domingo, 15 de enero de 2017

UNA FORMA DE GANARME LA VIDA

Buenos días queridos amigos, en primer lugar les deseo un magnífico año 2017, y que sus proyectos y planes de desarrollo logren la trascendencia deseada.
El tener auto te da la tranquilidad y comodidad de desplazarte a donde desees ir, sin tener personas a quién "Soportar", o a vendedores ambulantes que suben en todo momento al bus y que se ha vuelto una forma más de auto emplearse en nuestro país, el Perú.
Pero, al mismo tiempo, me agrada viajar en este medio de transporte masivo, ya que a través del público que sube y baja del ómnibus puedo tomar una radiografía de lo que acontece culturalmente dentro del mismo, desde la forma de sentarse de las personas, hasta las que tiran los desperdicios al piso.
En esta oportunidad observaba a las personas que subían al bus a "Trabajar".
Algunos ofrecían caramelos, otros subían con recetas médicas manifestando tener familiares graves y pedían ayuda a los usuarios, unos niños subieron a cantar huaynos en quechua, el segundo idioma de nuestro Perú, pero me llamó la atención la habilidad, enfoque y seguridad de un señor que desde que subió al bus no vendió la imagen de una persona "Pobrecita" o que haya subido a "Llorar sus miserias" a los pasajeros, sencillamente subió a vender buena salud.
Inició su monólogo expresando que vivimos en un país hermoso el cual debemos cuidar, pero que al mismo tiempo nos venden solamente lo malo de nuestra sociedad, "Aconsejó" a los ocasionales "Clientes" a no ver programas de televisión que contaminen sus mentes y corazones, los cuales tienen un bajo nivel cultural, y los invitó a leer en familia, a ver documentales valiosos sobre el Perú, a practicar deportes, a unirse más con los seres queridos a reír más, a valorarnos más.
Luego habló sobre las grandes industrias que nos vuelven consumidores a gran escala de sus productos, como las grandes empresas de gaseosas de talla mundial que a través de una publicidad a gran escala nos venden sus productos que causan tanto daño a la salud, por su alto contenido de azúcar e insumos químicos, las industrias de la muerte como las tabacaleras que tanto daño hacen al cuerpo humano, la música de pésima calidad, los falsos líderes que usan su imagen para ofrecer cosas banales que no hacen crecer a las personas.
Habló del amor a la familia y a los hijos, y que no permitamos que nuestros hijos caigan en cosas malas o vicios, que cuidemos lo más valioso que es nuestra salud y seguridad.
La exposición que hizo este buen hombre se puede comparar fácilmente a una clase de educación cívica o a una sesión de tutoría motivacional, y realmente parecía que el que había subido al bus no era un "Pobre vendedor ambulante", sino un maestro comprometido con la sociedad y su país.
Sólo al final de su "Asesoría" ofreció al público galletas de kiwicha, maca y linaza, e invitó al público a valorar estos alimentos por su alto contenido nutricional, y que nuestro país es un campo fértil, cuyas tierras acogen tan saludables productos.
Finalmente el carismático "Asesor de salud", ofreció los productos mencionados al precio de un sol, y observé que tuvo la acogida del público, observando que al menos diez pasajeros compraron las saludables galletas, que contaban con marca y registro sanitario para aprobación y confianza de todos sus clientes.
Yo estaba por llegar a mi destino y observé que el señor también se disponía a bajar, y lo felicité y agradecí por el llamado a la reflexión que hizo a los pasajeros y la dignidad al ofrecer sus productos.
El digno hombre me agradeció y me dijo que ese era su trabajo y que esa era "La forma de ganarse la vida"...
En mi patria los vendedores que suben a las unidades de transporte ofreciendo productos de diversa índole, no tienen la acogida general de la población, es más, ya se hizo parte de la "Cultura popular" de la ciudad, ya que nadie les prohíbe hacer esta actividad comercial, habiendo también delincuentes que amenazando al público les piden dinero,y en muchos casos logran robar a los pasajeros.
Hoy deseo "Salvar" el buen señor que subió a "Ganarse la vida" de una manera digna, mirando a las personas lúcidamente, sin dar la impresión de "Mendigar", sino más bien de llevar una palabra de optimismo a sus similares, tal como lo hacen los buenos maestros.
Manejando mi auto no hubiera tenido la gran oportunidad de presenciar lo que estoy plasmando en estas líneas, llegando a la conclusión una vez más que no hay como la buena educación y amabilidad para llegar a las personas, para inspirar confianza, y es que el actuar de buena fe es notorio desde el inicio.
Mucha gente carece de empleo y están esperando en sus casas hasta que este llegue, pero este padre de familia no esperó y salió a trabajar de una forma digna, perdió la vergüenza y el temor al qué dirán e hizo de su ser su propia compañía, su pequeña empresa, así lleva el sustento a su digno hogar.
Y tú: ¿Cómo te ganas la vida?...
No digo que hagas lo mismo que hace el Señor producto de esta breve historia, pero si actúas con optimismo y pierdes vergüenza nadie te detendrá en el camino de tu realización.
Una vez más aprendí una lección de vida viajando en bus.
Me gano la vida Educando... anhelo hacerlo cada día mejor.
Dios los bendice por siempre mis amigos.

Marco Antonio Malca Delgado
Domingo 15 de Enero del 2016
07:31 am