martes, 10 de noviembre de 2015

LA PARTIDA DE MANUEL

Kenji es un joven profesor de educación física, bonachón e identificado con su trabajo y familia.
Desde el mes de mayo su estado de ánimo cambio, ya que recibió la triste noticia que su querido padre padecía de cáncer, lamentable, dolorosa y mortal enfermedad que hasta nuestros días la ciencia lucha por vencer.
Desde entonces acompañó a su padre en todo momento, brindándole mucho amor, compañía y paz, en unión de su querida madre y familia.
Manuel, así se llamaba su querido padre, partió hace poco a la eternidad, ya culminaron sus sufrimientos, ya no estará presente físicamente ante su familia, pero siempre estará vivo en las mentes y corazones de sus amigos y familiares.
El sábado 24 de setiembre mientras jugaba fútbol, una llamada telefónica de su madre lo hizo recibir la triste noticia, y en solidaridad, sus compañeros de equipo lo abrazaron y oraron junto a el por el descanso eterno de su querido papá, debo resaltar la actitud generosa y fraterna de los maestros del equipo rival, quienes uno a uno se acercaron a expresar sus condolencias por lo acontecido.
Tuve la oportunidad de acompañar al profesor Kenji y su familia durante los funerales de su querido padre, el Señor Manuel, quién fue muy querido por su familia y amistades, y lo noté con claridad, por la cantidad de arreglos florales y personas que asistieron en estos sensibles momentos.
Dejó hermosos recuerdos a todos los que lo rodearon en vida, debo resaltar lo expresado por una señora quién era la hermana menor del occiso, y me dijo: " Nunca olvidaré lo bueno que fue mi hermano conmigo", "El me compraba mis regalos de navidad cuando fui niña"... sollozando, pero al mismo tiempo feliz de haber tenido un hermano tan bueno, tan sencillo, tan humano.
Una vez más tuve la oportunidad de compartir una serena oración y reflexión junto a la familia de Kenji, y compartir que en realidad somos "Seres espirituales con experiencia humana", es decir vivimos movidos no por lo material, sino por lo espiritual, que es lo que nos hace ser diferentes, por esa llama intensa llamada vida, la cual debemos cuidar, amar, desarrollar y trascender a través de nuestras buenas acciones y amor al prójimo.
¿Saben?, cada vez que voy a un funeral intento sacar de la tristeza a mis amigos y familiares... les digo: "Tranquilo(a)", "Ya cumplió su misión", "El / Ella quiere verte feliz", "Acuérdate de los momentos más felices que pasaron junto a tu familia y a ti"... y siento que cumplo en ese  momento con la misión que Dios me asignó como Educador: "Fomentar en todo momento una cultura de Paz y Amor, sobre todo en circunstancias difíciles".
¡Vamos Kenji! la vida sigue igual... tu padre nunca morirá... ahora te toca cumplir su ejemplo y enseñanza.
Los caminos de este mundo nos conducen hacia Dios...
Gracias Manuel por dejar a un buen hijo ... sé que ya llegaste a la inmortalidad.
Dios los bendiga siempre mis amigos.

Marco Antonio Malca Delgado
Domingo 08 de noviembre del 2015
12:59 pm.
    
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario