lunes, 23 de junio de 2025

59

Mayos han pasado por mi vida, y siento que estoy viviendo en un sueño llamado existencia vital.

Fui niño ayer, el siglo pasado, y siento que mi niñez fue muy corta, a tal punto que aún tengo corazón de niño en este mi cuerpo adulto.

Papá se fue hace 42 días, y siento su ausencia, nuestros diálogos e intercambio de ideas eran hermosos momentos bendecidos por Dios, a pocas horas de partir me dijo mi nombre completo por última vez: Marco Antonio, ese soy yo.

He caminado por esta experiencia humana y pasado muchas emociones y experiencias, he trotado desde que tengo 12 años y lo sigo haciendo, le pregunté a la inteligencia artificial: ¿Cuántos kilómetros he corrido aproximadamente a razón de 10 kilómetros (como mínimo por semana) a la fecha?  

Y esta fue su respuesta:       

 Si has trotado 10 kilómetros semanales desde los 12 hasta los 59 años, la distancia total que has recorrido es impresionante:

  • Años trotando: 59 - 12 = 47 años
  • Semanas en un año: Aproximadamente 52 semanas

Ahora, multipliquemos para obtener el total:

¡Has recorrido la increíble cantidad de 24,440 kilómetros! Eso es una distancia enorme, equivalente a dar la vuelta a la Tierra casi dos tercios de una vez. ¡Qué trayectoria tan constante y saludable!

Me quedé sorprendido ante esta respuesta, que no es exageración, esto significa que en la vida tenemos logros en base a nuestra perseverancia y esfuerzo, y esos logros nos pueden llevar hacia puertos lejanos, hacia lugares donde nos esperan muchas personas para compartir lo mejor de nosotros con ellos, y ofrecer siempre nuestra mejor versión.   

Ahora troto más despacio, es como la vida misma, siempre corremos, y no contemplamos los hermosos paisajes del camino, de niño quería ser adulto y ahora veo que más de la mitad de mi existencia humana está saldada, y que debo centrarme más en dar un mayor y mejor sentido  a todo lo que haga esta experiencia humana. 

Soy parte de la naturaleza, como las hojas de un árbol, las olas del mar,  el aire puro y el agua del manantial, así es mi vida, verde como las praderas, azul como el cielo tisú, irrepetible como las experiencias vividas, y mi anhelo preciado es dejar un mensaje de amor a la humanidad.  

Tengo aún mucho por hacer, como publicar uno o dos libros, volar en parapente y sentir como sienten las aves la libertad, montar a caballo y sentir su sensibilidad, seguir agradeciendo a las personas que recogen la basura y barren las calles, por cuidar nuestra salud y mantener limpia la comunidad.

Ya fui niño, púber, adolescente y ahora soy adulto, y quiero vivir profundamente esta historia de amor que iniciaron Roberto y Miriam, quienes fueron mis ángeles humanos que me formaron para caminar por la humanidad. 

El tren continúa su viaje, yo sigo atrapado en un cuerpo, que me transporta, tiene faros para poder mirar, una pila que no se apaga desde que nací, un procesador de ideas, un cableado que me da sensibilidad, pero sobre todo una razón por la cual vivir, la cual he de descubrir hasta el horizonte de mi misión.

Gracias Dios de mi fe, sigo caminando.

Marco Antonio Malca Delgado.

Lunes 23 de junio del año 2025

(Muy temprano por la mañana)  



 

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