Hola amigos, hoy deseo escribir algo diferente, tal vez tonto, pero que tiene que ver con la vida misma.
Estaba pensando en el número que escribí en el título: Diecinueve mil trescientos cuarenta y cinco, es un número cualquiera ¿verdad?, pero si ese número tiene que ver con la historia de una persona el timón cambia de rumbo y la mente se pone a reflexionar, el corazón a latir más fuerte, el rostro que ya no está como cuando ese número tan solo fue un insignificante uno.
Todos los seres humanos convivimos en el cotidiano con números que marcan nuestra existencia, todos sin excepción alguna, mi día es treintaiuno,mi año sesentaiseis, mi siglo es el veinte, el número de mi padre es el quince, del mes tres, del año treintainueve, mi madre tiene como partida de vida el diez del nueve del cuarentaidos, mi hermano mayor es del veintiuno del diez del sesentaitres, el segundo es de dos del cuatro del sesentaicinco, el cuarto
es del primero del doce del sesentaisiete, la quinta es del veinte del once del
sesentainueve, el sexto el del dieciséis del once del setentaiuno, el séptimo es
del seis del ocho del ochentaiocho…y todos son números…números de feliz
partida, aún sin número de cierre.
En la vida de todos los humanos existen también números que marcaron su existencia, para felicidad o para entristecerse, recuerdo el ocho del doce del setentaicuatro, por la emoción que sentí al celebrar una entrega espiritual, era un niño, pero lo recuerdo con claridad, o el veinticinco del doce donde en compañía de mis hermanos,esperábamos con ansiedad nuestros regalos navideños, o el día primero del cuarto mes del año, donde retornábamos a la escuela después de tres meses de largas y hermosas vacaciones.
Todos tenemos números para recordarlos con algarabía, y también números que nos causaron mucho dolor...recuerdo el dieciocho del dos del dos mil seis, como uno de los días más tristes de mi vida, donde lloré, estuve en shock, sufrí por largo tiempo y aprendí a vivir con ese gran dolor hasta hoy.
También recuerdo el veintidós del dos del dos mil trece, donde un mercader de la educación me trató en forma humillante, perjudicando mi labor y desempeño, recuerdo el mes quinto del año setentaicuatro, donde a los ocho años fui internado diecinueve días en un hospital en la cama treintaiuno, recuerdo el cinco del doce del dos mil ocho fecha en que perdí mi libertad para compartir en un nuevo hogar, recuerdo el segundo mes del setentinueve en que a los doce años me enamoré de una chica muy bonita...y me hacía soñar un inmenso mundo de amor, sol y olas del mar.
La vida de los seres humanos está plagado de números, que marcan acontecimientos de toda índole: nacimientos, muertes, graduaciones, matrimonios, operaciones, inicio de labores, término de las mismas por jubilación, entrega de tu auto nuevo o casa, celebraciones de cumpleaños, aniversarios de las escuelas, actos cívicos y muchos más.
Cuéntame: ¿En qué número de tu vida te encuentras? ¿Te sientes feliz del mismo? ¿Te parece que llegaste a ese número muy rápido? ¿Qué piensas hacer para que vivas cada número de tu vida mejor?
¿Ya sabes cuál es tu numero de hoy? ¿Cuántos números te quedarán hacia el futuro? ¿O eres eterno?
Venga lo que venga has que cada número de tu existencia sea significativo, sea bello.
Tus buenas acciones justificarán tu existencia.
¿Saben? Mi número reciente es el 19,345 y son los días que aproximadamente estoy caminando por el mundo, ese mundo donde se cruzan por mi camino seres de diferentes sentimientos y formas de pensar, los que me ayudaron a ser mejor, y también los que contribuyeron a que cometa errores...así es la vida, un teatro en que al subir el telón transitamos por horas, minutos y segundos.
19,345 es el número el cual llegué el treintaiuno del cinco del presente dos mil diecinueve, año en que recibí mi edad cincuenta y tres.
Dios los bendiga por siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Martes 4 de junio del 2019
23:24 pm
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