Buenas tardes mis queridos amigos, son las 03:51 de la tarde del domingo 31 de diciembre del año 2017... y el presente año va llegando a su fin.
Es una gran oportunidad para hacer un recuento de lo que hemos realizado mes tras mes, que logros obtuvimos y que grandes pendientes tenemos.
A muchas personas con las cuales dialogo les da la sensación que cada año que pasa se va demasiado rápido, y es que tal vez no nos estamos dando cuenta que estamos viviendo demasiado agitados, demasiado rápido, que ya no tenemos tiempo ni para visitar a nuestros familiares, y que las grandes reuniones familiares de antes ahora son casi nulas, solo las vemos en los funerales de algún familiar cercano...¿Que triste no?
El año 2017 se va para nunca más volver, tal vez suene negativo, depresivo o desalentador, pero no es así... al afirmar lo que expresa el título de éstas líneas, lo que deseo manifestar es que no "Vivamos por vivir", y es que en muchos casos eso viene sucediendo, y estamos transitando por el mundo postergando compromisos y perdiendo la gran oportunidad de gozar de nuestros familiares, de sentarnos en un parque, echarnos en el césped y mirar el firmamento, escribir un poema de amor, abrazar a nuestros padres y familiares todos las oportunidades que los frecuentemos, y decirles que son importantes, que su gracia y compañía es una bendición en nuestra existencia.
El presente año 2017 que está a pocos minutos de culminar, ha sido un año de conflictos mundiales, de cambios climáticos, de atentados, de insultos entre autoridades, de corrupción y mal ejemplo en diferentes países del mundo... un año muy difícil en lo social y cultural.
En mi patria, el Perú el fenómeno de niño causo terrible destrucción en diferentes sectores del país, lo cual puso a prueba la gran solidaridad de los ciudadanos de mi querida nación, y estamos culminando el año divididos...fragmentados, con un sistema político y gobernantes que son de llorar, y la historia de un país tan noble como el mío continúa... sin diálogo franco y honesto, sin pedir perdón ni perdonar, en un año que nunca más vendrá.
Maestros en huelga, por una causa justa, realizaron una huelga indefinida de más de 60 días, ocasionando, desde mi punto de vista, que esta año haya sido un año perdido para los escolares de las escuelas públicas de mi país, ojalá nunca más vuelva a ocurrir, y que se busquen siempre prontas soluciones.
Bebés recién nacidos y personas que partieron, todos hemos experimentado alegrías y penas, y es que nuestro paso por el mundo está regido por sentimientos y pasiones, por triunfos y derrotas, por comprender que somos mortales y que no debemos desperdiciar la gran oportunidad de la vida haciendo el bien a todos en nuestro entorno, a dejar de lado el egoísmo y actuar con solidaridad y sincero aprecio, hagamos un análisis de como fueron nuestras actitudes, en un año que nunca más vendrá.
Queridos amigos, hagamos una reflexión profunda de nuestras acciones en el presente año que culmina, no esperemos el próximo año para reconciliarnos con nuestros familiares y amistades que hayamos hecho sentir mal, de agradecer a todos los que nos ayudaron con mucho amor y generosidad a cumplir nuestras metas y compromisos.
Pasan los días, las horas, los minutos, los segundos... pasa la vida... no la desperdiciemos ofendiéndonos, peleando, debemos buscar en todo momento cambiar la historia de la humanidad a través de una cultura de Amor,¨Paz, Unión y Fraternidad.
Gracias al Dios del Universo por el año 2017... ¡Bienvenido 2018!
Brindemos por un año que se va... una año que nunca más vendrá... y por el que está a punto de iniciar.
¡Feliz año nuevo mis amigos!
Dios los bendice siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Domingo, 31 de diciembre del 2017
07:10 pm
