sábado, 26 de mayo de 2012

LA LECCIÓN DEL MAESTRO AGRICULTOR

De las personas que menos pensamos aprendemos hermosas lecciones.
Caminando por una parcela llamada "La Calera" en un bonito pueblo llamado Guadalupe en el departamento de La Libertad, me alegraba mucho el sentir la educación y hospitalidad de sus pobladores, caminaba por las chacras hasta que llegué a un establo en el que habían 10 hermosas y robustas vacas lecheras y también se encontraba un señor de aproximadamente 75 años en el interior del mismo.
Observaba como les daba de comer, limpiaba el establo, sus comederos; ponía agua para que beban y todas éstas acciones las realizaba con mucho "profesionalismo" y cariño.
Al observar el señor que me estaba aproximando, me saludo muy cortésmente e inmediatamente hice lo mismo.
Le pregunté si no tenía temor de estar entre animales tan grandes a tal punto que podían envestirlo y hacerle mucho daño.
El señor agricultor inmediatamente me invitó a ingresar al establo, y con temor ingresé.
Ya en el interior me ubiqué cerca al ingreso por si en algún momento corría peligro y el hombre de campo me observó y echó a sonreir....... me invitó a su lado y me expresó que no tenía nada que temer...... me dijo que las vacas eran hermosas...... que gracias a la leche de "Ellas" la gente crece...... que son muy tiernas.
Recuerdo que para darme un ejemplo llamó a una de las vacas por su nombre , le dijo: "Florcita ven acá" e inmediatamente la vaca conociendo la voz de su pastor se acercó.
Pesaba aproximadamente 300 kilos o quizá más......
El Señor Próspero (así se llamaba el agricultor) comenzó a acariciarla en su cabeza y me quedé gratamente sorprendido al ver como la hermosa y pesada vaca le lamía las manos a Próspero y agachaba la cabeza tiernamente....... el ver sus grandes ojos mansos que brillaban por la presencia de quién le dá de comer y beber y lo más importante: Le brinda su Amor y cuidado.
Aquel día de verano fué muy especial para mí, ya que mi gran maestro fué el humilde "Don Próspero" (Así lo llaman en La Calera), al ver su dedicación y esmero al realizar tan duro y noble trabajo, pero Él lo hacía con Amor, con empeño, tratando a sus bellas vacas como si fueran sus hijas.
Me hizo reflexionar que si un animal reacciona de esa forma ante el sentido trato de un ser humano, como sentiremos nosotros los seres "racionales" cuando alguien nos dá todo su afecto y cariño.
Como Educador recordé a todos mis pupilos...... y sus respuestas afectuosas cuando se sentían estimados y queridos...... llevaban en su interior el afecto de la vaca lechera hacia su amo.........
Hoy doy gracias a Dios por conocer a mi Maestro Própero el cuál me dejó la mejor lección......... El Amor no es teoría......... El Amor se practica todos los días mediante nuestras buenas acciones......... no hay ser en la tierra que pueda resistirse ante tanto afecto.
Gracias vaquita tierna por darle de beber leche a todo el mundo....................
Gracias Próspero por tu humildad y grandeza, por tu sonrisa sincera, por ser promotor de Paz...........
Dios los bendiga.
Marco Antonio Malca Delgado
Jueves 24 de mayo del 2012
03:29 pm.      

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