Hoy es miércoles 19 de julio, y estamos a 9 días de celebrar nuestro bicentécimo segundo aniversario patrio, recordaba el uso de la escarapela, así como la motivación que recibíamos, en primer lugar en los hogares de los niños de los 70s y para reforzar el mismo, en la escuela, el lugar ideal para apoyar en la formación de niños y jóvenes a los padres, primeros educadores de sus hijos.
La escarapela es un distintivo que los peruanos de toda edad, llevamos en el corazón durante todo el mes de julio, y de esa manera demostrar amor y respeto hacia la tierra que nos vio nacer, hacia ese Perú amado y herido, y que hasta estos días, después de más de dos siglos de independencia, no encontramos una luz en el camino, esa ansiada reconciliación en una nación con muy pocos habitantes identificados con la misma, con su historia, folclore y cultura.
Recuerdo mi niñez, eran épocas de dictadura militar, los hogares eran muy conservadores, los domingos a la hora del almuerzo las familias escuchaban música peruana, valses, marineras y huaynos, dependiendo de las regiones de origen de cada persona y familia, nadie te obligaba, el amor a la patria estaba en un buen proceso de desarrollo: ¿En qué momento se perdió? ¿O se había construido un falso patriotismo? ¿Cuál era el real significado de llevar la escarapela a la altura del corazón? ¿ Por qué ahora muchos niños, jóvenes y adultos no saben, o no sienten la real trascendencia de llevar la blanquiroja en el corazón?
En la actualidad, la escuela es la que no sólo imparte conocimientos a los estudiantes, sino hace todo lo posible por recuperar en ellos el amor y la identidad por la patria que los vio nacer, ya que la familia en gran porcentaje ha desaparecido, o si la tienen no difunden el amor y la identidad hacia una patria tan hermosa, tan rica, con tanto arraigo cultural, es por eso que cuando llega julio, mes de la patria, el llevar la escarapela o no da lo mismo, no la sienten, no la respetan, no se identifican, y no se trata de "Endiosar" a dos colores, sino al significado histórico y cultural de la tierra que nos vio nacer.
En lo personal, recuerdo que en mi colegio primario, cantábamos en fiestas patrias, junto a mi maestra: "Tengo el orgullo de ser peruano y soy feliz, de haber nacido en esta hermosa tierra del sol, donde el indómito inca prefiriendo morir, legó a su raza la gran herencia de su valor...", eran épocas de más apego hacia lo nuestro: ¿ Qué sucedió ?
Los maestros de hoy motivan a sus alumnos a lucir la escarapela del Perú, en señal de identidad, respeto y amor a su patria, sin embargo, muchos niños y jóvenes no encuentran el real sentido de portar el distintivo rojiblanco, ni se identifican, peor aún por un país sumido en gran porcentaje por la corrupción y el divisionismo.
Deseo encontrar una luz en el camino, y no escribir líneas negativas, sino un mensaje de esperanza: " "Aún tenemos hogares que dentro de la formación de vida de sus hijos, inculcan el amor a la patria, que es algo tan sencillo, pero a la vez tan retador: "Cumple con tus responsabilidades", "Respeta a tus padres", " No ensucies la ciudad", "Enseña a los que menos saben", "Ayuda a los desvalidos y más débiles", "Lleva a cabo en forma extraordinaria tus actividades ordinarias", "Sé la voz de los que no tienen voz", "Lleva a cabo proyectos que demanden tu mejor y mayor esfuerzo si es que vale la pena", "Ama a tu familia y amigos", "Desarrolla tu comunidad"... todo esto y mucho más lleva el significado de ponerse la escarapela en Julio, mes de nuestra patria, de nuestra hermosa tierra del sol.
Gracias maestros por ser desde la escuela verdaderos bastiones de amor e identidad a la tierra que nos vio nacer, sigan preparándose profesionalmente y poniendo su mejor esfuerzo, incentivando en nuestros millones de niños y jóvenes el amor, arraigo e identidad hacia una nación que clama por una verdadera reconciliación, por un nuevo caminar, por nuevos gobernantes verdaderamente patriotas.
El 28 de julio a las 12 am, saldré por la ventana de mi casa que da a la calle, y con mi escarapela a la altura del corazón y mi mano sobre ella, cantaré el himno nacional del Perú, dando gracias a Dios por ser peruano, tal vez contagie a mis vecinos y me acompañen en esta acción cívico patriótica, cabe la posibilidad también que piensen que estoy loco por rendir un homenaje público a mi Perú.
Gracias Maestros del Perú, hasta ahora llevo mi escarapela dentro de mi corazón.
Dios los bendice siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Jueves 20 de julio del 2023
06:46 am
Mientras leía atentamente la unión que tiene la escarapela con el maestro o mejor dicho el compromiso, que lamentablemente se ha ido diluyendo al pasar los años y la culpa de todo lo tienen los gobernantes que no han priorizado nuestra identidad como base principal de nuestro desarrollo, pues un país ignorante, es muy difícil que lo logre. Sumado a la falta de participación de los padres en la educación de sus hijos, es por ello que hemos perdido poco a poco la identidad patriótica.
ResponderEliminarPero creo que todavía tenemos la oportunidad de recuperar ese patriotismo y crear las nuevas generaciones de peruanos, comprometidos y educados, para encontrar la tan ansiada IDENTIDAD PERUANA.
Te felicito recordado amigo por estar siempre atento y no desperdiciar la oportunidad de hacernos reflexionar a través de tus comentarios constructivos.
Que viva Dios, la Patria y la Familia.
MARIO CÉSAR URIBE RUBIO
25/07/2023
22:11