Joshbel es un joven estudiante del cuarto año de secundaria de un colegio de lima, capital del Perú, de 16 años de edad, gusta del deporte, es un alumno de "regular para abajo", le gusta jugar fútbol, pero debe trabajar mucho en su disciplina como estilo de vida.
Humberto, su buen tutor; lo orienta en el día a día, lo forma en valores, ya que su alumno no cuenta con un apoyo familiar permanente, y de lunes a viernes, días útiles de estudio en la escuela, lo exhorta a ser mejor cada día, a ver que ya falta poco para terminar su educación básica regular, que debe dejar las bromas de lado y pensar en su presente y futuro.
Cuando el profesor le pregunta que desea estudiar una vez que haya culminado su formación escolar, el responde que quiere ser policía, a lo que el maestro le responde que lo logrará si se esfuerza y estudia, ya que el es muy hábil e inteligente, pero lamentablemente Joshbel tiene un idea errónea de lo que es el esforzarse y dar lo mejor para cumplir sus metas en la vida, incluso llegó a expresar que el no va a estudiar pata ingresar a la escuela de policía, ya que iba a ingresar tal como lo hizo su hermano: sobornando a alguien para lograrlo...triste y lamentable respuesta de un joven que desea ser policía, pero que al pensar en su respuesta, está ingresando al mundo de la corrupción y de los corruptos, suena exagerado pero no hay mayor realidad que aquella.
¿Qué debe hacer la familia de Joshbel?
¿Qué debe hacer el colegio para "rescatar" a su alumno ante esta fatal decisión?
Definitivamente, la labor de la escuela es fundamental para buscar la reflexión y cambio de actitud en este joven estudiante, si el colegio actúa punitivamente, y no encuentra el camino correcto para orientar al nobel estudiante, perderá un excelente prospecto de ciudadano para el futuro.
Recordemos que la escuela no condena, educa.
La escuela afirma a los jóvenes en sus valores, cualidades y competencias.
La escuela corrige con afecto, no destruye al ser humano.
La escuela es la antesala al mundo de los adultos, en los años de formación, los niños y jóvenes cometerán aciertos y errores, pero no los podemos condenar porque están en el "ensayo - error - acierto - corrección" en su vida.
Joshbel, al igual que muchos jóvenes de su edad, son víctimas sociales y culturales de familias cuyos padres no han sabido formar a sus hijos desde pequeños, así como un sistema social donde cunde la corrupción, delincuencia, coima y facilismo, dando como resultado que los niños y jóvenes vean estas enfermedades de la sociedad como "algo normal", sin medir la gravedad del mismo, y lo más probable es que cuando asuman el rol de padres de familia seguirán formando a sus hijos en este círculo vicioso.
Felizmente que existe un hermoso lugar llamado centro educativo, donde trabajan por el bien de la humanidad seres humanos llamados docentes, educadores, maestros de escuela, profesores, que colaboran con los hogares para formar a sus alumnos de manera integral, enseñándoles matemática, comunicación, ciencias sociales, idiomas, deportes, aprestamiento, música, dibujo, oratoria, teatro, tecnología, historia...etc. pero lo más importante es formar personas con un alto sentido de la ética, dignidad, buen obrar, y esa es la labor más difícil, ya que las personas desde que nacen son formados con sólidos patrones de conducta y actuar, cambiar los mismos es una tarea difícil, más no imposible.
El caso de Joshbel, es uno entre muchos; y es allí donde la escuela hace todo lo posible por cambiar la forma de pensar y actuar de sus alumnos, los orienta hacia el bien, los convence que todo en la vida demanda un esfuerzo notable, les enseña a actuar con dignidad y honor sin hacer daño a nadie, es el único lugar en el mundo donde se puede confiar en que existe un equipo de personas llamadas maestros que podrán cambiar la vida de sus alumnos, y los atraerán hacia las cosas buenas y hermosas de la vida...esa es su misión.
Estoy seguro que Joshbel será un hombre de bien, con valores y principios.
La escuela logrará convertirlo en un ser extraordinario.
Dios los bendice.
Marco Antonio Malca Delgado
Miércoles 02 de octubre del 2019.
09:42 am
La primera escuela es el hogar. Los padres los primeros maestros y los hijos simplemente aprenden de esa primera escuela y primeros maestros ya sea lo bueno y lo malo. Ser padre o madre, biológicamente hablando, es lo más fácil pero qué difícil es ser un buen padre o madre, ejemplarmente hablando. Nadie nos enseña a ser buenos educadores cuando tenemos hijos. Estoy segura que esos padres no quieren que su hijo esté sin trabajo y saben que no hicieron bien su trabajo como primeros maestros, entonces es por eso que quieren que tenga al menos un trabajo, como sea, y están dispuestos a sobornar a quién sea para que el joven ingresé y estudie para ser un policía nacional. Bueno pues el ingreso está asegurado pero cuando esté dentro, recién se dará cuenta que su trabajo está iniciando pues si no estudia, no es disciplinado, no hace los ejercicios físicos y no cumple con todos los requisitos de ser un buen cadete, no se graduará y sus padres para perderán su dinero. Es por lo tanto necesario que se prepare física y mentalmente; que estudie y valore el sacrificio de sus padres; que su hermano mayor le hable como es la escuela militar o policial, estar internado en la escuela, ser perro, ser luego voz de mando, trabajo en equipo y ser solidario. Tendrá la oportunidad de meditar sobre todo lo que hizo en la vida y lo que deberá hacer para salir adelante sin sus padres al lado para apoyarlo y estoy segura que recordará los consejos de sus maestros; aquellos que dejaron huella en su corazón.
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