Y se marchó, y a su barca le
llamó libertad, y en el cielo dibujó gaviotas y pensó hoy debo regresar…libre,
como el sol cuando amanece yo soy libre como el mar, libre como el ave que
escapó de su prisión y puede al fin volar…son dos frases de mis canciones
favoritas sobre la libertad, esa libertad que anhelamos tú y yo.
Desde niño deseaba actuar de
acuerdo a mis propias decisiones, pero tenía principalmente a mis padres,
quienes en forma celosa y veraz no permitían que “sea libre”, ya que aún era
pequeño y no sabía conducirme en base a las reglas de la sociedad y cuidado
entre los seres humanos.
Tenía 6, 7,8 años…más…y no me
permitían hacer las cosas a mi antojo: ¡Yo quería ser libre como el aire! Hijo
a dormir, ya son las 8 de la noche… ¡Mamá aún es temprano y no tengo sueño!...
¡Dije que a dormir y punto!
Créanlo niños y jóvenes de hoy,
los padres “de antes”, no permitían que sus hijos trasnocharan, menos que se
queden en reuniones de adultos y escuchen conversaciones que no son aptas para
su edad, los tiempos han cambiado y ahora un niño va a dormir “a la hora que le
da la gana” ya que es libre para tomar sus decisiones.
¿Pero que es la libertad? Haber
déjenme pensar un poco, no quiero hacer lo más fácil, que es ir a Wikipedia
para que me brinde el concepto y no me permita crear el mío: Para mí la
libertad consiste en actuar en forma responsable, tomando decisiones que no
afecten a los que me rodean y a mis similares en la comunidad.
Si en mi libertad decido estudiar
para ser mejor cada día, lograré superarme y hacer felices a mis familiares y
amistades, y si con ello puedo ayudar a los que están en desventaja cultural
será grandioso.
Si en mi libertad tomo la
decisión de probar una droga nociva para mi cuerpo, y hago de la misma un
erróneo estilo de vida, no culparé a mis padres por haber caído en tan triste
vicio.
Si en mi libertad decido trabajar
como voluntario en un hospital donde hay tanta gente que necesita amor y
compañía habré conseguido hacer felices a tanta gente que necesita de mí y no
me doy cuenta.
Si en mi libertad decido a cierta
edad vivir solo y enfrentar al mundo con fe y voluntad, cuidando de mí y
respetando las normas de la sociedad civil, habré logrado integrarme al mundo
como un ser humano bien formado y con conciencia cívica.
Es increíble, recuerdo cuando
vivía junto a mis padres y ya era un ciudadano, hace muchos años, acudía a
fiestas los fines de semana, y llegaba tarde, preocupando a mis padres,
recuerdo que yo les decía: “No se preocupen por mí, yo soy mayor de edad…que
respuesta tan inmadura, ahora me doy cuenta que nuestros padres siempre serán
nuestros mejores guías, también recuerdo que varias veces me fue mal por no
escucharlos, por hacer mal uso de mi libertad, incluso haciéndolos sentir mal,
generando molestia y tristeza en ellos.”
Para ser libre debemos aprender
que el mundo tiene reglas de convivencia, las cuales debemos de respetar ya que
no debemos hacer mal uso de tan anhelada decisión, ya que para mí ser libre es
una hermosa decisión: Una cosa es ser libre y otra es estar solo… la libertad
es sinónimo de equilibrio en nuestra vida, es tener mi espacio y respetar el de
los demás, es no transgredir las normas sociales, es recordar mi buena crianza
y aplicarla en la vida cotidiana.
En mi libertad he decidido hacer
el bien a los demás.
En mi libertad he decidido
caminar alegre por el mundo.
En mi libertad he decidido tener
fuerza de voluntad para afrontar todas las situaciones que se presenten.
En mi libertad he decidido
escribir estas líneas y reflexionar contigo.
En mi libertad he decido creer en
el Dios de la vida, ese Dios al cuál agradezco porque me ama a través de todos
los que me quieren y brindan su apoyo en el día a día.
Soy libre, lo seré siempre…
Dios los bendiga por siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Miércoles 27 de febrero del 2019
01:25 am