Hola queridos docentes del mundo entero: ¿Cómo están? … De hecho, la pregunta está demás, ya que sé que están muy cansados, tristes, deprimidos y cargados emocionalmente, tal como lo están muchos docentes en toda la humanidad.
Si en la escuela presencial teníamos un ritmo fuerte de trabajo que se extendía en nuestros hogares, ahora, sencillamente, ya no tenemos horario de trabajo, inclusive los padres de familia saben nuestros números de teléfonos celulares y el de nuestras propias casas.
Pero en todo este tiempo de pandemia he observado algo maravilloso, y es el gran compromiso de los maestros del mundo entero con sus alumnos, maestros que no sólo hacen maravillas para que sus alumnos se enamoren de las diversas áreas académicas propias de su proceso, sino brindarles confianza y soporte emocional, incluyendo a sus familiares.
En mi patria, el Perú, a pesar del desorden y falta de competencias profesionales de los funcionarios del ministerio de educación (MINEDU), docentes muy comprometidos han dado lo mejor de si mismos en el trabajo remoto, muchos de ellos reinventándose, ya que nunca pensaron que se verían en la obligación y necesidad de dar sus sesiones de aprendizaje en forma remota, convirtiendo sus hogares en "sedes" de la escuela, ambientando con cariño y vocación el espacio destinado a la labor académica en beneficio de los estudiantes.
Los maestros de hoy están "preparados para todo", son unos "todoterreno" culturales a prueba de crisis y pandemias, ya que son conscientes que a pesar de cualquier crisis o catástrofe mundial, la cultura y educación no pueden desaparecer, más bien deben ser enseñanzas que darán mayor templanza y deseos de hacer el bien en toda la humanidad.
Educar en épocas de sobrevivencia es algo muy especial, es velar por sobre todo que los estudiantes, sean niños o jóvenes, se encuentren en primer lugar bien en su salud emocional, es generar en ellos un alto sentido reflexivo y constructivo, para que esta situación que estamos viviendo a nivel mundial, los haga pensar en que son los nuevos líderes quienes a través de sus buenas acciones construirán un mundo nuevo, un mundo mejor.
Muchos especialistas anunciaban desde hace años la desaparición física de la escuela clásica, con salones de clase, campos deportivos y laboratorios, pero analizando la situación que venimos viviendo y compartiendo día a día bajo la coyuntura de la pandemia, me da la seguridad que una PC con internet no reemplazará a un maestro, ese ser humano de carne y hueso, que con gran vocación y don de servicio forma generaciones de bien para que el mundo siga progresando, tanto en su desarrollo físico, moral e intelectual.
Hoy pido a mis colegas educadores que nos esforcemos mucho más para dejar sentidas enseñanzas en nuestros pupilos, que les exijamos en el diario caminar cultural, que los ayudemos emocionalmente, que demos el corazón en nuestras sesiones de aprendizaje, para generar en ellos nuevos líderes éticos y fraternos que tanto necesita la humanidad.
"Maestros preparados para todo"... muchas gracias por seguir educando, muchas gracias por no detenerse, muchas gracias por dar el corazón...
Dios los bendice
Marco Antonio Malca Delgado
Miércoles 24 de febrero del 2021
01:04 am