El día de hoy jueves 26 de setiembre hubo un paro de transportistas de la zona de Lima norte, con la finalidad de protestar contra la ola de asesinatos y extorsiones que atraviesa no sólo el rubro en mención, sino variedades de negocios: restaurantes, mototaxistas, colegios, construcciones, emprendedores, empresarios y comerciantes, etc.
Las razones de esta paralización es por la falta de seguridad que ha ido de mal en peor, producto de una pésima gestión del gobierno de turno, que, aunque parezca absurdo, promueve una cultura de caos, angustia y terror al no lograr los objetivos que anhelan: someter a millones de peruanos a vivir en la pobreza, sometimiento y sumisión, tal como sucede en Venezuela.
Es decir, mantiene una "política" de distracción, sumisión y miedo en la población, en vez de ser firmes y poner orden ante tantos problemas sociales y culturales de una patria que hasta ahora no ve una luz en el horizonte.
Si a ello sumamos que un gran porcentaje de la población critica "desde la tribuna" pero no es capaz de salir a protestar cuando se convocan a marchas pacíficas, facilitamos mucho más la labor delincuencial y corrupta bajo la cual viene siendo gobernado nuestro Perú, no sólo en este gobierno del partido Perú Libre, sino de todos los gobiernos desde que retornamos a la democracia el siglo pasado, en 1980, es decir, hace 44 años, tiempo más que suficiente para lograr una sólida ruta de desarrollo.
En la Constitución Política del Perú, Título II: "Del Estado y La Nación", Capítulo I "Del Estado, La Nación y El Territorio", artículo 46, señala en forma clara: "Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la constitución y las leyes".
"La población civil tiene derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional".
"Son nulos los actos de quienes usurpan funciones públicas".
Algunos dirán: "Este artículo no se ajusta, ya que se trata de un gobierno democrático", pues yo les respondo que no están cumpliendo con el mandato constitucional, hay un caos y desorden total, robos por doquier, crímenes y extorsiones, normas a favor de empresas de congresistas y amistades, aumento de la pobreza en un 30%, sumado al golpe de estado que dio el ex presidente Pedro Castillo Terrones, con la finalidad de cumplir el plan inicial de un comunismo disfrazado de delincuentes y terroristas, quienes al no poder a la fecha cumplir con su hoja de ruta, pretenden generar el caos, seguir dividiendo a un país que urge de reconciliarse a todo nivel, y finalmente continuar en el poder y someter a la población, tal cual pretende hacer el criminal Antauro Humala con sus pobres reservistas, a quienes lavó la cabeza con sus ideas primitivas de gobernar un país.
Pero bueno, el tema de fondo es: "¿Cómo Paralizar un País?", y desde mi análisis es muy sencillo, ya que los transportistas de Lima Norte nos han dado un ejemplo de toma de decisiones ante tantos abusos y muertes de compatriotas de bien.
Para paralizar a nuestra patria, necesitamos protestar TODOS, estar unidos y no permitir más atropellos, corrupción, sicariato y cobro de cupos, necesitamos marchar a la plaza de armas más de un millón de ciudadanos y exigir la renuncia de una presidenta incapaz junto a su equipo de ministros genuflexos e incompetentes, y hacer un paro nacional general que dure una semana o hasta que se vayan todas estas autoridades de quinta categoría, pero para organizar algo así debemos estar unidos, ya que tenemos compatriotas que viven del día a día y necesitarían ayuda por esos días, que las empresas privadas prósperas podrían brindar, pero creo que lograr eso es como soñar despierto, ya que lamentablemente observo que al sector privado solo le interesa seguir con sus industrias y no "hacer patria" para exigir un cambio radical en nuestra amada nación.
Nuestros niños y jóvenes, esperanza de un Perú mejor, están presenciando como destruyen sus sueños e ilusiones de un país desarrollado, es por esa razón que los educadores de hoy debemos formarlos con altas competencias, capacidad de análisis e investigación para que nadie los engañe y sean tal vez esos grandes líderes que gobiernen bajo sólidos principios éticos e identidad con la patria.
Ojalá algún día entendamos que la mediocridad surge cuando vivimos como ciudadanos conformistas, dejando que "levanten en peso a nuestra patria" y permitirlo, bajo la cultura de "roba, pero hace obra".
Paralicemos pronto el país, ya ingresó a cuidados intensivos.
Marco Antonio Malca Delgado
Jueves 26 de setiembre del 2024
19:25 pm