Estaba pensando en el acontecimiento más importante de mi vida, en ese día que llamamos "el día más hermoso de mi vida", y retrocedí en el tiempo, intenté recordar entre sueños mi niñez, y parece que fue ayer que tuve 8 años, en 1974, año en que en mayo me internaron en el hospital del niño por una afección a los riñones, y recordé que era el "día de la madre", yo estaba triste, pensaba que mamá no llegaría a visitarme, cuando repentinamente llegó y me abrazó llorando, me dijo que no me podía dejar solo así sea esa fecha especial, creo que esa escena de mi vida es una de las más hermosas que atesoro en mi mente y corazón.
Otro día muy sentido de mi vida fue cuando asistí a la ceremonia religiosa de mi primera comunión, recuerdo la preparación previa, era otra época; donde la fe y devoción era más arraigada que ahora, en pleno siglo XXI, ya que la escala de valores ha ido cayendo estrepitosamente. Nunca olvidaré el 08 de diciembre de 1974, junto a mis padres Roberto y Miriam, mis inolvidables padrinos Pedro y Katty, de todos ellos tan sólo tengo a mi padre caminando por el mundo, y a mi madre y padrinos en lo más profundo de mi corazón.
Las fiestas navideñas de mi infancia fueron las mejores, días antes y después, eran épocas en que pensaba que todos éramos eternos, y donde me preguntaba: ¿Por qué cada persona era diferente: niños, adultos y ancianos? pensaba que la niñez era muy larga, y anhelaba ser "grande" para hacer lo que quisiera, pues ahora soy "grande" y quisiera retroceder el tiempo para volver a ser niño, y vivir con mis padres y hermanos, e irme al parque llamado "Campo de Marte", para jugar con mis hermanos y amigos de la cuadra, y echarme por largas horas mirando el cielo gris del invierno Limeño, esos días también fueron muy hermosos.
Podría seguir enumerando hechos que me hicieron muy feliz, pero es difícil precisar cual fue el día más hermoso de mi vida, como olvidar el año 1979 en el verano, cuando fuimos al puerto de Pacasmayo junto a mi hermano Jorge y mi padre, y sentir que el mar, el sol y la arena se conjugaban con el corazón ilusionado de un niño de 12 años, o el año 1985, donde también sentí lo mismo, o cuando recibí mi título universitario, me encontraba solo en mi universidad, la decana de América, y el encargado de grados y títulos me dijo: "felicitaciones licenciado", se me hizo un nudo en la garganta, no lo podía creer, ya que a lo largo de mi vida tuve problemas con mi autoestima, y hasta me sentía incomprendido.
Algo que vivo hasta ahora, es que en varios casos los días más hermosos de mi vida, culminaron en ser los más tristes, y es que nunca pensé en que esto sucediera, en pasar de una algarabía y felicidad a la gran tristeza que te brindan los golpes de la vida, del amor al desamor, de la vida a la muerte, de la pasión y ternura al final extremo, pero en todas estas etapas no escapo de mis responsabilidades, o de lo que provoqué sin querer.
Ahora pienso que cada día tiene su hermosura, aunque estoy en una lucha por ver la inmensidad de lo hermoso que es vivir intensamente, trato de mantenerme en pie, luchando con mis penas y alegrías, con mis recuerdos alegres y tristes, con mis errores y aciertos, seguro que así es la vida.
Sigo caminando, herido en mente, cuerpo y corazón, luchando con mejorar en este largo caminar por la vida, guardando cada etapa, cada lucha, cada logro, cada derrota, cada lágrima, cada celebración, cada acto justo o injusto que tuve que afrontar.
Creo que aún sigo esperando el día más hermoso de mi vida, tú que me conoces ¿Me puedes decir si ya llegó y no me di cuenta? ¿O que llegó y se fue cansado de tanto esperar?
Lo que me esforzaré por hacer, es que cada día sea especial, que cada día sea hermoso, a pesar de tanto dolor, las horas, minutos, segundos, días, meses y años siguen pasando, y no me esperarán para verme feliz si yo no busco serlo.
Hoy solo pensaba en que tengo la ilusión de vivir nuevamente "El día más hermoso de mi vida".
Dios te bendice
Marco Antonio Malca Delgado
Viernes 16 de julio del 2021
00:27 am
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