Estamos en épocas de pandemia, y hoy más que nunca debemos seguir las indicaciones que nuestras autoridades nos brindan por el bien de la comunidad, es más, por preservar la salud de nosotros. Muchos en forma responsable y con alta conciencia cívica lo siguen, y otros hacen caso omiso...hasta ayer, en el Perú habían más de once mil personas intervenidas por no cumplir la cuarentena...que vergüenza, dando aún más trabajo a nuestras autoridades policiales y militares.
Pero la "noticia nacional" más resaltante de las últimas horas, fue que un capitán del ejército peruano agredió a un joven que al parecer estaba junto a un grupo de amigos, causando problemas en la comunidad en horas que ya no debían circular por la calle, es más, en base a la noticia, estos jóvenes estaban agrediendo a policías, incluso con la intención de decomisarle sus armas de fuego.
Posteriormente, salió un comunicado del ejército, en el cual expresaron que no comparten actitudes violentas hacia la comunidad, y que el capitán que propinó varias cachetadas a un joven supuestamente desadaptado había sido retirado del servicio de patrullaje, más no de su institución, causando la inmediata reacción de la ciudadanía, solidarizándose con el oficial.
Este acontecimiento, es una gran oportunidad para evaluar que está sucediendo con un porcentaje tal vez alto de la juventud del Perú de hoy, reflexionemos sobre lo siguiente:
1. Estamos perdiendo el concepto de familia, donde los padres eran los líderes natos de sus hijos, y les inculcaban respeto y buena educación hacia el prójimo.
2. En el mundo de hoy, todo el que "Levanta la voz" a los niños o jóvenes los "están traumando", les "bajan la autoestima", los "atropellan"... incluyendo a los propios padres, los maestros, las autoridades, es por eso que muchas personas permiten a los niños y jóvenes "hacer lo que les da la gana", ya que tienen miedo a ser denunciados, inclusive por corregir actitudes de mala educación.
3. Las cachetadas del capitán se hubieran evitado, claro que sí, si el joven agredido por el militar y los que lo acompañaban hubieran recibido una buena educación y formación en valores desde sus hogares, en lo personal no estoy de acuerdo con la violencia y agresión física, pero un militar que afronta una situación de emergencia nacional y mundial no está para tolerar insolencias de jóvenes que pretender romper las normas que las autoridades emitieron en bien de nuestra salud y proyecto de vida.
4. Las cachetadas del militar, me trajo recuerdos de las veces que mis padres me castigaron físicamente. Soy sincero en expresar que en su momento me causaron un gran resentimiento con ellos, pero con el transcurrir de los años, he llegado a la conclusión que no había "otro camino"...así los habían formado a ellos, es por eso que la generación de ellos tenía un alto concepto del respeto a toda persona, con mayor razón a la familia, la sociedad y sus normas...aunque insisto enfáticamente que estoy en contra de la agresión física.
5. Las cachetadas del capitán del ejército, desde mi análisis de educador, se ha convertido en una "Gran Bofetada" a los padres de familia de hoy, ya que no están criando a sus hijos bajo un alto respeto por las normas de la sociedad y por el respeto a la familia como célula básica de la misma, como base angular de desarrollo humano y formación en valores.
6. Van saliendo otros vídeos en la redes sociales, donde podemos ver actitudes similares de ciudadanos de toda edad, faltando el respeto a nuestras autoridades, quienes a pesar que nos "están cuidando", tienen que soportar la insolencia de personas que definitivamente no han sido formadas en valores, dos de ellos angulares: "respeto a las autoridades" y "respeto a la ley y a los reglamentos"...entonces: ¿Que medidas correctivas debemos tomar?
7. Es una gran oportunidad para replantear la formación de los niños y jóvenes a nivel familiar, escolar, normativo y social, para que los padres de hoy se den cuenta que si son permisivos con sus hijos y les permiten malas actitudes y respuestas insolentes, seguiremos contribuyendo a formar ciudadanos con pobreza espiritual y mala educación, es preocupante el observar que la escala de valores se va perdiendo por no ser exigentes en la buena educación del futuro de nuestra humanidad.
8. Tenemos una sociedad con opiniones extraordinariamente distintas, mientras para muchos el capitán se ha convertido en una especie de "héroe nacional" por el merecido que le aplicó a un joven, es un buen momento para auto aplicarnos una "severa bofetada", y replantear la forma como estamos educando a las futuras generaciones de nuestro país.
Gracias capitán, hiciste reflexionar a toda una nación.
Dios los bendice por siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Lunes 23 de marzo del 2020
14:00 pm
Muy buen artículo, maestro.
ResponderEliminarInteresante su preocupación y su mirada al principio de autoridad, tenemos que restablecerlo partiendo de la familia y continuar en las instituciones.
ResponderEliminarPara reflexionar en estos tiempos en que no importa la norma sino l respetas.
ResponderEliminarYo apoyo la actitud del capitán, no estoy a favor de la violencia pero sabemos como padres que todo tiene un límite incluso la Biblia nos enseña que el castigo con vara en algunos casos son necesarios.
ResponderEliminarSaquemos un análisis del tema, llegaremos a la correcta decisión, es justo el respeto a la autoridad. Es momento de educar correctamente.
ResponderEliminarEstimado maestro quiero publicar su artículo en mi Facebook pero parece que alguien lo ha reportado como ofensivo. Nada más ajeno a la verdad. Es cierto yo también recibí cachetadas y puntapiés delante de mis amigos y maestros porque fui malcriada y bocina. En esos momentos odié a mi madre porque no me dolía el golpe; me dolía la vergüenza que estaba pasando en público. Nadie jamás se atrevió a decir que mi madre era una abusadora; es más la admiraban porque siendo una mujer divorciada y con dos hijas supo salir adelante sin más beneficios que del sudor de su trabajo como médico. Yo me sentía humillada pero luego un día ella me dijo que esa humillación que yo sentía era exactamente lo que ella sentía cuando alguien o algún maestro le reportaba quejas de mi conducta porque para ella el valor de la disciplina y el respeto al maestro era indiscutible y dudar o poner en tela de juicio la educación que ella nos daba en casa era algo que no concebía. Es entonces que recién tomo en cuenta lo que me estaba tratando de enseñar y aprender a ser responsable, respetuoso y educado definitivamente viene de casa maestro. Yo que la madre de ese joven hubiera hecho lo mismo que mi madre me hizo mí por la terrible vergüenza que sentiría al ver a mi hijo faltándome el respeto a la autoridad. Hubiera ido a la cárcel y que alguien grabe mientras le saco la madre a cachetadas y puntapiés porque no permitiría jamás que la educación que le doy a mis hijos sea cuestionada por la conducta que ellos están demostrando. Esa falta de respeto a la autoridad, es una forma de faltar el respeto a nuestros padres.
ResponderEliminarMuchos joven y quees no valoran el esfuerzo y el sacrificio de miles de peruanos que están luchando para evitar que el virus se propague y cause más daño del que ya está causando. Lo que no se ve en el video es lo que habían hecho los muchachos momentos antes con los policías que los habían intervenido minutos antes, demostrando una falta de respeto a la autoridad y un abuso que linda en lo delictivo, al pelear con los policías e intentar quitarles el arma. Esta falta de respeto a la autoridad y a las normas establecidas demuestra la educación que reciben de sus hogares. "Hay hermanos muchísimo que hacer"
ResponderEliminarNiños, jovenes y adultos Debemos actuar con propiedad y para ello los padres cumplen un rol fundamental, por no decir el más importante. Totalmente de acuerdo querido Director. Saludos.
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