Buenas tardes amigos, en esta fría tarde de invierno de julio del 2018, y con los ánimos algo caídos, busco sobreponerme haciendo una de las actividades que marca un estilo en mi persona: "Escribir", y es que, a decir verdad, representa un estado de tranquilidad en mi ser, o tal vez un medio de "Descarga" de emociones y sentimientos que, al igual que ustedes, experimentamos en el día a día.
Recordaba el último gran evento deportivo de máximo interés mundial, que fue el mundial de fútbol organizado en Rusia, y que para mi país, el Perú, era volver después de 36 años, es decir, desde el mundial de España en 1982...pasó mucho, mucho tiempo.
Gracias a la tecnología y a la era de las comunicaciones pudimos visualizar todo el colorido de las banderas de diferentes países del mundo, sus cánticos y bailes tradicionales, trajes típicos y modernos, entre tantas vivencias y experiencias que todos los que vimos parte o la totalidad de este magno evento nos dejó.
Yo aprendí lo siguiente del mundial de fútbol:
1.- De la misma forma como canto el himno de mi patria, incluso hasta las lágrimas, debo actuar en el día a día, poniendo el corazón en todas mis acciones en beneficio de mi patria y comunidad.
2.- Cuando termine el evento deportivo: ¿Por qué no puedo acercarme a mis semejantes del equipo rival y felicitarlos si mi equipo perdió?... y si mi equipo ganó: ¿Puedo aplaudir a mi rival por su dignidad y esfuerzo?
3.- Una vez culminado el encuentro, debo limpiar el área que ocupé, levantando inclusive los desperdicios que "No son míos", o que "Yo no los boté", tal como me enseñaron mis hermanos Japoneses...hermosa lección.
4.- Que hermoso fue observar que los presidentes de diferentes naciones sonreían al ver jugar a sus equipos, a sus compatriotas, al margen del resultado, al final se daban la mano y hasta se abrazaban con una amplia sonrisa... ojalá esto sucediera en la cumbres mundiales para hablar de la paz y unión en el mundo, para descontaminar la tierra y asistir a los más necesitados.
5.- Cuando visite otro país, debo respetar sus normas de buena y sana convivencia, sus leyes, pero primero debo aprender a vivir y compartir esa experiencia mirando hacia el interior, es decir, comenzar haciéndolo en mi país.
6.- Que hermoso e interesante fue observar la diversidad de razas, credos y estilos de vida de cada país, imagínense un mundo en que todos fuéramos iguales, como fabricados bajo el mismo molde...¿Que aburrido no?...es por eso que debemos valorar a todas las razas y costumbres de todos los países del mundo.
7.- También reforcé lo que mis padres me enseñaron desde muy pequeño, a respetar a todos por igual, y es que también pude observar que hay deportistas que tomando poses de "Divos" o "Intocables", faltaron el respeto a sus similares de los otros países, profiriendo insultos que las cámaras pudieron reproducir, inclusive sin amonestación alguna del árbitro de turno.
8.- Aprendí a que si se trabaja con planificación y compites con dignidad, puedes derrotar al mejor de tus rivales, aprendí a que nadie te puede decir que eres el perdedor sin siquiera haber jugado el partido.
9.- Muchos te dirán que juegues de tal o cuál manera, pero por sobre todas las cosas, deberás seguir las indicaciones de tu director técnico o de tu jefe inmediato superior, ya que el sabrá cuál es tu mejor ubicación dentro de tu equipo, basado en tus competencias y habilidades, por lo tanto no dudes en seguirlas con orden, concentración y disciplina.
10.- En un trabajo en equipo cada uno tiene un rol importante y específico, si te esfuerzas por hacer extraordinariamente bien la misión que se te asignó y colaboras con las demás áreas de desarrollo, dirás al final: ¡Gol! ¡Lo logramos! ¡Triunfamos!
Y ustedes queridos amigos y amigas: ¿Qué aprendieron del mundial?
A pesar de todo, buscaré ser el ganador del Mundial de mi Existencia.
Dios los bendiga por siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Miércoles 18 de julio del 2018
02:56 pm
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