¡Aquí en la playa! ¡Es tu palpitar! ¡Es tu cara! ¡Son tus besos! ¡Me estremezco! oh.oh.oh...¡Cuando calienta el sol!... Rayando el sol, desesperación es más fácil llegar al sol que a tu corazón, me muero por ti, viviendo sin ti, y no aguanto, me duele tanto estar así... rayando el sol... Y un día después de la tormenta, cuando menos piensas sale el sol, de tanto sumar pierdes la cuenta, porque uno y uno no siempre son dos, cuando menos piensa sale el sol, cuando menos piensas sale el sol...del otro lado de la isla el sol se debe ver más hermoso... Sol, calor, fuego sin apagar tú eres la roca y yo soy el mar, siempre tú, solo tú, no hay nadie más y no se vivir si no estás...tú serás para mi cálido corazón muero sin ti vivo en una prisión, pasa por mi cuarenta grados, yo seré para ti, solo para ti... Ay, ay ay ay, amor yo soy satélite y tú eres mi sol un universo de agua mineral, un espacio de luz que sólo llenas tú, ay amor...Sufro, si en una calle de América
Se duerme friolento un corazón, jugando a la rayuela con su vida se pierde a diario algún hijo del sol...
Y así como los fragmentos de canciones descritos líneas arriba, el sol para nosotros los humanos siempre ha sido fiel instrumento de inspiración para canciones, alocuciones, poemas, versos, cartas de amor, alegría, romance, pasión, tranquilidad, alegría,etc.
En mi niñez, allá por los 70s, uno acudía a la playa para "quemarse"...el sol no era dañino, la gente no se aplicaba bloqueadores solares, mis padres nos llevaban a la playa cuando eramos niños junto a mis hermanos, y nunca temieron por los cambios climáticos, jugábamos expuestos a los rayos solares todos lo veranos, eran las esperadas vacaciones de verano con el sol que alegra el alma... ahora, en los primeros 20 años del siglo XXI el sol hace daño, la radiación UV es fatal para nuestra piel, la venta de protectores solares es masiva, aumentaron las enfermedades a la vista, la temperatura ha aumentado en forma alarmante: ¿Será culpa del sol? ¿No será que los humanos hemos contribuido malogrando nuestro ecosistema? ¿Qué podemos hacer?...nosotros tenemos la respuesta y el remedio...cuidar nuestro planeta, cuidar nuestro bello hogar.
Si cuidamos nuestro hermoso planeta azul podremos en un futuro tal vez no muy cercano disfrutar nuevamente de los rayos solares sin temor alguno, "solearnos", caminar sin temor a la radiación solar, así como era antes, como cuando fui niño, cuando anhelaba la llegada del verano para contemplar al hermoso sol desde el alba hasta el ocaso, ese mismo que invitaba a la serenidad, la paz, el amor, un poema y una canción.
Hoy, en pleno verano en el hemisferio sur, la población sale a la calle en muchos casos con desánimo, expresando: "Otro día más de calor por Dios"..."Por eso yo prefiero el frío"..."Ya no sé que hacer, camino un poco y ya estoy sudando"...bueno...a mi me pasa lo mismo, pero trato de encaminarlo por la ruta positiva...es una hermosa ocasión para ver por tres meses la hermosa caída del sol, poder levantarme a las 5:30 am y ver que ya tengo luz del día, comer un delicioso helado, probar deliciosas frutas propias de la estación de verano, tomar fotos al cielo rojo y naranja, componer un poema de amor...sentirme parte del universo.
Hermano Sol, tu no haces daño, eres la combinación perfecta para adornar el inmenso mar, para hacer ingresar tus rayos para que ilumines la habitación de una persona enferma, de un preso sin luz, de un ciego que no puede verte pero te siente...eres fuerza, energía, vida, calor, fuego,pasión...
Que el maravilloso sol ingrese con su poderosa energía y luz a tu mente y buen corazón.
Dios los bendiga por siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Domingo 10 de febrero del 2019
00:16 am
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