Se aproxima otra "Semana Santa", días que sirven para el encuentro con uno mismo y la sentida reflexión sobre el sentido de nuestra existencia.
Bueno, antes era ése el real sentido de esos días.
Recuerdo mi niñez, en las escuela estudiábamos hasta el mismo jueves santo y salíamos al mediodía, la tarde del jueves y el viernes santo era de un sentido silencio, gran parte de la población se quedaba en sus hogares, o visitaban templos, o acudían al cine, donde podían ver obras de arte cinematográficas del mundo Cristiano como "Los diez mandamientos", "Ben Hur", "El Manto Sagrado", "La Biblia" y otros que profundizaban a los creyentes en la vida, obra y legado de Jesús de Nazareth.
Ahora los tiempos han cambiado, y si los cambios se han producido para hacer crecer a los seres humanos está bien, estoy plenamente de acuerdo, pero sabemos que no es así, salvo honrosas excepciones que, sean creyentes o no, buscan darle un sentido real y significativo a éstos "días de fiesta".
¡Carlos, qué hacemos para semana santa! ¡Organicemos la juerga! ¡Ya somos 10! ¡Vamos de campamento a la playa! ¡Aseguremos el trago! ¡La comida no importa con tal que no falte el líquido elemento! ¡Ah, y no te olvides de comprar los preservativos porque las chicas se ponen calentonas!
Y así, de un tiempo a esta parte, se preparan muchos ciudadanos de toda edad para "celebrar" estos días, iniciando desde el miércoles por la tarde, después de salir de la chamba o de los estudios, extendiéndose la temporada al jueves, viernes, sábado y "domingo de resurrección", y todos los días mencionados se convirtieron en una oda al desenfreno, lujuria y vicio en diferentes modalidades, regresando el lunes al trabajo o a los estudios, cansados, ojerosos, resaqueados, pero con físico para poder contar las "hazañas" del fin de semana largo que gracias a Cristo se consiguió.
¿Qué raro no? Ya que Cristo expresó: "Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia"... pero los "humanos somos así", nos ofrecen vida y nos auto maltratamos en exceso, nos ofrecen días de descanso y no los sabemos aprovechar, no creo en Jesús y su legado, pero "disfruto" la semana santa en vez de seguir estudiando o trabajando, ya que esos días de reflexión están reservados sólo para los creyentes, por lo tanto: ateos, sigan trabajando o haciendo sus actividades cotidianas.
¿Qué harías tú si tuvieras poder de decisión para dar días feriados a la población? ¿Les darías días libres como el jueves y viernes santo, extendiéndose a sábado y domingo para ensuciar las playas, parques y jardines, llenar la ciudad de basura y vómitos y retornar destrozados el lunes a "seguir caminando?
Soy Católico por tradición, hoy que soy adulto creo en Jesús, es mi creencia, es mi fe, respeto los credos y opciones de los demás, aunque estoy seguro que el creador es uno solo, y que los seres humanos en nuestra libertad, creencias, cultura y crianza tenemos nuestras propias creencias y convicciones, las cuales deben tener como fin supremo hacer el bien, a uno mismo y a la comunidad.
Como educador deseo proponer algo: ¿Por qué no cambiamos el nombre de "Semana Santa" por "Semana de Salvar a la humanidad"? ¿Qué haríamos en esos días? ¿ Lo aceptaría la población?
Fácil, pero difícil... pero ahí va: Los niños y adolescentes irían a la escuela, pero todas las escuelas organizarían actividades de diversa índole, todas ligadas al desarrollo humano, cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, así como descansar el cuerpo y la mente a través de técnicas de relajación que nos ayudará a sentir muchas paz interior y deseos de seguir caminando con valor y entusiasmo por la vida.
Los que tienen alguna creencia en un ser superior podrán exponer sus ideas en la escuela, siendo escuchados por sus compañeros y maestros, buscando cual es el sentido de la misma para el equilibrio en la vida del ser humano, los que no profesan ningún credo podrán compartir una lectura agradable con sus compañeros, y darnos a conocer como es su estilo de vida y crianza desde que tiene uso de razón, todos compartiendo, todos escuchando más que hablando, todos valorando por sobre todo el sentir humano en un mundo que cada día se vuelve más insensible, más violento, más reactivo y condenatorio, más egoísta, hedonista y narcisista.
Bueno, después de lo expuesto, viene una interrogante: ¿ Podemos llevar a cabo este cambio para darle un real sentido y "salvar" estos "días de reflexión"?
Definitivamente no es fácil, pero creo que dependerá mucho del amplio sentido común de los líderes de cada país, los que velan por el desarrollo humano integral de la población.
Para un alto porcentaje de budistas, Cristo fue un ser iluminado, un gran maestro, sentían a Jesús más cerca por su humanidad, no lo veían como un dios.
Si estos días son realmente "Santos" debemos preparar un plan para "sanarnos" en mente y cuerpo, por ejemplo descontaminar el medio ambiente generando un día sin uso de medios de transporte a combustible, visitando parques, playas y lugares donde podamos descansar en forma integral, los creyentes acudiendo a sus templos y seguir sus cultos, oraciones y vigilias, los ateos desarrollando sus actividades personales y familiares, hacer una campaña a nivel nacional de "Son días realmente de reflexión si descansas y te alejas de vicios y peligros", y así, lograríamos que sean realmente días de paz y fraternidad.
Bueno, podría seguir escribiendo más "utopías", ya que tengo dudas de que en nuestra amplitud humana podamos "salvar" estos días tan importantes, seas creyente o no.
Le pido al Dios de mi creencia, al Dios de mi Fe que mis padres me ofrecieron, compartir contigo un abrazo fraterno, y deseo para ti paz en cuerpo y alma, prosperidad en todo sentido y un deseo inmenso de tener vida, pero vida sana y en abundancia.
Un abrazo de Paz en ésta Semana Santa del año 2024.
Marco Antonio Malca Delgado
Martes 12 de marzo del 2024
04:35 am
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