martes, 30 de junio de 2020

TODO TIENE SU TIEMPO

Buenas noches amigos, deseo por sobre todo que se encuentren muy bien de salud, en esta época tan triste y sensible que nos ha tocado vivir dada la pandemia.

Estaba leyendo la biblia, libro sagrado de la iglesia católica  donde hay una hermosa lectura del libro del Eclesiastés titulado "Todo tiene su tiempo", donde explica que la humanidad a través de la historia ha pasado, pasa y pasará diferentes vivencias, experimentará diferentes sensaciones y emociones.

Todos hemos nacido en un tiempo debido y moriremos algún día, plantaremos y arrancaremos lo plantado, matamos y curamos, destruimos y edificamos, lloramos y reímos, estamos de luto una época y otra bailamos, esparcir las piedras y juntar las mismas, tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse del mismo acto, ganar y perder, guardar y desechar, tiempo de romper y tiempo para coser, tiempo de callar y tiempo de hablar, tiempo de amar y tiempo de aborrecer, tiempo de guerra y tiempo de paz,   

Si creen en Dios, expresa que ÉL todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el ser humano a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

¿Estamos siendo conscientes del tiempo que estamos viviendo?

¿Cuánto hemos plantado, curado, edificado, reído, bailado, juntado (unido), abrazado, ganado, guardado, compartido, cosido, hablado, amado y vivido en paz?

¿Cuánto hemos arrancado, matado, destruido, llorado, estado de luto, separado, abstenernos de abrazar, perdido, desechado, roto, callado, aborrecido y vivido en conflictos?

¿Cuál es el sentido real de nuestra existencia?

¿Podemos vivir en paz y armonía, evitando enfermedades como la que pasa el mundo de hoy?

¿Cuál es la misión que tenemos en esta experiencia humana?

Definitivamente, hemos nacido para ser felices y alegrarnos, y hacer el bien a lo largo de nuestra existencia, pero al parecer muchos millones de seres humanos no entienden que nuestro paso por el mundo es para construir y no destruir, para curar y no enfermar, para descontaminar y no envenenar el mundo... hay epidemias o pandemias que en el mundo de hoy se pueden evitar.

¿Por qué el poderoso en vez de tener esclavos no forma nuevos y prósperos hermanos de especie?

¿Por qué en estos primeros 20 años del siglo XXI no hemos acabado con el racismo y el  sometimiento de unas naciones hacia otras?

Lo expresado líneas arriba, sustraído del sabio texto bíblico, representa las pasiones de los seres humanos, amamos y odiamos, provocamos males sin medir las consecuencias, abusamos del que está en desventaja, pero también es cierto y real que han existido y existen aún seres maravillosos que hacen todo lo posible por ser mejores cada día, y que el don del servicio es su vocación a lo largo de su vida.

Todo tiene su tiempo y su lugar, en lo personal, estoy en un tiempo difícil y sensible de mi vida, si hablo de la pandemia recordaré a todas las amistades que han fallecido por este mal, el sufrimiento de gente cercana a mi me afecta inevitablemente, pero también me afecta el dolor de mi comunidad, de mi patria y del mundo.

Pero también estamos en un tiempo de agradecer, aprender y enseñar: 

Agradecer a todos los que luchan por mejorar el mundo, por aliviar a los enfermos, por secar las lágrimas de los que sufren.

Aprender que la vida se ha hecho para vivir en armonía, para construir, para ayudar al que necesita de nosotros, para buscar por sobre todas las cosas no hacer daño a nadie.

Enseñar a toda persona, en especial a los niños y jóvenes a que a pesar de todo podemos cambiar el mundo, que debemos esforzarnos por conseguir nuestras metas, ayudar al desvalido, actuar de buena fe, cuidar la naturaleza, pensar bien de los demás, buscar siempre actuar de buena fe.

Todo tiene su tiempo... estoy en tiempo de buscar Paz y Transmitirla.

Les envío mi pañuelo para secar sus lágrimas, les envío una sonrisa contagiosa para que sonrían, les envío un abrazo lleno de paz, para que respiren tranquilidad y sean portadores de la misma.

Es tiempo de cambiar a la humanidad...¿Lo hacemos unidos?

Dios los bendice.

Marco Antonio Malca Delgado
Miércoles 01 de julio del 2020
00:40 am
   

      

    












jueves, 18 de junio de 2020

NO TODO ES COLOR DE ROSA

Transcurría el año 1995, era mi noveno año como docente, tenía 29 años de edad y trabajaba en una escuela católica, como profesor de Inglés, tutor de cuarto año de secundaria y asesor de promoción.

Podría afirmar que estaba en un momento interesante de mi carrera profesional, tenía más de 130 alumnos a mi cargo, todos ellos con edades entre los 15 y 16 años, era un maestro exigente y que orientaba a los alumnos en el respeto a las normas y el buen aprovechamiento.

Recuerdo que en cuarto año "B" de secundaria había un alumno que tenía mal comportamiento, se expresaba en doble sentido o con groserías, y no le aceptaba ninguna broma, tratándolo con energía y cultura de sanción, y pensaba que era la mejor forma de hacerlo reaccionar para que cambie de actitud.

Las actitudes negativas del alumno eran frecuentes, y cuando le llamaba la atención se ponía retador e insolente, a tal punto que lo retiraba del aula y en alguna oportunidad lo suspendí de asistir al colegio por mal comportamiento.

Mi falta de experiencia y "soberbia" de maestro joven y con "poder" por ser el asesor de promoción, me llevó a actuar con dureza con el alumno en mención, y por aquel entonces no se me ocurría otra forma de corregirlo si no era a través de una sanción.

Cierto día durante el desarrollo del año escolar, ingresé al aula para dictar clases y encontré una ingrata sorpresa para mi: "Todos los alumnos del cuarto año "B" de secundaria estaban con sus carpetas mirando a la parte opuesta al salón, es decir, dándome la espalda, en silencio, no les interesó que yo, el asesor de promoción haya ingresado al salón, estaban en una clara actitud de solidaridad con el compañero al cual trataba con dureza".

Era un silencio total de parte de ellos, yo preguntaba que estaba pasando con ellos y no obtenía respuesta alguna, tan sólo silencio, pero en ese momento pensé que tal vez había cometido un error, hasta que expresé lo siguiente: "Si están molestos o resentidos conmigo díganme para escuchar su sentir"... pero igual, estuvieron varios minutos en esa actitud, dándome la espalda, sentados con sus carpetas mirando el lado opuesto del salón.

Guardé silencio por unos momentos, y me acerqué al presidente del aula, y le dije que estaba dispuestos a escucharlos, se puso de pie y me dijo: "Profesor, no tenemos nada contra usted, pero no estamos de acuerdo en la forma cómo trata a nuestro compañero, y nos solidarizamos plenamente con el".

Me sentía afectado, nunca en nueve años como docente me había ocurrido algo así, que más de 50 alumnos de un aula me dieran la espalda, pero en esos momentos, les hablé a todos los alumnos, a pesar de estar de espaldas a mí y les dije que siento mucho el haber maltratado a su compañero, que no me había percatado de mi actitud, y que iba a buscar la mejor solución para que su compañero cambie de actitud, que los felicito por ser solidarios, y al mismo tiempo les pido un alto sentido de la reflexión en las actitudes de todos en la vida cotidiana en el colegio.

Han transcurrido 25 años de este hecho, que con el paso de los años me llevó a un cambio radical en la forma cómo debo llegar a mis alumnos, con los años aprendí que la mejor forma de corregir a un alumno con problemas de conducta no es bajo la cultura de la sanción y el maltrato, sino con mucho diálogo y optimismo, no significa que el maestro deba aceptar las malas actitudes de sus pupilos, sino que en todo momento debe demostrar la entereza y templanza que todo educador debe tener.

Hace muchos años que no los veo, ahora todos ellos deben estar sobre los 40 años de edad, y estoy seguro que son hombres de bien, ahora recuerdo este hecho como una de las más hermosas lecciones que los integrantes de un aula de cuarto año de secundaria dejaron en mi, y tenía merecido que me dieran la espalda, porque me hizo reaccionar y cambiar gradualmente mi manera de actuar ante situaciones complicadas en el mundo de la escuela, con tranquilidad, sentido de la reflexión y mirando siempre a mis alumnos como seres extraordinarios.

No todo es color de rosa en la escuela, los que llevamos transitando años en las aulas podemos contar tantas anécdotas que pasaron en las mismas, tantos momentos alegres, tristes, difíciles, fraternos, reflexivos...y todos sirven para que un maestro sea mejor educador cada día.

Nunca olvidaré ese día, me dolió en el alma que mis alumnos me dieran la espalda, pero me enseñaron en el momento oportuno a reaccionar y a corregir mis actitudes con ellos, a ir más allá de la cultura de la sanción, a evaluar que está pasando con ellos y de qué manera los puedo ayudar.

Esto es lo hermoso de ser maestro, es el regalo que te dan tus alumnos con grandes lecciones para que un profesor crezca como maestro y obtenga paciencia y aplomo frente a sus alumnos.

Gracias mis queridos ex alumnos de la promoción 1996.

Me enseñaron a ser mejor profesor.

Marco Antonio Malca Delgado
Viernes 19 de junio del 2020
00:19 am     





 






lunes, 15 de junio de 2020

PERÚ: UN CAMBIO URGENTE

Estamos viviendo una época muy difícil dentro de la historia de la humanidad, y es precisamente en estas situaciones históricas donde se ven los resultados de la educación y cultura de las naciones.

Tenemos a nivel mundial tantas culturas y estilos de vida de las cuales podemos sacar valiosas enseñanzas para optar por generar un modelo y estilo propio como estilo de vida, que nos haga responsables, que nos haga prósperos y nos exhorte a dar lo mejor de nosotros.

En el Perú, durante el desarrollo de la cuarentena y el aislamiento social obligatorio se observaron diferentes reacciones de los ciudadanos y autoridades, de un país que en su gran mayoría no han cultivado un estilo de vida ordenado, fraterno, dando cómo resultado un ambiente sumido en el caos y la ignorancia.

Observemos algunos hechos que se han hecho "pan de cada día":

a. El gobierno no me ha dado mi bono.-

   ¿Por qué los gobiernos de los últimos 40 años no han "enseñado" y culturizado a la población en la necesidad de tener una cultura del ahorro y previsión?

b, No tenemos luz ni agua, el gobierno no nos ha dado.-

   Estoy seguro que tenemos muchos hogares en extrema pobreza aún en el Perú, pero muchos otros pretenden vivir sin costo alguno, bajo la cultura de que todo lo merecen, la informalidad, el "sacar la vuelta" y que sólo un reducido grupo de ciudadanos paguen impuestos para solventar a ellos.

c. Nos tienen que cuidar con policías y militares.-

    El gobierno decreta una cuarentena a fin de evitar mayores contagios dada la pandemia, sin embargo la población en alto porcentaje hace caso omiso a las normas, ocasionando una grave crisis dada la falta de atención y caos en el sistema de salud, dejando un vergonzoso legado de falta de cultura y responsabilidad en respetar la ley y los reglamentos.

d. Falta de solidaridad.-

    Es lamentable y preocupante que en estas épocas de crisis, se observe un egoísmo y falta de espíritu fraterno entre compatriotas, por ejemplo los empresarios subieron los precios de las medicinas, las clínicas cobraron sumas extremadamente altas para atender a pacientes con COVID - 19, las máscaras quirúrgicas, subieron al menos 10 veces más de su costo real, los alimentos también subieron de precio, denotando una vez más que a pesar que por historia el Perú a perdido guerras y batallas, es por tener una población que hasta ahora no ha aprendido la lección, siguiendo bajo la cultura del extremo egoísmo, estafa y falta de unión.    

e. Sin política educativa.-
    Cuando un país no encamina bien su sistema educativo está condenado al fracaso. En esta época tan difícil que nos ha tocado vivir, se ha notado la falta de organización y de liderazgo de las autoridades y "especialistas" del ministerio de educación,  demostrando una vez más , una falta de profesionalismo y capacidad para poder diseñar un plan de desarrollo curricular en base a la realidad de cada región  del Perú...es una lástima que la historia continúe.

f. Una población carente de civismo.-

    Un gran porcentaje de la población tiene actitudes lamentables, como por ejemplo no cumplir las normas, leyes y reglamentos, no sólo en ésta difícil época de pandemia, sino a través de la historia, situación que continúa y se ha hecho extensivo a la niñez y juventud.

¿Qué hacer?   ¿Cuál es la solución?

Lo expuesto líneas arriba tiene solución, siempre y cuando se haga una gran campaña nacional de recuperación de la autoridad de la familia y sus valores, de exigirles a las familias que actúen con responsabilidad, amor y perseverancia en el cuidado, educación y crianza de sus hijos.

Cuando se eduque desde la infancia, desde los primeros pasos, en forma responsable y asertiva, estaremos asegurando el futuro de una hermosa nación que necesita urgente líderes éticos y honrados, personas comprometidas con su patria y sociedad, y que su bandera sea la de la superación, educación, desarrollo y progreso.

Aún podemos visualizar un gran cambio...depende de nosotros.

Marco Antonio Malca Delgado
Martes 16 de junio del 2020
00:47