jueves, 7 de junio de 2018

EL RUMBO DE BETSAIDA

Hola Miss Betsaida, desde ayer la estaba recordando, cuando tuve la gran oportunidad de conocerla, durante el proceso de reclutamiento de personal docente, en el cual usted ingresó en forma sobresaliente como maestra de computación e informática, y en ese caminar, sus compañeros de trabajo, incluyendo el suscrito, conocimos y valoramos en usted su sencillez, vocación, don de gente,  que sabía transmitir en forma natural a toda la comunidad educativa: Sus alumnos y alumnas, padres de familia y compañeros de labores... el destino nos regaló la gran oportunidad de gozar de la presencia de una persona maravillosa, que a pesar del tiempo aún vive en nuestros corazones.

Hoy le deseo agradecer inmensamente por darme una gran lección de valentía al afrontar las circunstancias de la vida de manera valiente y con fe, de manera generosa y digna, no se amilanó ante el gran obstáculo que se le presentó en su proyecto de vida, lo aceptó y afrontó con Amor y determinación, y a pesar de observarla cansadita y con su pañoleta en la cabeza, nunca dejó de sonreír.

Ingresé al facebook que creó y que aún sigue vigente, y uno de los mensajes finales, tal vez el último que dejó expresa lo siguiente:

"Esfuérzate cada día por perfeccionar tu fe; no te conformes con lo que hasta ahora has visto porque el conformismo no te permite crecer."

Ahora comprendo cuál era la receta de su calidad humana, y es que usted fue una mujer de fe, creía en usted y en las personas que compartía en el día a día, no dudada de ellos ni de sus valores, y eso no sólo dejaba un mensaje de amor, sino una bella sinfonía de virtudes.

"El ser humano planea su futuro, pero Dios marca el rumbo", es otro de sus mensajes que dejó antes de viajar tan lejos, donde nos enseño a ser personas que alimentemos nuestra existencia creciendo espiritualmente, creyendo en el Dios del universo y del inmenso amor, ese mismo que usted transmitía en el día a día y que en forma generosa brindaba a todo el que compartía con su persona y valores, ese mismo que marcó el rumbo de su vida.

Fue en el mes de setiembre del año 2016, cuando observé a Miss Gianina llorar desconsoladamente, no sabía lo que pasaba, y posteriormente, cuando se tranquilizó nos informó que Usted había ido en busca del Dios que marca el rumbo, ese rumbo que estoy seguro no deseaba que sucediera en su proyecto de vida ni en le de sus semejantes, pero que aceptó dejando una gran lección de amor, determinación, valentía y coraje.

"Cuando Dios quita algo de tu alcance, no te está castigando, sino abriendo tus manos para recibir algo mejor", es otro hermoso mensaje que dejó, aceptando la pronta vida eterna que le llegaría, hecho que no es fácil de afrontar, y sus deseos de seguir viviendo en el mundo material le hizo caminar un tiempo más, dejando su hermosa huella de amor y paz por donde transitó. 

Hoy, muy cerca a los dos años de su hermoso viaje a la eternidad, la recuerdo con mucho cariño, cuando conversamos la primera vez del mal que la aquejaba, de su determinación de afrontar con fe y amor todo lo que pudiera acontecer, su sonrisa y paz en el rostro a pesar del dolor, su don de gente, su entrega en la profesión más hermosa del mundo, la cual levaba a cabo con mucho amor.

Gracias querida Miss Betsaida, nunca la olvidaré... "Dios marca el rumbo".

Marco Antonio Malca Delgado
Jueves 07 de junio del 2018
02:03 am  



  

  




 

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