Buenos días amigos, deseo que se encuentren muy bien hoy viernes 20 de julio del 2018.
Días atrás, estaba caminando cerca al litoral, intentando salir del stress y la tristeza por hechos que se presentan en la vida y hay que afrontar, y venían a mi mente tantos recuerdos de mi niñez, adolescencia y juventud, tantas experiencias vividas, algunas para bien y otras para aprender de sus consecuencias... y en ese estado de reflexión y confusión en que me encontraba, visualice a unos 50 metros un grupo de niños y jóvenes con su buzo de colegio, acompañados por su equipo de maestras, de lejos parecía que eran estudiantes con salud física, psicológica y neurológica normal, pero al estar cerca a ellos, específicamente pasar por el costado de ellos, pude observar que eran estudiantes con habilidades diferentes, o como duramente les dicen "Niños y jóvenes especiales" "Inclusivos",etc.
Ellos venían caminando junto a sus maestras cantando, felices, saludando a todas las personas que pasaban por allí, se sentían contagiados de la alegría y felicidad que sus maestras, que más parecían sus ángeles custodios, les brindaban; los hacían sentir queridos, los trataban dignamente, para estas educadoras ellos no eran "Especiales"...eran niños y jóvenes extraordinarios, los cuales tienen derecho a ser tratados con respeto y dignidad.
Al pasar muy cerca a ellos, uno de los estudiantes me saludo diciendo: ¡Hola Señor!...¡Hola!, le respondí...¿Le puedo dar un abrazo? y le respondí: ¡Claro que si!, e inmediatamente me abrazo con mucha energía y cariño, me hizo sentir querido por un ser que recién conocía, que con su sonrisa e inocencia conmovió todo mi ser...yo que estoy sano en lo físico e intelectual, que puedo valerme por mi mismo, recibiendo un consolador abrazo de un niño que recién me había visto, que tal vez en su sabiduría, esa que los científicos les niegan sólo por el hecho de ser especiales, intuía que necesitaba con urgencia esa muestra espontánea de afecto...así son estos ángeles que llegan al mundo para ser amados, atendidos y comprendidos.
Debo resaltar el inmenso acto de amor que realizan las maestras de estos niños con habilidades diferentes, ya que a ninguna de ellas vi atender a los niños de mala gana y sin vocación, todo lo contrario, ya que en todo momento demostraban que habían elegido la profesión más hermosa del mundo, el ser maestras por vocación, agregado a ello de educación especial, les da una elevación espiritual extraordinaria, el comprender, brindar amor, y tener paciencia con niños y jóvenes a los que hay que asear inclusive les da un "Sello" de educadoras a toda prueba, hermosa lección que de manera sencilla y noble hacen visible a la comunidad.
No pregunte el nombre al niño que me dio un abrazo, pero le llamaré "Salvador", ya que me "Salvo" de la crisis emocional por la que estaba atravesando, y regresé a mi casa contento, fui a ver nuevamente a mi madre postrada y darle besos y decirle que la amo mucho, pude avanzar algo más mi trabajo de tesis de post grado...gracias a "Salvador", quién con su abrazo cargó de "Electricidad" todo mi ser.
Los niños y jóvenes con habilidades diferentes, "especiales" han llegado al mundo con un mensaje de amor que hace llorar hasta al más duro ser humano, con sus miradas tiernas y su afecto que regalan por doquier conquistan los corazones de un mundo plagado de egoísmo y rechazo por la vida, de falta de amor al prójimo.
Gracias "Salvador"...espero encontrarte pronto, y cuando pases por mi lado sea yo quién te pida un gran abrazo, y agradecer a tus maestras por haberte formado con mucho amor.
Estas son las anécdotas que vale la pena compartir, y seguir caminando por el mundo a pesar de lo que estará por venir.
Gracias "Salvador"...nunca te olvidaré...
Dios los bendiga por siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Viernes 20 de julio del 2018
01:59 am
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