viernes, 23 de abril de 2021

LA SESIÓN DE TUTORÍA

Ser tutor en una escuela es una de las más grandes responsabilidades que puede tener un educador.

El departamento de TOE (tutoría y orientación educativa), en forma conjunta con el departamento psicopedagógico, elabora un plan de trabajo educativo orientado a la formación humana integral, y para que el mismo tenga éxito, designa a sus mejores recursos humanos para tener a su cargo una sección, ya sea de inicial, primaria y secundaria, elaborando un perfil profesional del tutor.

No todos los/as docentes tienen las competencias, habilidades sociales y cultura para ser tutor, ya que para lograr influenciar positivamente en los estudiantes se debe tener una alta calidad humana, cultura, empatía y sensibilidad social.

La semana pasada en el colegio donde laboro, tuve la alta responsabilidad de reemplazar a una profesora - tutora, que por motivos de duelo familiar se ausentó por tres días, en los cuales compartí con sus alumnos de quinto de secundaria, fueron tres días inolvidables para mí.

Recuerdo que el último día que reemplacé en la tutoría, toqué un tema muy importante, teniendo como base el capítulo 3 del libro "La Última Oportunidad", cuyo autor es Carlos Cuauhtémoc Sánchez, cuyo título es "Calidad Humana".

Este capítulo, explica cuáles son las características de una persona de alta calidad humana, que son en primer lugar el trato "Sencillo y noble" que una persona puede brindar a sus semejantes, manifestando dentro de varias expresiones que las personas que dan un trato con esas características, jamás pasa de largo con hueca altivez, sabe comer en la mesa de los más humildes y de los más opulentos sin cambiar de actitud; disfruta jugar con los niños, conversar con los ancianos y compartir sus conocimientos.

A medida que iba compartiendo este tema con mis alumnos, se cruzaban en mi persona muchos recuerdos del camino que he recorrido a lo largo de 54 años que llevo en este mundo.

Luego compartí con mis pupilos que el segundo punto que define la calidad humana de una persona es la "Confiabilidad", llevando la siguiente interrogante: ¿Qué distingue a las personas en quienes podemos confiar? … llegando a una conclusión sencilla y real: Son incapaces de traicionarnos, sabemos que no dirán nuestros secretos ni hablarán mal de nosotros; la gente confiable es honesta y gusta decir las cosas cara a cara... ¿Cómo nos damos cuenta entonces que una persona es confiable? Muy sencillo: jamás cuenta asuntos negativos de otros y no accede, ni por excepción, a decirnos los secretos de los demás... cuando culminé de compartir este segundo punto un escalofrío remeció mi ser, y es que recordaba que en algunos momentos de mi vida no me comporté como una persona confiable, sin embargo, ahora lo estaba enseñando en la sesión de tutoría a mis jóvenes alumnos.

El tercer y último punto que determina la calidad humana de una persona, de acuerdo al texto es el "Positivismo", llegando a la conclusión que las personas que más valen son positivas, y que aunque les vaya mal y el ambiente sea hostil, permanecen optimistas, bromando y con deseos de seguir luchando, Las personas positivas no claudican, se caen y se levantan una y otra vez hasta lograr sus anhelos.   

Cuando culminé de leer y reflexionar con los educandos este tercer punto, sentí un hondo pesar, ya que retrocedí en el tiempo y recordé que muchas veces en mi vida he actuado en forma completamente negativa, haciéndome daño y cayendo en algunos momentos en depresión y alto negativismo.

¿Saben? hace muchos años, Freddy, un buen educador y amigo; dialogó conmigo en una ocasión sobre las sesiones de tutoría y el mensaje que nos brinda, y que en su caso muchas veces cayó en contradicciones consigo mismo, ya que lo que les enseñaba a sus alumnos, el no lo ponía en práctica, y esa situación lo llevaba a sentirse en conflicto consigo mismo.

Retornando a mi sesión de tutoría, una vez que culminé la misma, me sentí muy triste y lloré desconsoladamente, ya que recordé muchos momentos en mi vida en que no actué con calidad humana y que sin embargo yo "exigía" a mis alumnos que cambien de actitud, aunque una persona amiga, me dijo que no me sintiera mal, ya que es parte de nuestra experiencia humana fallar, que más bien lo importante es cambiar de actitud.

Para nosotros los docentes, formar en valores a nuestros alumnos es un gran reto, ya que en primer lugar debemos ser consecuentes entre lo que decimos y llevamos a cabo, aunque parezca un ideal, debe ser un "deber irrenunciable" el buscar en todo momento ser coherentes entre lo que enseñamos y llevamos a cabo en nuestra vida cotidiana.

Que hermosa es mi profesión, me permite aprender cada día más; me permite autorregular mis actitudes y reforzar  mis valores, todo lo que viví en estos días de reemplazo tutorial,  fue inolvidable y me permitirá mejorar mi experiencia humana y buscar mi elevación espiritual.

Dios los bendice.

Marco Antonio Malca Delgado

Sábado 24 de abril del 2021

00:35 am

  

    


               

       

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