viernes, 14 de julio de 2017

¡PERO PASÉ!

Buenas noches amigos.
Los Educadores tenemos la gran oportunidad de convivir en el cotidiano con seres humanos de diferentes costumbres, cultura familiar, hábitos y estratos socio económicos diferentes.
Vivimos en una época ciertamente difícil, complicada, ya que los niños y jóvenes estudiantes trabajan bajo la cultura del mínimo esfuerzo, de la evaluación baja a pesar de tener gran potencial, del conformismo, de la flojera y falta de voluntad de aprender.

Durante la presente semana vi sobre el escritorio del aula que soy Tutor, unas evaluaciones escritas de historia, y observaba que algunas de ellas tenían promedios bajos, incluso notas desaprobatorias.

En el Perú la escala de evaluación es vigesimal, es decir de cero a veinte, y la nota mínima aprobatoria es 11, nota que había obtenido Carlos, uno de mis alumnos, que al entregarle su evaluación  expresé: ¡Carlos, tu nota es baja! ¡Tienes 11! ¡Debes estudiar más!... y mi alumno me responde contento y emocionado inclusive: ¡Pero Pasé!, a lo que al querer que mi alumno entre en reflexión expresé: ¿Cómo puede ser posible que te conformes con tan bajo promedio? ¿ Te alegra haber obtenido la nota mínima aprobatoria? y nuevamente, con rostro feliz y satisfecho me expresó:

"Lo más importante profesor es que estoy aprobado, no me importa sacarme una mejor nota"

La verdad, sentí gran preocupación por la respuesta de mi alumno, tan fácil, tan simple, tan conforme de la nota mínima aprobatoria, del menor esfuerzo, desperdiciando todo su talento y competencias, aprendiendo desde la pubertad (Es de primero de secundaria), la cultura del facilismo, de la falta de espíritu de sacrificio y afán de crecimiento.

Pero también, puedo afirmar con la certeza de un maestro de 30 años de servicio, que tiene que ver en gran porcentaje de la educación que recibe en su hogar, si Carlos tiene padres que no lo orientan, no le brindan afecto y no acompañan en su época escolar, no tendrá deseos de superación ni motivaciones para hacerlo, y comienza el descuido, la mediocridad, el conformismo, la ignorancia.

No es primera vez que escucho a un estudiante expresar este "Célebre" manifestación de alegría: ¡Pero Pasé!... y tal vez sea la cultura y espejo de un país donde sus ciudadanos también tienen la cultura del conformismo y mediocridad. saliendo para el país "Promociones" de conformistas que no trascienden en la vida por andar siempre "Raspando" en el cumplimiento de sus objetivos.

Anhelo que esta actitud tan pobre de nuestros niños y jóvenes cambie, que las escuela no hagan "Oídos sordos", cuando escuchen que sus alumnos/as se expresan de esta manera, que les "Hagan sentir" que la expresión "Pero pasé", es para gente que no tiene objetivos en la vida, gente del montón, que están condenados a la vulgaridad y el ocio.

Queridos alumnos y alumnas, por un Perú de gente de avanzada, sean enemigos de la ignorancia y conformidad, pongan el corazón en todo lo que realicen y nunca digan ¡Pero pasé! al mínimo esfuerzo, pónganse una valla alta, no sean del montón.

Anhelo que la próxima respuesta que un alumno me dé sea: ¡Di lo mejor, aprendí y aprobé, pero aún tengo que  dar mucho más!

Tengo esperanza en que nuestros futuros ciudadanos sean gente con espíritu de superación.

Dios los bendiga por siempre.

Marco Antonio Malca Delgado
Viernes 14 de julio del 2017
09:28 pm





  


  

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