Hoy caminaba en una fresca tarde de domingo, por un centro comercial de un conocido distrito de mi convulsionada ciudad de Lima, y como en todos lados, había personas ganándose la vida de diferentes maneras, lo más importante era acumular moneda tras moneda, para lograr el sustento diario de cada día, y vivir dignamente.
Admiro la habilidad e ingenio de muchas personas para auto emplearse, por ejemplo, dibujantes que en el suelo esbozan imágenes de símbolos de fe que atraen la atención de creyentes, mimos que actúan si les pones una moneda en su recipiente, músicos tocando diferentes instrumentos musicales, vendedores itinerantes, etc.
Durante mi caminar vespertino, observé también varios "cantantes" distribuidos por diferentes sectores del centro comercial, y me llamó la atención una jovencita de aproximadamente 18 años de edad, interpretando una canción romántica pero alegre.
Al pasar por su lado y observarla, ella se esmeró más en "vivir" la letra de la canción, y consiguió que me involucrara dentro de la misma, y aunque no me detuve para ofrecerle una moneda, a pocos metros cambié de opinión, la observé como seguía cantando, sin mirar a nadie, era sólo ella, su parlante, su micrófono, la calle, el público que en gran porcentaje pasaba por su lado sin observarla, tal vez para no comprometerse en darle una moneda, pero la nobel cantante seguía dando el corazón a través de su sentida canción.
Mi alma de aprendiz de cantante me hizo retornar y ofrecerle una moneda, la coloqué en la cajita que tenía delante de ella, donde observé que no había muchas, pero lo más importante era que poco a poco lograría tener el sustento del día.
"Cantas bonito", expresé cuando le ofrecí mi colaboración, y sonriente me dijo: "Muchas gracias", y se dispuso a entonar otra canción.
La joven emprendedora del arte de cantar, me dio una sentida lección de vida, ya que a través de su valiente actitud me dijo: "Así nadie te mire, tu sigue cantando", es decir, "Sigue el camino de la vida con empeño y tesón, el mundo es para los valerosos", "muchos pasarán por tu lado e ignorarán, pero otros se detendrán y valorarán", esa fue mi lección de vida de un día domingo 12 de febrero que nunca más volverá.
Mi trabajo es "cantar" en las aulas, y lo hago desde hace 35 años, siendo testigos de mis "conciertos académicos" mis alumnos de ayer y de hoy, y les ofrezco seguir cantando, así me ignoren, tal vez algún día se detengan, volteen y me digan: ¿Puedes repetir la lección? y les responderé con todo mi corazón: " Repetiré la lección una y mil veces, ya que vale la pena formar seres humanos con un hermoso mensaje de amor".
Gracias joven cantante de la calle, hoy me demostraste que el mejor escenario de trabajo está en el gran teatro del mundo: en la calle, las escuelas, las fábricas, los negocios, donde cada persona en base a sus talentos y ocupaciones interpretan sus mejores canciones de trabajo y amor.
Dios los bendice
Marco Antonio Malca Delgado
Domingo 12 de febrero del año 2023
20:54 pm
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