Hoy domingo 04 de junio es un día diferente, un día de un obligado retiro de silencio dada mi faringitis, en la que estuve acompañado conmigo mismo, con mis pensamientos y sentimientos, con mis recuerdos, aventuras e historias, con mis errores y aciertos, con mis 57 años recién cumplidos, pensaba en mi vida y la de las personas que conozco, en ese raro misterio de vivir encapsulados en un hermoso planeta azul que viaja todos los días a 30 kilómetros por segundo y gira alrededor del sol en 365 días, y yo aquí, atrapado en este cuerpo prestado, que anhela volar como un águila y nadar como un delfín, pero que el universo no concedió tal gracia por darme el honor de "ser humano", y tratar de vivir como tal, caminando por terrenos de todo color y paisajes de diversidad geográfica, cultura y folclor.
Hoy, al pensar en como escribir estas líneas, quise escribirlas sentado en el sofá, o recostado en mi cama, pero no podía, y no me explico el por qué, será que siempre me atrae ocupar un espacio pequeño, cerca a la imagen donde hago mi oración diaria y envío espiritual, donde agradezco por tanto, donde me siento acompañado por el Dios de mis creencias, ese que me puso las palabras adecuadas para no acusar a Enrique, quién ya había sido condenado por una sociedad injusta.
Hoy al escribir en este sitio lleno de papeles y diarios que aún no he leído, recuerdo a mis padrinos Pedro y Kathy, quienes siempre me regalaron cuentos y libros hermosos desde muy pequeño, ese era el "juguete" que recibía de ellos en todas las navidades de mi niñez: gracias mis ángeles de Dios, porque siempre me trataron con cariño y bondad, asimismo, recordé al hermano Ludolfo, quién es el mejor director de colegio que tuve en mi vida, un hombre bueno, misionero, un hombre de Dios que me afirmó como educador cuando varios me habían "condenado", y que ahora como director hago lo mismo en base al caso y situación: "doy la oportunidad", gracias hermano culto y generoso, "Benigno" como tu segundo nombre.
Caminando rumbo a mi pequeña y desordenada oficina, sucedió algo especial, ya que me acompañaron mamá Miriam, Paola Rey, tía Dora, la señora Nelly, la Señora Mechita, papá Jorge, abuelitos Goyo y Aurelia, Celia y Alberto, mamá Rosa y señora Marina, señores Dunker y Melgar, hermano Ernesto Rosas, Juan Carlos Alvarez, Jesús Matos, Ciro Villota, Luz María, Betsaida Vásquez, Renato Toledo, hermano Tomasito, Sarita, Ethel, tío Chalo, padre Javier y muchos seres de luz que demoraría y faltarían páginas para nombrar, todos ellos caminando por el universo, sonriendo, agradecidos por haber sentido y tocado, ahora felices de salir del traje prestado, pero me recordaron que el mejor lugar para escribir está en mi alma y en mi corazón, la conexión es divina, me dijeron que no olvide sintonizar mis líneas con la divinidad... gracias almas buenas, los llevo siempre en mi corazón.
Hoy escribo a la vida, no importa donde me encuentre, lo importante es no perder la conexión con el universo, con YO SOY, con esa misión que aún no logro entender en toda su dimensión, pero que caminando lo entenderé y apreciaré, con el deseo de sólo hacer el bien y servir.
Gracias vida, hoy hallé el mejor lugar donde escribir, gracias soledad mía, siempre caminas acompañada.
Dios los bendice.
Marco Antonio Malca Delgado
Domingo 04 de junio del año 2023
21:50 pm
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