sábado, 15 de marzo de 2025

EL CAMBIO DE AULA

Es febrero, y viene el inicio del año escolar, la escuela se está preparando para recibir a la razón de ser de la educación, a sus hijos predilectos: sus amados alumnos.

La dirección de la escuela envía un comunicado a los padres de familia, brindando directivas importantes, dentro de las mismas, la de asignación de aulas a los alumnos, y no habrá cambios en las mismas.

Pasan las horas, y llegando al colegio varios padres de familia, sobre todo de secundaria, con la finalidad de exigir que cambien de aula a sus hijas, ¿Las razones? 

Hay diferentes tipos de razones:

1. "A mi hija la miran mal".

2. "Se siente sola".

3. "Todos están en contra de ella".

4. "No la incluyen en los grupos".

5. "Los alumnos (varones) se burlan de ella".

6. "Antes eran las mejores amigas y ahora no se hablan".

Y un largo etcétera de argumentos que  lo único que hacen es sobreproteger a  una generación débil, con una alta cultura de la queja, y si agregamos a estos factores que su actitud hacia las decisiones en el colegio son de desacato y falta de respeto, nos encontramos con padres de familia extraviados de la educación de sus hijos, que suponen que la escuela es su "Club privado" para dar ordenes y exigir cambios.

Lo más preocupante es que los pedidos de cambio de aula son en mayor porcentaje para alumnas, cuyos padres se dejan influenciar y llegan al colegio a exigir esos cambios.

¿Qué está sucediendo? ¿Por qué los padres no forman con determinación, amor y carácter a sus hijos? ¿O es que son los hijos, en este caso las hijas quienes dan "ordenes" a los padres?

La escuela, mediante sus autoridades responden que no habrá cambios de aula, pero los padres insisten en lo mismo, inclusive pretendiendo endosar sus problemas familiares a la escuela, o las alumnas trayendo sus problemas externos, como insultarse por las redes sociales fuera del horario escolar y si les toca en el mismo salón exigen que el colegio las cambie, o las pongan en el salón donde está "su mejor amiga".

Evaluemos, la escuela tiene como una de sus misiones angulares formar y forjar seres humanos extraordinarios, con personalidad, estabilidad emocional que deben traer en primer lugar de sus entornos familiares, colabora con la educación y diversidad cultural que traen de sus familias, más no "cría" a los estudiantes, eso viene de casa, pero al parecer, ahora la escuela no sólo cría, sino que está obligada a obedecer las "órdenes" de los padres, inclusive de los alumnos ante sus demandas y requerimientos, en este caso de cambio de aula, como si en la vida vamos a ir cambiando de entorno social, da familia, de compañeros de labores, de barrio porque los vecinos me miran mal, etc.

Una de las grandes misiones que tienen los padres es formar a sus hijos con gran personalidad, que sean seguros de si mismos, que aprendan a defenderse sin llegar a la violencia física o verbal, que acudan a las autoridades del sistema educativo, en primer lugar del tutor de aula, luego tienen toda la organización de la escuela: Coordinación de Tutoría y Orientación Educativa (TOE), Coordinación Académica General, Profesores por Especialidad, Departamento de Psicología y la Dirección.

Los alumnos no están solos en la escuela, saben que cuentan con todo el apoyo y soporte emocional, salvo que no se haya hecho un seguimiento o apoyo ante una situación comprobada de acoso dentro del colegio, y eso sí sería una falta en contra de la seguridad integral de los alumnos.  

Los tiempos han cambiado demasiado, antes, los padres formaban a sus hijos en la templanza, espíritu fraterno y  valentía para afrontar diversas situaciones en la vida, como por ejemplo soportar el dolor cuando se caen al suelo, esmerarse en estudiar cuando no entienden o tienen bajo rendimiento, defenderse cuando alguien los quiera agredir física y verbalmente sin necesidad de violencia de toda índole y mucho más.

Hoy la sociedad ha cambiado, pero para pretender minimizar el liderazgo de la escuela, a tal punto que ante una denuncia, la escuela está obligada a hacer cambios, sin recibir en un alto porcentaje, el apoyo de las autoridades del sistema educativo.

¿A dónde llegaremos con padres así? ¿Es la escuela un refugio donde niños y jóvenes ordenan a los padres sus caprichos y la escuela debe someterse a los mismos?

El cambio de aula no es la solución, el cambio de actitud si lo es .

La sociedad y el mundo necesitan personas fuertes en su personalidad, fraternos y alegres.

¿Estaremos frente a una nueva juventud sin espíritu valiente?     

Dios los bendice

Marco Antonio Malca Delgado

Sábado 15 de marzo del 2025

11:25 am 

   

    

 

 

 

 

   

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