Son las 11 y 29 minutos de la noche de hoy martes 19 de diciembre, y deseo compartir contigo una reflexión personal sobre lo que sentí al ver hoy la puesta del sol frente al mar, uno de los lugares más hermosos para contemplar tan bello espectáculo multicolor, donde pareciera que el sol se hunde en el océano, pero, previo a ello, nos hace gozar de sus brillos y colores, de su tranquilidad y pasión, de su calor y frescura, de su poder transformador y sanador, que nos transmite paz y deseos de cambio.
Mientras trotaba contemplaba como el sol de iba ocultando, y pensaba en mi vida, desde la aurora de la misma hasta el día de hoy, en que vengo disfrutando del mismo espectáculo hace más de medio siglo, y me pregunto: ¿En qué fase de mi existencia se encuentra brillando el sol de mi vida?
Entre la aurora y la puesta del sol:¿Donde me encuentro?... y pienso... y busco encontrar la respuesta desde el interior de mi ser, llegando a la conclusión que todos los días, mi "Sol personal" brilla con fuerza al amanecer y goza de fuerza inmensa y apasionada todo el día... pero también necesita descansar... pero antes me despido con serenidad, dejando un apacible brillo y hermosos colores en la variedad de acciones y valores que comparto con mi prójimo, les dejo colores vivos, de esos que dan vida, de esos que dan esperanza, de esos que sanan, de esos que ilusionan.
Al día siguiente vuelvo a despertar, mi sol va calentando antes de salir con brillo y alegría, pero antes bebe agua y se encomienda a Dios, y sale con fuerza y fe a afrontar el nuevo día, en que transmito un calor sano al que se encuentra cerca de mi, le sonrío, le converso, la agradezco, le pido perdón, aprendo de el o de ella... todo el día, hasta la puesta del sol... del sunset de mi existencia.
Sigo trotando... sigo mirando la puesta del sol, y veo una tarde colorida, una hermosa combinación de rojo, amarillo, blanco y naranja, brillando sobre un mar plateado, con aves volando sobre el mismo, como agradeciendo a Dios por tan grandioso regalo de la naturaleza... así deseo que sea el sunset de mi existencia, colorida, de gratitud a Dios, a mi familia y amigos, a mi entorno, a todo lo que tiene vida alrededor mío... gracias por tanto gran Dios de la existencia, por mostrarme como debe ser mi sunset... y la serenidad de mi vida, soy consciente que aún estoy en esa diaria lucha, pero estoy seguro que algún día el sunset y mi existencia caminarán en perfecta armonía.
Y a ti: ¿Que tal te va con el sunset y tu existencia? ¿Estás trabajando para que ambas armonicen? ¿Brindas calor y pasión positiva en tus acciones? ¿O vives por vivir? ¿Sin metas y objetivos? ¿Sin amor en tus acciones?
Debemos vivir el día a día como si fuera el último, llevando a cabo buenas acciones, brindando nuestra intensa llama solar a todo el que necesite de nuestra gracia y compañía, y así cumplir nuestra misión... y trascender en la vida de manera sencilla y solidaria... amando de verdad y compartiendo.
Tengo sueño... mi sol se ocultó... se cierran mis ojos... prometo un hermoso amanecer con lo mejor de mi... para ti... hasta la puesta del sol final... que solo Dios la guarda para mi.
Dios los bendiga por siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Miércoles 20 de diciembre del 2017
12:32 am
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