martes, 11 de junio de 2013

LOS HIJOS DE LA VIOLENCIA

Hola mis buenos amigos. He leído varias veces un importante artículo titulado "Los hijos de la guerra" escrito por la periodista Laura Jimenez Varo desde Beirut capital de Líbano en el que narra lo grave de la situación por la que atraviezan los niños debido a la violencia que viven desde que tienen uso de razón a causa de los pleitos infundados entre los diferentes barrios de la capital del país en mención.
Dos de esos barrios en conflicto permanente son Bab el Tabbaneh y Yabal Mohsen, donde los más pequeños no sueñan con ser astronautas o futbolistas como todo niño lleno de ilusiones, ellos juegan a hacer la guerra con fusiles automáticos y a IMITAR A SUS PADRES, milicianos que participaron en la guerra civil de los ochentas.
Comparaba ésta grave situación con lo que viene sucediendo en diferentes "Barrios populosos" de Lima y el puerto del Callao donde los niños y jóvenes crecen por lo general en un ambiente de violencia y abuso, transmitido por sus propios padres y familiares, donde manda la maldad y el egoísmo, el hacer daño a otras personas sin razón alguna y ostentar poder al tener armas de fuego y punzo cortantes.   
Lo que les expreso no es teoría, fuí Director de un colegio particular en el Callao y recuerdo como un alumno de quinto de secundaria expresó que se emocionó cuando el padre de uno de sus mejores amigos le regaló un revolver cuando cumplió 17 años, ya que: "Ya era hora que aprenda a defenderse"y al preguntarle su opinión dijo que el también quería tener un arma ya que su barrio se tiene "Bronca" con otro muy cercano, y la violencia no sólo es juvenil, es también de los adultos: Padres y Madres, incluso ancianos.
"La guerra es una tradición entre los barrios de Bab el Tabbaneh y Yabal Mohsen", como expresa la ilustre periodista Jimenez Varo, y casi igual fué la respuesta de una persona adulta cuando le pregunté por qué se tienen cólera y antipatía entre dos barrios vecinos que pueden ser amigos: "Porque siempre ha sido así y eso nunca cambiará" expresó este señor en tono contundente y violento.
Sé que la situación de los barrios de Beirut y los de Lima y Callao son diferentes en cuanto a la magnitud de las agresiones, ya que ellos cuentan con armas de fuego en su totalidad, tienen fusiles automáticos y viven en constante conflicto, pero no deja de preocupar ya que en vez de reducirse la violencia y las personas portadoras de armas de manera ilegal ha aumentado.
En el día a día vemos en los noticieros escenas tristes de muerte a causa de pleitos y venganzas entre barrios y ya no son causadas por armas blancas, sino por armas de fuego que se consiguen con suma facilidad, enlutando a familias enteras y cortando perspectivas de vida que pudieron ser canalizadas con éxito.  
"Durante la crisis, el odio que se tienen los niños (de uno y otro bando) se hace muy Obvio"expresó Grace Jabbour coordinadora de Restart, una asociación que trabaja en Beirut para aliviar las secuelas de la violencia en los más pequeños. "Son niños traumatizados, muy frágiles, tienen muchos problemas psicológicos a causa del conflicto, o los tenían anteriormente y se han agravado", expresó.
¿Acaso no hay una situación similar entre nuestros niños y jóvenes de zonas peligrosas?
Y muchos de ellos han abandonado la escuela a sabienda de sus padres y no tienen oficio ni beneficio, salvo en pensar en sus próximos pleitos con el barrio enemigo....... triste, pero existe ésta realidad.
Definitivamente hay soluciones culturales para evitar la violencia en las calles y barrios de nuestro País, y es que el ministerio de educación a través de sus técnicos y especialistas tienen que realizar un plan estratégico en zonas de conflicto para fomentar la reconciliación y una cultura de paz.
La mayoría de personas que viven con violencia, en conflicto permanente y odiando sin razón alguna, son víctimas sociales y culturales de otras personas que influyeron negativamente en éstas, pero SÍ existe solución a éste problema social latente, no sólo es aumentar efectivos policiales; esa no es la solución sino el cambiar por completo a estos niños y jóvenes con sus familias incluídas a fin de conducirlos por el sendero de la cultura y la vida pacífica en comunidad.       
Las bases de la familia en el Perú está en crisis, sabemos que hay hogares destrozados con hijos en la calle delinquiendo y drogándose, pero si se realiza lo más pronto posible un trabajo colectivo (De un país entero) a fin de recuperar la vida en comunidad en paz y en progreso lograremos detener ésta situación que se viene agravando y no se le dá solución.
Hay barrios que tienen bandas de delicuentes en sus filas, uno de éstas agrupaciones se hacen llamar "Los casi casi" y son personas adultas, que portan armas de fuego y lo más triste e insensible es que han formado una banda de menores llamada "Los mini casi casi",  y los integrantes son sus propios hijos, púberes entre los 12 y 15 años de edad quienes lamentablemente "Heredan" la cultura de violencia y agresión de sus propios padres....... que preocupante. 
Trabajemos el País entero para lograr rescatar a tantos niños, jóvenes y adultos que están desorientados, la solución no es agredirlos ni encarcelarlos, la verdadera solución es Educarlos, darles oportunidades de desarrollo y deseos de superación, enseñarles desde que tienen uso de razón con disciplina y amor.
Un país necesita de la colaboración valiosa de todos sus integrantes, nunca lo olvidemos.
Dios los bendice siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Martes 11 de junio del 2013
09:35 am  

 
  


    

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