Recuerdo que cuando era niño, mirábamos junto a mis hermanos una serie de televisión que se llamaba "Emergencia", cuyos capítulos se basaban en que los bomberos de la "Unidad 51", acudían a resolver diferentes situaciones de alto riesgo, como incendios, accidentes caseros, atropellos, desastres naturales, etc. y los niños de mi generación comentábamos con gran emoción cómo los bomberos de la serie rescataban y ayudaban a toda persona a la que asistían, y producto de la motivación por ayudar, jugábamos en los recreos de la escuela a ser bomberos, y gozábamos, aunque ficticiamente al ayudar al prójimo, "rescatándolos" de la situación de emergencia por la que había pasado.
Como todo niño ilusionado les decía a mis padres: "Cuando sea grande seré bombero para apagar incendios y ayudar a la gente", y los autores de mis días sonreían...
Después de más de 40 años, y al ver muchos accidentes en mi ciudad, en la que el mismo comandante general de bomberos expresó que necesitaban más voluntarios porque no se abastecían con tantas emergencias en una ciudad de 8 millones de habitantes, decidí acercarme a la estación de bomberos más cercana a mi domicilio, recuerdo que venía de trotar, ya que todos los días hago ejercicios por espacio de una hora, conversé con un teniente de la compañía de bomberos, manifestando mi deseo de ser parte de su equipo de trabajo, y la primera pregunta que me hizo fue: ¿Cuántos años tiene usted? A lo que respondí: 51 años señor... el oficial me quedó mirando y me dijo que por mi edad ve difícil que sea aceptado para ser parte del cuerpo de bomberos voluntarios, a lo que repliqué: "Señor, todos los días voy a trotar una hora diaria, estoy en buenas condiciones físicas y facultades cognitivas para ponerlas al servicio de la comunidad, y finalmente expresó: "Señor, si desea deje una solicitud dirigida al comandante general para hacerla llegar, pero la verdad no creo que sea aceptada".
Finalmente, me retiré desilusionado, ya que un "viejo" de 51 años de edad no podía ser bombero, así tenga buen estado físico y sea profesional, tampoco podía ser tomado en cuenta como reservista, como voluntario...como nada...
Respeto las normas y lineamientos que toda organización pueda tener, mi afán por ayudar en mi comunidad me llevó a acercarme a tan significativa y trascendente unidad de servicio al país, pero mis deseos de ayudar al prójimo fue cortado por una persona que me "jubiló" antes de tiempo...¿Será que ya no estoy para esos trotes?...pero... ¡No tengo otro interés que tan sólo ayudar! ¡Como educador puedo acompañar al equipo operativo y asistir emocionalmente a los heridos o deudos de los siniestros!...pero no se puede...no califico...mientras tanto la sociedad clama por más voluntarios.
A pesar de no haber sido aceptado, estaré siempre a la expectativa de lo que suceda en mi comunidad, y si observo que faltan manos para "apagar incendios", allí estaré presente para ayudar, creo que no seré rechazado si es mi deseo.
Sin resentimientos, ni rencores, felicito a los bomberos del Perú por su noble y desinteresada labor en beneficio de su patria y comunidad, les extiendo mi mano amiga y estaré muy cerca de ustedes presto a ayudar bajo sus indicaciones.
Todo es cuestión de ayudar...de servir...ese es el valor de nuestra existencia.
Dios los bendiga por siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Lunes 30 de julio del 2018
06:11 am