Enrique es un buen ser humano, hombre alegre e hijo del mundo, que a través de su alegría y don de gente va caminando por el mundo construyendo... esa es su misión.
Tuve el honor de conocerlo y trabajar en equipo con tan buena persona, y recuerdo su seriedad, compromiso y apoyo cuando solicitaba su ayuda, cuando en forma profesional nos instruía a los directores de cada colegio sobre como debemos gestionar la parte de la infraestructura de los colegios que construía, su carácter y determinación lo hacían terminar sus proyectos, incluso contra el tiempo, sacrificando horas de descanso y estar junto a su familia y amigos , y en cada cigarrillo que fumaba descargaba en algo sus preocupaciones y stress, con el cual sabía convivir, el es un hombre de campo, el es un buen constructor.
Recuerdo las llamadas telefónicas que sosteníamos, donde escuchaba con claridad las indicaciones de una persona que no sólo sabía lo que hacía, sino que transmitía seguridad y confianza en cada palabra que expresaba, o cuando visitaba la sede donde trabajaba, y si observaba que algo no estaba bien, corregía de inmediato, a el no le podían "contar cuentos", ya que todo buen constructor sabe cuales son los cimientos que pisa, sabe cuantos sacos de cemento y kilos de fierro lleva una obra, y el construyó escuelas con gran responsabilidad, la misma que te llevan a visionar que allí estudiarán niños y jóvenes, que si son formados con amor e inspiración por forjar un mundo mejor, harán de su vida una gran edificación, ya que sus cimientos son fuertes y fecundos, tal como las escuelas que construyó Enrique, el buen constructor.
Como no reconocer la voluntad y profesionalismo de un valioso ser que puso sobre su pecho, espalda y corazón la "Misión de estado" de levantar tantas escuelas, y lo supo llevar a cabo dada su capacidad de liderazgo y don de gente, donde muchas veces tenía que "aterrizar" de diferentes maneras de acuerdo al proceder de cada persona bajo su responsabilidad, es decir, todos los implicados en la obra de edificar "Templos del saber" dignos de estudiantes que trascenderán y harán progresar a toda una nación.
Buscando una sencilla definición de lo que significa "Constructor" dice así: "El que construye, cimienta, edifica y levanta cualquier obra de albañilería, ingeniería y arquitectura", concepto más que sencillo y suficiente para definir parte de los valores de toda persona que actúa como un verdadero "Constructor":
Construye su vida con mucha fuerza de voluntad, alegría y determinación.
Cimienta, es decir consolida sus principios y valores con alta calidad humana, que lo hace merecer el afecto y cariño de sus familiares, amigos y gente que comparte circunstancialmente.
Edifica su proyecto de vida de una manera sencilla, pero de intensas vivencias y nuevas aventuras que lo hará una persona de amplia experiencia y conocimiento de las cosas hermosas de la vida.
Levanta el ánimo de la mejor obra de la humanidad: las personas, apoyando para que sus amigos sean albañiles de sus propios hogares, ingenieros de sus propios proyectos, y arquitectos de su propio destino, capaces de esculpir paso a paso y con paciencia su propio proyecto de vida.
Que bueno que a través de las actitudes y valores de "Enrique, el buen constructor", logremos reflexionar sobre el gran significado que tiene para todas las personas del mundo el actuar de manera constructiva, de buena fe y con un gran corazón a prueba de todo.
Hoy lunes 05 de marzo recordaba a una persona singular, que compartió con tantas personas su alta calidad y don de gente, que tal vez no pensó que con el paso del tiempo no sólo dejó en el recuerdo esos templos del saber construidos, sino su responsabilidad y tino para saber que cuando se trabaja, "Se trabaja" y cuando toca divertirse también se vive intensamente.
Gracias Enrique, sé que tus familiares y amigos saben valorar cada acción tuya, ya que siempre te preocupas por construir... ese es tu deber... esa es tu misión.
Dios los bendiga por siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Lunes 05 de marzo del 2018
18:20 pm
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