viernes, 10 de septiembre de 2021

LOS INQUILINOS DEL PARQUE

Hace poco tiempo, caminaba por un parque, muy temprano en la mañana, en una limpieza espiritual, de mente y corazón, en el cual tengo un árbol que abrazo, y me permite sentirme parte de la naturaleza, esa que no comprendo como la humanidad viene destruyendo.

Poco a poco, llegaban personas adultas a caminar por el parque, pero no estaban solas, sino acompañadas por sus mascotas, eran aproximadamente las 6 y 30 de la mañana, la mayoría ciudadanos jóvenes, quienes disfrutaban de los juegos y travesuras de sus perritos, todo estaba bien, hasta que en mi caminar por el parque observé que en diferentes casas habían niños mirando como los adultos paseaban a sus mascotas, cuando repentinamente escuché : "mamá ven a servirme mi desayuno, mis clases empiezan a las 7 y 30 am", pocos minutos después : "abuelita apúrate, me tengo que cambiar, tengo que avanzar una tarea antes de mis clases", "papá dejas al perro y me traes pan, ya falta poco para mis clases"... y así observé y escuché los requerimientos de varios niños desde las ventanas de sus casas que están frente al parque "Santa Eulalia", un parque muy bien cuidado, el cual transito desde hace años.

"Los niños estaban en sus hogares, y sus padres estaban con sus perros en el parque"...¿Acaso no hubiera sido mejor que los niños se encuentren en el parque muy temprano por la mañana oxigenándose, haciendo ejercicio, tal vez manejando sus bicicletas antes de empezar sus estudios a distancia dada la época de pandemia? ¿Por qué los padres, primeros educadores de sus hijos, permiten que sus hijos tengan una vida sedentaria, más aún en momentos en que no van a la escuela y no tienen tanto ejercicio en cuanto a caminar y transitar por la calle? ¿Es que no hay capacidad de reflexión en el gran daño que se les hace a los más queridos de la familia al permitirles que duerman hasta tarde, no hagan ejercicios  y tengan una vida sedentaria? ¿O es que lo que observé está bien? ¿Hubiera sido mejor que los niños acudan a los parques desde temprano a pasear a sus mascotas y correr con ellos antes de sus clases? ¿O será que soy un exagerado, y que lo que observé está bien?

Cuando era niño, los "inquilinos" del parque éramos los niños, quienes en forma incansable jugábamos con alegría, compartíamos juegos grupales, jugábamos a la "chapada", las escondidas, "policías y ladrones", "bolitas" ,"trompo" y otros juegos divertidos... antes en los parques habían más niños, no habían muchas mascotas, en cambio ahora podría afirmar que en alto porcentaje se han invertido los papeles : "Ahora, en los parques hay más mascotas y menos niños, ya que los mismos están en sus casas con sus juegos tecnológicos, tienen vida sedentaria, no los agrada ir a un parque, jugar y oxigenarse, y en realidad es preocupante observar esta situación con los futuros líderes de la comunidad, quienes deberían tener actividad física fluida, y con mayor razón en éste triste momento de la historia de la humanidad dada la pandemia.

Deseo de corazón que los parques se vuelvan a poblar de niños, es una gran alegría verlos compartir con la naturaleza, son como los árboles jóvenes, que hay que plantarlos derechos para que se pongan curvos, y así tengan una vida sana y feliz.

Yo fui inquilino de un gran parque cuando era niño, y me sentía feliz de correr y alegrarme jugando con mis hermanos y amigos del barrio, aunque siempre terminaba echado mirando el firmamento, y me dormía soñando con mi hada madrina, la misma que solo me acompaña en mi corazón, el mismo que late a mil cuando recuerda esos bellos momentos de mi existencia, días que viví con la alegría y felicidad.

Dios los bendice.

Marco Antonio Malca Delgado

Sábado 11 de setiembre del 2021

00:06 am

  

    

    



           

 

  

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