martes, 25 de diciembre de 2018

UNA OLA PARA BELLUS

Bellus es una jovencita de trece años, la conozco desde que tenía tres años de edad, es decir, hace una década.

Formada en valores por sus buenos padres, ahora va despidiéndose de la niñez, su mundo cambió repentinamente y ahora camina con muchas ideas en su mente y corazón, ese corazón de niña buena que estoy seguro aún conserva.

Ella de cariño me dice "Tíus", aunque con el cambio de niña a púber ya no lo expresa, y es que no debo pretender que ella siga siendo la dulce niñita que conocí años atrás, Bellus definitivamente ya cambió.

Un día, ella estaba caminando por la playa cercana al distrito donde vive, y se sentó frente al mar a pensar, a respirar un aire diferente, buscaba paz y tranquilidad, pensaba en su vida y futuro, en su mamá, a quién ama con todo su corazón, así como en su adorada hermana mayor.

Mientras estaba sentada frente al mar, contemplaba el vaivén de las olas, y le daba la sensación que el mar le quería decir algo, hasta que, en el momento menos pensado, una enorme ola la acarició suavemente, era una ola con sonrisa, era una ola que no era agresiva, no dañaba su integridad y autoestima, era una ola cargada del ingrediente que más necesitaba: Amor.

La poderosa ola la cubrió por varios minutos, la llenó de alegría y tranquilidad, la acariciaba y hacía cosquillas, hasta verla carcajear, y conversaron animadamente, lloraron juntas, rieron juntas, bailaron juntas, y Bellus escuchaba con atención todos los consejos que la "Ola sonriente" le brindó.

"Eres buena y tienes un gran corazón", le dijo la "Ola sonriente" con seguridad y sabiduría, mientras la ansiosa bellus escuchaba con atención, y le preguntó a la Ola: ¿Por qué la vida es a veces injusta? ¿Por qué sufren las personas? y se sintió un silencio prolongado, un silencio de paz, un silencio reflexivo, y después de cinco minutos la Ola le respondió: "La vida no es injusta Bellus, tan sólo pone pruebas para que las personas aprendan más y  sean más felices, y tu estás superando con valentía los momentos que te toca vivir con un buen corazón y deseos de ser cada día mejor,"

Bellus tan sólo escuchaba...mientras una gran lágrima acariciaba su juvenil mejilla...

"No llores querida, yo no te he visitado para dejarte mal, al contrario, estoy segura que cada día serás más fuerte y sabia, más buena y alegre, menos rencorosa y más amorosa...ese será el primer paso que darás y todos los días al mirarte al espejo repetirás 10 veces y en voz alta. "No soy rencorosa, soy amorosa", verás que esa afirmación hará de ti un ser especial, un ángel de carne y hueso con  un gran propósito en la vida: "Querer ser cada día mejor."

Y la Ola la arrulló con su pacífico ruido y su brisa soñadora, hasta quedarse dormida, dejándola echada en la orilla, en el mundo de los sueños hermosos...

Bellus despertó después de una hora, y después de mucho tiempo se levantó con una gran sonrisa, y se fue corriendo a su querido hogar, para abrazar a su mamá y hermana, y decirles que las ama con todo su corazón y que quiere verlas siempre felices junto a ella, y así sucedió...

¿Saben? hasta hoy Bellus, la jovencita de buen corazón, no se explica como una "Ola sonriente" la visitó y la internó por algunos minutos en su mundo de felicidad, pero la naturaleza creada por Dios es muy sabía, y envió a un ángel convertido en Ola para hablar con esta hermosa jovencita de buenos sentimientos y grandeza de espíritu.

Vamos querida Bellus, tu serás la "Ola sonriente" que hará muy feliz a tu familia, es especial a tu mamá y hermana, camina siempre alegre por el mundo, perdona, olvida, planea, construye, vive feliz y abre tu corazón a los que te quieren con todo su corazón.

La vida es bella, así como el universo quiere ver feliz a Bellus, la buena jovencita que un día "La Ola sonriente" visitó y brindó alegría y paz, mensaje y propósito.

Dios los bendiga por siempre.

Marco Antonio Malca Delgado
Navidad de Jesús, 25 de diciembre del 2018
05:03 am
   





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