viernes, 30 de agosto de 2024

EL MUNDO

Hoy domingo 25 de agosto caminaba por el mundo y el mundo caminaba conmigo.

Mientras caminaba por el cemento, arena, césped y tierra, el planeta giraba a 30 kilómetros por segundo en un viaje imparable, esa misma velocidad en que late mi corazón, y que desde que nací bombea sin cesar, inclusive mientras duermo, aunque sólo cierro mis ojos para internarme en el otro mundo, ese mundo espiritual donde una poderosa luz blanca me consuela con su infinita paz.

El mundo tiene ríos,  jardines, cerros, nevados, mares, volcanes, lagos, perros, gatos, leones, pumas, ballenas, hormigas, libélulas, cigarras, koalas, manatíes, gorilas, chimpancés, conejos, liebres, cerdos, monos, abejas, avispas, cocodrilos, cóndores y muchos hermosos animales más, los seres humanos les decimos "irracionales", pero es raro, porque ellos no contaminan el medio ambiente y les dan vida sin igual.

El mundo es demasiado longevo, tanto así que muchos científicos afirman que nuestra casa redonda tiene más de 4,500 millones de años, imagínense cuantos miles de millones de personas han caminado por nuestro hogar y siguen pasando generaciones tras generaciones, nombres y apellidos, escritores y políticos, humanistas y criminales, ateos y creyentes, y sólo los que han hecho algo a través de la historia son recordados, los demás están en el olvido, así es el mundo...     

El mundo es cantar y reír, destruir y construir, trabajar y descansar, llorar y carcajear, exponer una idea y que nadie le haga caso, ser la piedra angular que ignoraron los especialistas, tirar la semilla y abonar la tierra, creer en dios y dejar de creer cuando no tengo fuerzas o perdí la fe, sentir el gran reto de ser justo  cuando trabajo con mi comunidad laboral, mirar el cielo gris, pensando que es azul intenso, bailar una danza nueva, conversar con el mar y abrazar mi árbol, aquel que me consuela y brinda paz.

El mundo son las personas de todas las razas, creencias y religiones, pertenece a todos, pero pocos lo saben valorar, es tan sólo conocer cuatro dimensiones:  Ancho, como el tamaño del corazón de una noble persona ; Alto, como el inmenso mensaje de Dios amor;  Profundidad , plasmada en los bellos mensajes de vida de libros sagrados y grandes pensadores de la humanidad; Tiempo, dividido en segundos, minutos, horas... que van pasando en el día a día, así como va pasando la vida. 

El mundo tuvo y tiene guerras, ya sea con armas y muerte de muchos inocentes que pelean las guerras de otros, tiene guerras por ideas y políticas de toda índole, guerras por el hambre, por robar riquezas de otros, por no saber compartir, guerras de protestas por haber olvidado que hay hambre y sed, que hay explotación y denigración por raza o pensamiento.

Hoy en el mundo han muerto miles de personas, y han nacido otros miles más, aunque ya no veo muchos niños en los parques, jugando cual pajarillos al despertar.

El mundo de ayer bailaba Charleston y Chachacha, el mundo de hoy tiene ritmos diversos, pero lo más bello es escuchar las más intensas melodías que vienen de las profundidades del mar.

El mundo es un hermoso misterio sin resolver, es valorar el aire que respiramos sin darnos cuenta que si se va por unos segundos, el mundo cambiaría y mucha gente y seres vivientes morirían.

El mundo es martillar, lijar, serruchar, limar y cepillar, pero sería mejor hacerlo con los corazones y así poder ofrecer corazones nuevos para una nueva humanidad.

El mundo es una carretera finita, que culminará algún día sin dudarlo, el día que llegues a la meta será el día en que seas inmortal.

Dios los bendice.

Marco Antonio Malca Delgado

Viernes 30 de agosto del 2024

17:44 pm

 



  


   

 

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