domingo, 5 de febrero de 2017

¿LEVANTAS AL QUE SE CAE?

Desde los 12 años de edad salgo en forma frecuente a trotar, y lo hago casi siempre frente al mar, es para mí la mejor forma de relajarme, el practicar un deporte es la mejor medicina para prevenir cualquier enfermedad del cuerpo y del alma, y me da la gran oportunidad de estar en contacto con la naturaleza, y la sociedad.
Siempre aprendo del diario accionar de mis semejantes, y busco por sobre todo aprender lo mejor de ellos, y también asimilo lecciones adversas, que me sirven para mi posterior análisis y reflexión.
Me encontraba trotando, subiendo por un camino de cemento muy bien construido por la municipalidad distrital, donde todos los días suben y bajan trotadores, caminantes, ciclistas y familias que buscan compartir muy cerca del mar, y detrás mío escuché el timbre de una bicicleta que anunciaba su paso, y también a través de esta timbrada me solicitaba permiso para pasar.
Me ubiqué sobre mi lado derecho y el ciclista pasó sin problema alguno, pero en el lado izquierdo habían tres personas: Una señora, un anciano que parecía su padre y un niño, quienes ocupaban gran parte del ancho de la vereda, y el ciclista para evitar atropellar al niño, perdió el equilibrio y cayó al suelo, yo estaba trotando suavemente y me detuve, observé que el deportista caído en el piso expresó con molestia: ¡Carajo!... mirando a la señora, quién le dijo que ese camino no era para ciclistas, y que no debía pasar por allí y el ciclista aún en el piso, adolorido y junto a su bicicleta también refutó la respuesta de la señora, a quién le dijo que ella debió ir por las escaleras no por ese camino, y seguía sentado adolorido.
Tal vez este hecho pareciera uno más del día a día, pero si reflexionamos sobre lo acontecido  yo pregunto: ¿Por qué la señora no ayudó al ciclista a incorporarse en vez de increparle por el camino tomado? ¿Le preguntó si se encontraba bien? ¿ Le ayudó a levantar su bicicleta?... pues la señora no hizo ninguna de esas acciones, solo se limitó a "Reclamar" a la persona caída en el suelo.
A través de esta acción comprobé una vez más que los humanos tenemos dos caminos a seguir cuando vemos a alguien "Caído" ante cualquier circunstancia: Lo levantamos y aliviamos o le seguimos increpando a pesar de estar "En el suelo".
El hecho presenciado tal vez sea uno más del cotidiano, tal vez usted amigo lector me diga: "No exageres hombre, quién no se cae en su diario caminar, felizmente está bien, no pasó nada".
Pero si voy más allá, reflexiono acerca de como actuamos cuando se cae una persona, sea un familiar, un amigo, o tal vez un enemigo, y es que muchos se alegran cuando alguien se cae en el camino.
A lo largo de mi vida he visto a muchas personas "Caerse" en la ruta de su vida, y en pocos casos vi una mano solidaria que ayudó a levantar a esas personas de su caída, fuerte, dolorosa, inesperada, y es que la humanidad siempre fue así... indolente, y hoy más que nunca vemos esas actitudes en el día a día: Mi hermano se enferma y en vez de visitarlo y ayudarle expreso: "¡Ah! para que no se cuida pues! ¡Ahora es su problema! ... un amigo pierde su trabajo y digo: ¡Que habrá hecho para que lo boten! ¡Bien merecido lo tiene!... A mi vecino le roban en su casa y expreso: ¡Es su culpa, para qué deja la casa sola! ¡Yo vivo al costado pero no me meto!... y así nos comportamos muchas personas de carne y hueso, mente racional y corazón para amar... en forma egoísta y miserable, por que estas actitudes forman parte de nuestra miserias humanas, al que está en el suelo, en vez de levantarlo lo "Chanco", lo critico, lo sigo haciendo leña, demostrándole lo mal que actuó o enfatizando el error que cometió, e inclusive haciéndolo extensivo entre su entorno amical y familiar.
¿Saben? en mi vida me caí muchas veces, y recuerdo que solamente los únicos que me aman de verdad fueron los que estuvieron a mi lado... recuerdo a mis padres, esposa, alguno de mis hermanos, y dos amigos verdaderos "Como máximo", quienes como roca dura me sostuvieron con su inmenso amor, quienes ayudaron a levantarme, quienes me dijeron lo valioso que soy para ellos, quienes me ayudaron a recuperar mi fe perdida cuando me caí en la ruta de mi vida, y en algunas ocasiones con varias "Vueltas de campana"... y es allí donde sabes en realidad quienes te aman y quienes "Festejan" tu caída, quienes al ver que estuviste caído en vez de levantarte te "Chancaron" aún más, creyéndose los perfectos, los elegidos de Dios por ser "Extraordinarios", los que nunca cometen errores y todo en su vida son éxitos y aciertos.
Pero también es fundamental aprender de nuestras caídas para ya no volver por esa senda que nos causo dolor, ya que si siempre me caigo por la misma acción es por que no aprendí de mis errores.
Lo que dejo en estas líneas como aprendizaje es como las personas podemos actuar ante situaciones en las que vemos que alguien "Conocido o no se cae", que debemos ser solidarios, que debemos levantar al que sufre, que debemos empujarlo hasta que tome nuevamente el camino adecuado, esa es nuestra misión de vida, la ayuda fraterna y solidaria ante situaciones adversas que puedan pasar a las personas de nuestro entorno, no podemos actuar con frialdad mientras otros sufren.    
Finalmente, cuando pasé junto al Señor ciclista que se había caído le pregunté primero si le dolía algo, le dije cómo se sentía, y me dijo "Estoy bien señor, gracias"... lo ayudé a incorporarse y levantar su bicicleta le dije que a veces los accidentes nos aguardan en forma inesperada, y el gradualmente se sintió mejor... tal vez la señora en vez de increparlo debió asistirlo a pesar de su molestia, debió dialogar y así aliviar la cólera y el dolor, debió actuar con solidaridad.
No soy el salvador de nada, soy sincero en decir que muchas veces "Negué" mi ayuda a personas que se cayeron por una u otra razón, era de la mancha de los "Perfectos y Criticones" que en vez de ayudar y levantar al caído hacía leña de el o ella... felizmente la vida me dio sabias enseñanzas que hasta ahora no termino de aprender... ese es mi reto personal: "El darme cuenta que ha nacido para servir y ayudar en lo que pueda a todas las personas que necesiten de mí, conocidos o no".
Sé que la señora no se alegró al ver al señor ciclista caído, pero hubiera sido "Mágico" que le dijera: "Señor permítame ayudarlo, ¿Está Usted bien?"... estoy seguro que se contuvo por tensión o tal vez por falta de reacción.
Y tú amigo: ¿Levantas al que se cae? ¿O encima que lo vez caído lo "Chancas"?
Es bueno vivir estas experiencias para aprender cada día más... en lo personal me vuelve más solidario, me vuelve más "Humano".
Eran tan solo unas líneas que deseaba compartir con ustedes.
Dios los bendice por siempre.

Marco Antonio Malca Delgado
Domingo 05 de febrero del 2017.
06:16 am   


        

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