Hola amigos, hoy domingo 27 de febrero, pido a la divinidad las expresiones adecuadas para recordar y rendir homenaje a un maestro bueno, un hombre positivo y grande en su fe y amor al prójimo, y lo sabía transmitir de manera transparente, natural y sencilla, su nombre: Nicolás Astete Carbajal, maestro de comunicaciones, apasionado de su profesión y vocación, la cual volcaba en las aulas, en las que durante muchos años disfrutaron sus alumnos del colegio "Carmelitas", " La Salle", "Noé Zevallos" , así como su labor pastoral educativa, a cargo de la comunidad "Virgen de la Estrella", que en compañía de América, su compañera de vida, fundaron y difundieron la formación en la Fe católica a varias generaciones de padres de familia y estudiantes de toda edad, legado del cual soy testigo.
Conocí a "Nico" en febrero del año 1998, cuando ingresé a laborar en el colegio "La Salle" de Lima, de la cual fue uno de los grandes referentes institucionales: Profesor de Comunicaciones en el nivel secundaria y tutor en sus diferentes grados, maestro de ceremonias en las actuaciones institucionales, miembro senior de los boy scouts, líder de la catequesis familiar y escuela de padres en la organización pastoral, participante activo en las misiones de ayuda solidaria y convivencia en el colca y otras regiones, "coach" de los alumnos que participaban en eventos inter escolares de declamación y oratoria, dentro de tantas actividades en las que participó en forma apasionada y afectuosa en su vida profesional.
En el aspecto familiar, un esposo de gran corazón, que compartía su amor a Dios junto a su amada América, quienes fundaron una hermosa familia: Milagros, Sandra y Nicolás, sus queridos hijos.
De Nico tengo hermosos recuerdos: compartimos habitación en los retiros espirituales que organizaba el colegio, y teníamos sentidas conversaciones, me aconsejaba con mucho afecto, extendía su inmensa fe hacia mi persona, nunca olvidaré su gran corazón y espíritu solidario cuando tuve una gran pérdida sentimental, su cercanía a pesar de mi sufrimiento es una hermosa lección de amor al prójimo que llevo siempre en mi corazón.
Otro aspecto que resalto es su gran memoria, ya que recordaba el nombre de cada uno de sus alumnos y antiguos alumnos, incluyendo el de sus padres, haciéndose de manera natural, merecedor de inmenso cariño, respeto y aprecio de toda la comunidad educativa.
"Muy bien hecho Marco Antonio , lo tendré en cuenta para el ascenso", expresaba en forma risueña cuando me felicitaba por alguna buena labor dentro de nuestra tarea educativa.
Dentro de sus grandes objetivos, logró que muchos padres de familia se unieran en matrimonio, o que hagan la primera comunión junto a sus pequeños hijos, solo un hombre de bien inspiraba a obrar con amor a otras, acciones como esas hace que el mundo siga creyendo en que la familia es la base angular, de paz y de amor verdadero en el mundo, así era Nico, un hombre de Dios.
Los años pasaron y caminé por otros lugares, pero siempre llevé en mi mente y corazón a mi querido amigo Nicolás, al cual, después del año 2006, vi solo dos veces más (creo), y dialogamos como siempre, me abrazó y aconsejó como siempre, y me decía que nunca deje de orar, que Dios siempre nos escucha y ayuda.
Hoy rindo un sentido homenaje con todo mi corazón a un hombre extraordinario, que nació para ser educador, un hombre altamente espiritual que difundía y era consecuente con su creencia y compromiso de fe cristiana, que ofrecía sus enseñanzas con inmenso positivismo y afecto a sus alumnos/as, viendo tan sólo los aspectos positivos de ellos, trabajando mucho en su autoestima y proyecto de vida espiritual.
Ojalá una escuela lleve su nombre, para que su legado no se pierda, ya que su paso por el mundo fue para dar la más hermosa lección de amor a sus semejantes, así fue Nico, sus antiguos alumnos, amigos, conocidos y familia, con seguridad afirmarían que un hombre como el debe ser recordado como un soldado del Dios de la eternidad.
Gracias querido Nico, todos los que estamos escribiendo sobre ti seguro lograríamos editar un libro que le pondría como nombre: "Nico, el legado de Amor de un gran Educador", todo lo que nos dejas nunca será olvidado, es nuestro deber seguir cumpliendo nuestra misión hasta el día en que Dios señale para estar a tu lado.
Recuerdo una canción Lasallista, que en una parte expresa: "Un árbol que dé esperanza, y consuelo para el que camina", ese eres tu querido Nico, tu energía sigue viva en las mentes y corazones de los que gozamos de tu presencia, enseñanza, gentileza y generosidad.
Son tan sólo unas pocas líneas para todo lo que nos dejas, ya vendrán más artículos y testimonios, como los de Renato Cisneros y Syra Briceño, y de las miles de personas que ahora más que nunca difundirán tus enseñanzas con fe, fraternidad y servicio.
Gracias Niquito querido, dile a Dios que lo amo con todo mi corazón.
Marco Antonio Malca Delgado
Domingo 27 de febrero del 2022
21:06 pm
Muy sentido escrito profesor Marco. No sabía que tan activamente participaba el profesor Nico en todo lo que emprendía. Su espíritu transmitía eso justamente, una presencia transparente y coordial con toda aquella persona que cruzaba en su camino. Siempre tenía un tiempo especial para todos a los que lo conocíamos. Esa cualidad sólo se encuentra en los grandes hombres que tiene y ha tenido este mundo. Gracias profesor Marco, y por favor siga escribiendo, una abrazo fraterno.
ResponderEliminarGabriel Moreno Gonzales