Mis queridos colegas, profesionales ligados al hermoso mundo de la cultura y la educación; los saludo cordialmente y deseo para ustedes sabiduría y paz espiritual.
Me encantan los deportes al aire libre y soy aficionado a trotar, lo hago desde hace muchos años y mientras estoy corriendo observo todo: El parque, las plantas, la gente, los autos y buses, el hermoso templo que hay al centro del parque y también los infaltables "Perros" de diversas "Razas" y diversos "Dueños".
Veía perros cuyos amos al liberarlos de la correa, corrían incansables y parecían "Loquitos": Ladraban a la gente, hacían sus necesidades en la vereda, se orinaban en las llantas de los autos, se acercaban a los botes de basura para olfatearlos en busqueda de alimentos, etc.
Pero también aunque en menor porcentaje, "Mucho menor" habían personas que "Educaban" a sus canes y les enseñaban a seguir indicaciones básicas: ¡Sientate! ¡Echate! ¡Parate! ¡No hagas eso!, etc como también los premiaban y les daban mucho afecto cuando lograban seguir las indicaciones de sus amos.
Mejor dicho les ponían "Reglas de Convivencia Social".
Pero de todo lo observado me agradó observar a un Señor que estaba trotando con su imponente perro "Boxer".
Lo tenía con la correa puesta, lo hacía correr firme al igual que su amo, quién no permitía que su noble mascota bajara el ritmo que el deporte demandaba , como tampoco permitía que se desviara del camino.
El perro por momentos ponía resistencia a su amo, pues al ver a otros canes deambulando sueltos por el parque; este también quería ir con sus "Compañeros". Pero su amo lo jalaba de la correa, le hablaba fuerte para que siga el camino, pero también lo acariciaba y echaba agua; cuando el boxer intentó hacer sus necesidades en la vereda su amo lo jaló de la correa, sacó una hoja de periódico que tenía en el bolsillo y logró que su boxer aprenda a defecar sobre la hoja de periódico para después introducirlo en una bolsa oscura y echarlo a un bote de basura.
Lo expresado líneas atrás tiene que ver defitivamente con Cultura y Educación.
Acabo de compartir la primera parte del título: "El amo y su perro", ahora reflexionaré sobre "El profesor y su alumno".
El Maestro trata todos los días con alumnos extraordinariamente diferentes, únicos e irrepetibles y desde pequeños les enseñan a seguir patrones de conducta que deben ser transmitidos brindándoles un trato afectivo, de seguridad y firmeza; pero al mismo tiempo acompañarlos en forma permanente pues en el camino y proceso formativo los chicos cometerán repetitivas faltas en su comportamiento,tal como lo hacen los amos con sus perros pero con la inmensa diferencia que los niños y jóvenes son seres humanos racionales y que día a día crecen en Cultura y Hábitos.
En lo que se parecen los "Amos" y los "Maestros" es en la energía que imponen para formar.... para educar, en el deseo de no permitir que la mascota y el alumno se desvíen del buen camino, en hablarles claro, en que lleven un ritmo intenso de estudios con la debida motivación para que se "Enamoren" de las diferentes áreas del conocimiento humano,en que cuiden su privacidad y no hagan actos que vayan en contra de las reglas sociales.
Existen "Malos Amos" y "Malos Maestros", que en su afán de ser "Populares" permiten de todo a quienes forman; permiten que se desvíen del camino, que se excedan en la confianza, que lleguen tarde o incumplan las fechas de los compromisos pactados, que agredan física o verbalmente a su prójimo dando lugar a formar a un ser completamente desordenado y sin objetivos.
Felizmente por el bien de la Humanidad existen muchos educadores que son grandes guías espirituales y de conocimientos para sus pupilos, seres que con mucho Amor y Energía forman personas de bien.
San Juan Bautista de la Salle fundador de los hermanos de las escuelas cristianas expresaba que los maestros deben formar a sus alumnos con "Celo Ardiente", mejor dicho cuidando a un ser humano con una gran perspectiva de desarrollo integral.
San Marcelino Champagnat fundador de las escuelas Maristas hablaba de la "Pedagogía de la Presencia", que se basaba en el acompañamiento del Maestro hacia sus pupilos para ayudarlos y ser sus guías permanentes en su formación cultural y espiritual y en ese camino podría mencionar a otros grandes Educadores que reflexionaban profundamente sobre el rol importante del Maestro-Formador.
Si el amo: "El buen Amo" domestica a su perro para hacerlo disciplinado, dócil y noble; los educadores, "Los buenos Educadores" son llamados a formar grandes seres humanos, con Metas, con Objetivos...... con una idea clara de la misión que tienen en la vida.
La BUENA EDUCACIÓN y CULTURA es la mejor herencia que todo ser humano debe adquirir a lo largo de su existencia y los Maestros juegan un papel primordial en la historia de la humanidad.
¡Demos lo mejor de nosotros mis Dilectos Colegas!
¡Formemos personas buenas y pacíficas! ¡Sí podemos!
¡Que Dios inmenso bendiga nuestra noble y hermosa Misión!
Marco Antonio Malca Delgado.
25-11-2011
19:32pm.
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