UNA MADRE DE AQUELLAS

Los maestros tenemos la gracia de conocer muchas personas a lo largo de nuestra vida profesional: Compañeros de trabajo, alumnos/as, padres de familia, autoridades de la comunidad,etc.

Una de nuestras mayores preocupaciones siempre fue el apoyo y cercanía que deben tener los padres de familia con la escuela, ya que en alto porcentaje dejan a la deriva a sus queridos hijos/as.

Pero, en este hermoso viaje profesional, también conocemos padres de familia, quienes lo dan todo por sus hijos, convirtiéndose en fuente de amor y unión para sus familiares y amistades, tal es el caso de la Señora Soledad Cisneros Ysla, quién con alta calidad humana y espiritualidad formó dos hijos extraordinarios, los educó en valores y vivió intensamente el periodo escolar de tan buenos ciudadanos de hoy.

Soledad formó a sus hijos en forma sobresaliente, participando junto a ellos desde los primeros pasos en la escuela, recuerdo haberla visto trabajar junto a los maestros en la organización de las diversas actividades del plan anual de trabajo, como la primera comunión, escuela de padres, aniversario del colegio, etc. Asimismo, se entrevistaba con los docentes a fin de saber como estaban sus retoños en su rendimiento académico, a fin de poder apoyarlos desde el hogar...Soledad fue una madre de aquellas...una Madre con "M" Mayúscula.

Como profesor, recuerdo claramente su preocupación, trato cordial, respeto y fraternidad hacia todos los colaboradores de la institución educativa, así como su  inmenso amor para sus buenos hijos, logrando hacer de ellos hombres competentes, nobles y serviciales, dejando un hermoso legado que nunca fenecerá.

Soledad gozaba del respeto y cariño de los compañeros de promoción de sus hijos, quienes con mucho afecto le decían "Tía", siempre les regalaba sonrisas y consejos, que estoy seguro nunca olvidan y los ponen en practica, son de aquellos consejos que solo sabe brindar un persona responsable, una persona que el título de mamá se lo ganaba día a día, hasta hace tres días, en que el Dios en que ella creía en alma y corazón la llamó a su lado, dejando tristeza en sus vástagos, pero al mismo tiempo agradecimiento el salvador por haberles dado una hermosa angelita llama Soledad para que vivan con amor, afecto y cariño que solo una madre responsable sabe brindar a sus hijos...es una madre de aquellas...la que todo hijo quisiera tener.

Algo que nunca olvidaré fue sus muestras de afecto y solidaridad hacia mi persona cuando perdí a un ser querido, sus palabras de aliento y su mano amiga fueron muestras de afecto que no dudó en brindarme, la sinceridad de sus palabras y ejemplo vivo de fe hacen que siempre la tenga presente, el enterarme de su partida fue doloroso para mí, pero sé que no es nada en comparación de la congoja de sus buenos hijos, quienes estoy seguro seguirán caminando por la vida llevando siempre la bandera blanca de la paz con la que mamá Soledad formó, cumpliendo su misión en forma extraordinaria.

Escribo estas líneas muy cerca de mi madre, quien así como Soledad, formó siete hijos quienes son en la actualidad personas trabajadoras y de amor al prójimo, ella desde hace meses vive el día a día, luchando por su vida, demostrando que el dolor es también un hermosa prueba de amor.

Gracias amiga Soledad, gracias madre ejemplar, gracias mujer noble, alegre y de fe, los caminos de este mundo te llevaron hacia tu Dios de la vida eterna, el mismo que confió en ti la formación de dos nobles hijos, quienes prolongarán tu existencia a través de sus buenas acciones y ejemplo que tu supiste inculcar en mente y corazón.

Fuiste y serás una Madre de aquellas, ejemplo de fe hasta el final.

Dios los bendiga.

Marco Antonio Malca Delgado

Lunes 17 de setiembre del 2018

04:19 am