lunes, 5 de noviembre de 2018

UNA ESCUELA PEQUEÑA

Conocer escuelas es una experiencia por demás interesante para toda persona vinculada al mundo de la educación, y debe tener mayor interés de parte de los profesionales de la especialidad, quienes en el día a día, en base a sus conocimientos profesionales y sentido de la creatividad e innovación llevan a cabos trascendentes proyectos para tener escuelas donde los alumnos vivan "enamorados" de la cultura, el arte y los deportes.

Llamo "escuela pequeña", al centro educativo cuya población escolar no es amplia, es decir, llegan como máximo a tener 300 alumnos, y sus instalaciones y área también es de menor amplitud, inclusive hay casas que las adaptan para escuelas, pero ese es otro tema.

Una escuela pequeña, si desea "sobrevivir" en el tiempo, debe esmerarse por dar un excelente servicio educativo, dada su poca cantidad de alumnado, debe brindar una atención personalizada a sus alumnos, mantener contacto permanente con los padres de familia, establecer convenios con entidades de servicio a la comunidad y educativas privadas, mantener una economía saneada, fruto del pago al día de las pensiones de enseñanza de´parte de los padres, quienes en todo momento deben actuar con responsabilidad.

En el Perú, un gran número de estas "escuelas pequeñas" tienen fama de ser "refugios", es decir, centros educativos donde aceptan que tanto los padres de familia como sus hijos hagan literalmente "lo que se les viene en gana": acuden tarde a estudiar y no les brindan medidas correctivas, no cumplen con sus tareas, faltan el respeto al personal docente, inclusive, pasan de año sin haber cumplido los indicadores mínimos de aprendizaje...es en realidad preocupante.

Hace 8 años me desempeñé como Director de una "escuela pequeña", y presentaba alguna de las características que mencioné lineas arriba, y a pesar de la lucha que establecí día tras día con los alumnos y padres de familia, también trabajaba con un personal mal pagado y preparado profesionalmente, con una baja autoestima y nivel intelectual, sumado a un ente promotor que les tenía poca estima y consideración, llegando a pagarles fuera de fecha inclusive.

"Pueblo chico, infierno grande", reza un dicho popular.

Actualmente me encuentro brindando asesoría a una "escuela pequeña", ubicada en una zona de clase media, donde los promotores, su director y plana docente tienen la gran oportunidad de convertirlo en un "gran colegio", donde brinden a la comunidad un esmerado servicio educativo, pero sucede todo lo contrario: Directora poco visible y sin liderazgo, maestros que no cuentan con una metodología de enseñanza que inspire superación y amor hacia los estudios de parte de sus alumnos, e incluso padres de familia que más apoyan eventos sociales como el viaje de promoción, que los proyectos educativos del colegio...¿Cómo cambiar esa escuela? ¿Cuánto tiempo de vida le queda a un colegio de esta característica teniendo en consideración la ruta de excelencia educativa que han emprendido otras instituciones educativas?

Tal vez sea demasiado duro lo que voy a expresar, pero la gran ventaja de esta escuela es que las autoridades de la unidad de servicios educativos del ministerio de educación no acuden a supervisar la calidad del servicio educativo, y aunque parezca mentira, también existen padres de familia mediocres que aceptan todo lo que el colegio brinda, inclusive sabiendo que el nivel académico es incompetente, con tal de enviar a sus hijos "como sea", "a la hora y fecha que sea", "con tal que pasen de año", y esa historia de ignorancia y dejadez será heredada por sus hijos, lo más preciado que tienen en la vida.   

En el Perú, aún tenemos muchas escuelas pequeñas, que si son bien gestionadas pueden especializarse en brindar una instrucción personalizada, de buen nivel académico, formación en valores y proyectos educativos, solo está en que tomen la decisión de hacer su trabajo, cumplir su misión, es su deber, no es nada extraordinario.

Una escuela, sea grande, mediana o pequeña, debe brindar siempre un esmerado servicio educativo, debe tener un alto nivel cultural como valor agregado, debe saber distinguirse en la comunidad. 

Antes de matricular a tu hijo en una escuela, conoce la misma, no juegues con su futuro. 

Dios los bendiga por siempre.

Marco Antonio Malca Delgado
Lunes 05 de noviembre del 2018
05:16 am



   

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario