré a tu hermano Lalito, dile a tus padres que tengan fe, y yo sanaré a tu
hermanito”…
Cuando despertó contó su sueño a
sus padres, quienes sólo lo escucharon y se fueron al hospital, pero:
¡Sorpresa! ¡Cuando llegaron al hospital su hermanito Lalito estaba sano! ¡Los
doctores se quedaron asombrados de la rápida recuperación del pequeño! Y les
dijeron a José y María: ¡Seguro que han rezado al Señor de Los Milagros!...
Ellos se acordaron del sueño de
Carlitos, y que en el mismo, había visto a Jesús de Nazareth con túnica morada,
y se abrazaron, y lloraron de felicidad
al ver que Jesús hizo el milagro de la rápida recuperación de Lalito, y fueron
a la iglesia de “Las Nazarenas” de su hermosa ciudad de Lima, a dar gracias al
Señor de Los Milagros por haber sanado a su amado hijito.
José y María, junto a Carlitos y
Lalito son buenos hijos de Dios, quienes viven bendecidos por por ser una linda familia, como la tuya y la
mía, donde cada mes de octubre hacen un altar de color morado en su casita y le
agradecen al Señor de Los Milagros por el trabajo y la vida, por su salud y
unión familiar.
Y colorín colorado, este cuento de Octubre se ha terminado.
Marco Antonio Malca Delgado
16 de Octubre del 2020/ 01:14 am
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