viernes, 18 de abril de 2025

CARTA DEL PERÚ A JESUCRISTO

Hola Jesús de Nazareth, mi maestro bondadoso, soy tu hijo Perú, un ser vivo estructuralmente fuerte, lo suficiente para mantenerme con vida a pesar de mis enfermedades.

Hoy viernes santo,  recuerdo junto a mis 34 millones de gotas de sangre, tu más hermosa entrega de amor al ofrecer tu vida por mis faltas, errores y pecados, y es que tu sabes que las numerosas gotas de sangre que mueven mi cuerpo no funcionan en equipo, conmocionan mi ser, cada una camina por su lado, ocasionando que me duela el corazón, el alma, el espíritu y todo mi organismo.

Aún así logro seguir a mi ritmo, lento como una tortuga, pero sin parar, estoy viviendo una historia de lágrimas y dolor, aquellas que tu viviste en tu paso terrenal, al ser torturado por los mismos que te aclamaban, y ser crucificado por los que después dijeron: "realmente este hombre era hijo de Dios", hoy recuerdo tus 7 mensajes de amor que expresaste desde la Cruz, las mismas que ahora yo quiero recordar a cada gota de sangre de mi organismo, de esta comunidad llamada cuerpo, este cuerpo que se llama Perú.

"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".

Me recuerda todas las injusticias y barbaridades que han cometido conmigo todos los que han cuidado de mi en su momento, y que no pudieron unir cada gota de sangre de mi ser, a pesar de ello tu siempre me sostuviste con tu inmenso amor.

"En verdad os digo que hoy estarás conmigo en el paraíso".

Esta bella expresión tuya me da la esperanza que a pesar que me encuentro desahuciado por tanta muerte y corrupción, si alguien bueno se encarga  de mi y se preocupe por unir cada elemento vital de mi ser podré sanar y seguir caminando seguro con un cuerpo renovado.

"Mujer, ahí tienes a tu hijo... ahí tienes a tu madre".

Por favor Jesús, ilumina las mentes y corazones de cada gota de sangre llamada mujer para que formen bien a sus hijos, para criarlos con exigencia y amor, con ética y bondad, con empatía y deseos de superación. Mi cuerpo llamado Perú clama por buenos hijos, que respeten las normas y tengan deseos de superación.

"¡Dios mío, Dios Mio! ¿Por qué me has abandonado?" 

Esa misma exclamación le hago a cada parte de mi organismo: ¿Por qué me han abandonado? ¿Por qué me han desangrado? ¿Por qué me han dividido? y hoy más que nunca les diría ¡Únanse por favor! de una vez por todas ¡Compréndanse! ¡No me abandonen!   

"Tengo sed".

Sed de cambio radical para sanar, sed de justicia para mis gotas de sangre que murieron asesinadas, sed de un cuerpo nuevo, unido y lleno de deseos de superación.

Sed de ser un nuevo Perú, unido por completo, reconciliado, vivo, próspero y alegre. 

"Todo está consumado".

No quisiera llegar a decir ésta expresión, no quiero morir asesinado por mis propios glóbulos rojos, no quiero que sigan golpeando mi cuerpo, que me sigan dinamitando, que me sigan incendiando.

"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".

Si Señor Jesús, hijo de Dios hecho hombre, te pido hoy Viernes Santo que bendigas a cada gota de sangre que tiene mi cuerpo, a todas sin excepción, perdónalos por no saber estar a la altura de mi ser, perdónalos porque me diste un cuerpo maravilloso con tres regiones vitales, y un hermoso mar de vida, pero me inyectaste sangre en gran porcentaje contaminada.

Por favor divino maestro, pon sangre nueva en este tu hijo Latinoamericano llamado Perú. 

Hoy sábado de gloria, te ofrezco mis líneas, y te pido por favor sanes cada milímetro de mi ser, quiero seguir con vida, quiero ser un Perú alegre, un país que siga adelante gracias a que sus hijos se unan y lleven a cabo un hermoso proyecto basado en la cultura del amor.

Marco Antonio Malca Delgado

Sábado, 19 de abril del 2025

00:51 am 

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario