Es fin de año en la escuela... y como siempre los "Chismes" vienen de todas partes...
¿Quién será el próximo Director? ¿Se quedará? ¿Lo botarán? ¿Le renovarán su contrato?...
Y el Director, quién debe tener el respeto de los promotores en primera instancia, y del personal docente, administrativo y de servicios, puede actuar de diferentes formas, desde actuar en forma "Relajada" y empezar a poner trabas a los procesos de gestión, hasta llegar tarde o faltar a la escuela, o indisponer a las personas que trabajaron junto a el, responsabilizándolos de su "salida" de la institución educativa... nada más bajo y lejos de un profesional de la educación que dirige una escuela.
Un gestor educativo con amplio sentido de su profesión dejará una "Huella profunda" en la institución que labora si es que fue consecuente con sus principios y filosofía educativa, si a través de su diario accionar "Marcó" en la mente y corazones de su equipo docente que la única manera de educar, es bajo una cultura de paz y de profundidad filosófica educativa, que hagan todo lo posible porque sus alumnos se enamoren de la cultura, lo demás, los comentarios destructivos o de diversa índole, lo señalará el tiempo, ya que a través del mismo es que las personas pondrán en una balanza el trabajo realizado por el primer docente de la escuela, el Director.
Siempre la labor realizada por un Director de escuela será criticado constructiva o destructivamente, y lo más grande que puede llevar a cabo el mismo, es analizar su gestión junto a los promotores y equipo docente, y escuchar mucho... aceptar las sugerencias de los demás... tomar nota de los alcances de mayor trascendencia, a fin de elevar su nivel y capacidad de gestión.
El silencio y reflexión es fundamental en el cierre de una gestión, así como también la sonrisa y gratitud del Director hacia sus compañeros de labores, mostrando aplomo y generosidad, alegría por la misión cumplida, agradecimiento sincero por haber aprendido de todos los colaboradores de la escuela... de esa manera se culmina una gestión... de esa manera estoy tratando de culminar una gestión de dos años, que desde mi parecer, quedó trunca por diversos factores, pero que mi decisión es quedarme solo con lo bueno que aprendí en mi centro de labores... lo demás queda en el olvido... pero sí, es mi deber solicitar un feedback y realizarme un autofeedback, para crecer profesionalmente, tomar nota de los aspectos que debo mejorar y continuar con mi viaje profesional, rumbo a la excelencia y compartir lo poco que sé con todo el que desea y necesita mi mano solidaria.
Me siento contento... la vida es un aprendizaje permanente... como expresa una hermosa canción: Guardo tan bellos recuerdos que no olvidaré... siento que algo hice por mis alumnos y colegas, siento que les dejé un poco de mi pensamiento educativo... ya falta pocos días para partir rumbo a otro apasionante destino... el barco de mi vida seguirá viajando... y seguiré siendo un maestro itinerante... un educador que ama lo que hace... y que se siente un aprendiz permanente.
La historia continua, mi bandera seguirá enarbolada en cada uno de mis buenos compañeros de trabajo y alumnos que acabo de dejar.
Estoy seguro que tengo buen viento y buena mar...
Seguiré educando... me seguiré preparando... esa es mi misión...
Me despido con una sonrisa... un ¡Gracias!... y un:
¡Dios los bendiga por siempre mis amigos!
Marco Antonio Malca Delgado
Lima, 22 de diciembre del 2016
11:04 pm
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