lunes, 6 de junio de 2022

UN DÍA DE MAR

Hola, aquí estoy después de una pauta, esa que a veces necesitamos para pensar, vagar, trabajar, visualizar, o tal vez porque simplemente el cansancio no me hacía escribir, o la chispa se fue por un tiempo, no lo se...

Tengo tanto que compartir contigo, tanto... como mis aventuras frente al mar, ese hermoso ser viviente que me seduce con su inmensidad, que me enamora con su furia, y me llena de paz cuando veo uno de los espectáculos más hermosos que Dios regaló a la humanidad: el ocaso, ese maravilloso presente de la naturaleza, que me proyecta a ese paraíso celestial que nos asegura la eternidad.

Mar, aire, olas, pesca, tablistas, trotadores, filósofos, románticos, mascotas, lanchas, arena, paz, tranquilidad, amor profundo, sabor a eterno, lágrimas de recuerdo, himno a la ternura, besos de fragancia suprema, aves que se zambullen y salen con su alimento en la boca, un escenario perfecto, grandes deseos de vivir, sensualidad de la ninfa esperada, sonrisa inmensa de significado profundo, besos interminables cual temporal marino, todo amor, todo pasión, todo belleza... y todo ello en el planeta tierra...todo ello en el mar, el ser viviente más grande de la humanidad.

Ayer, me llamó la atención las aves, las observaba, miraba como volaban, tan felices, tan libres, pero sobre todo sin hacer daño, sin contaminar, pero demostrando, al igual que los humanos, que para comer tienen que cazar... es espectacular observar sus piques para capturar algún pez que visualiza desde arriba a través de su poderosa visión, como se estrellan con el océano y salen airosas con su comida, la misma que le sirve para seguir viviendo, para seguir volando.

¿Te imaginas si los humanos pudiéramos volar? ¿Dónde estaríamos? ¿Hubiéramos cuidado nuestro hogar? no, mejor prefiero no imaginar que hubiera sido de nosotros, los mayores depredadores del mundo volando, seguro ya hubiéramos ido de cacería y matado a todas las aves de la humanidad... a cambio de ello creamos los aviones, muy parecidos a las aves, con alas, con potentes motores que los ponen a flote, pero que, a diferencia de las aves, si se estrellan en picada frente al mar se destrozan de inmediato, mientras las aves salen volando, con su pez en el pico, y su hermoso canto universal.

Hoy estoy volando en mi mente, imaginando que mi vuelo rasante por los océanos del mundo me harán sentir inmensamente libre, como las aves del océano, como los delfines que nadan felices jugando, como las tortugas de mar que regalan su paz y bondad, o como el tiburón blanco, que se moviliza a gran velocidad en su mar poderoso, el mar de poseidón, ese mar encantado que me envuelve en sus olas de ensueño, en su misterio profundo, en su bravura, en su tranquilidad, en su aire sanador, en su brisa de paz.

Mar de Dios, mar del universo, mar único, mar encantado, permíteme encontrar tu real tesoro, quiero conocerte aún más, caminar en el fondo de tus aguas, abrazar a los peces, pasear con los delfines, sacar los tesoros robados y donárselos a los más necesitados, curar a los enfermos con tus algas sanadoras, abrazar a un cangrejo y que nunca retroceda al caminar.

Gracias Eolo, por hacerme respirar el aire puro de mar... gracias Dios del mar, porque solo tu pudiste crear tan hermoso ser, ese que los humanos no sabemos cuidar.

Dios los bendice.

Marco Antonio Malca Delgado

01:28 am

Martes 07 de junio del 2022      

      

   


 

 

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario