sábado, 28 de diciembre de 2024

CÓMO "APROBAR" FÁCILMENTE

 Si evaluamos los progresos en pedagogía a través de la historia, vamos a observar que se ha crecido considerablemente al considerar que el centro de la formación socio cultural es el ser humano, extraordinario, único e irrepetible, auténtico, con diferentes dones, talentos y orientaciones a diversas áreas del conocimiento desde niños.

Al acudir a la escuela los estudiantes desde la educación inicial, serán evaluados por sus maestros de turno, en base a un criterio profesional, una rúbrica evaluativa la cual ha sido elaborada bajo factores técnico pedagógicos elaborados con seriedad, enfoque y profesionalismo.

El maestro que "evalúa por evaluar", "evalúa a la criolla", "evalúa para que todos pasen", "evalúa "fácil" porque es "buena gente", está condenando a sus pupilos al fracaso.

Hasta la década de los ochentas creo, muchos docentes usaban la evaluación como un "poder" para dominar el comportamiento de sus alumnos, un medio de amenaza para mantenerlos callados, sin rúbricas de evaluación, sin objetivos claros que ayuden a los maestros a analizar el progreso de cada estudiante, estimular y visualizar talentos en las diversas áreas y buscar posibles soluciones para los alumnos que tengan dificultades de aprendizaje, se pueda detectar las causas y llevar a cabo un plan de mejora académica.   

Todo lo expresado líneas arriba lo gestiona un docente responsable, un educador que se vuelve "investigador nómada" de su carrera profesional, siempre enfocado en esos seres extraordinarios bajo su responsabilidad, a los cuales debe evaluar con objetividad, alta motivación y exigencia.

La evaluación es un proceso de desarrollo gradual, y debe tener objetivos claros, pero también poseer una "valla alta" hacia los estudiantes, es decir, no se les puede "regalar la nota", ya que si lo hacemos, estamos jugando con el proyecto de vida de seres humanos que están llamados a cambiar el mundo para bien.

Si soy un profesor de Ciencias Exactas como matemática por ejemplo, y tengo algunos alumnos que no han logrado los objetivos educativos durante el año escolar y los "preparo" para que den una "evaluación final" de fin de año y si aprueban la misma y con una sola "nota" pasan de año, no es nada serio, ya que la evaluación es un proceso de evaluación, de juicio de valor, de análisis de progreso, pero que no debe ser utilizado "a la criolla", y eso sucede en  el trabajo de un porcentaje de docentes que por "no hacerse de problemas", evalúan mal, sin criterio, inclusive basado en sus propios intereses como dar clases privadas a sus alumnos y posteriormente aprobarlos por la presión de que es "mi cliente", y debo de aprobarlo a como de lugar, sin tener en consideración el esfuerzo y perseverancia de los estudiantes que aún con dificultades han logrado las metas de aprendizaje. 

No es un buen docente el que "regala notas" a sus alumnos, los está perjudicando desde temprana edad si lo vemos desde los primeros años de la escuela, esos años en que a los más queridos de la casa se les debe exigir con afecto, se les debe presentar un hermoso "conflicto del conocimiento" para que puedan ser capaces a lo largo de su vida de "resolver problemas" y lograr objetivos, y verse retados a tener mayores retos académicos que afrontar, es así como logramos seres humanos exitosos, inspirando en ellos autodisciplina y alta motivación hacia los estudios.

Debo dejar en claro que cada estudiante posee diferentes dones, talentos y orientaciones hacia diversas áreas del conocimiento, no podemos pretender que sean "sabelotodo", más aún en épocas en que sabemos a ultranza que poseemos "inteligencias múltiples", siendo así, los profesionales de la educación estamos llamados a "conocer mucho" a los seres humanos bajo nuestra responsabilidad, a no condenarlos por no saber tal o cual materia, pero si buscar que a pesar de las dificultades, deben orientar asertivamente, y en base al grado y nivel, llevarlos a la reflexión de que todas las áreas de aprendizaje desde la escuela, todas, son importantes.

Finalmente, recuerdo a mis colegas docentes que no debemos "regalar" promedios y perjudicar de por vida a sus estudiantes, y que es nuestro "deber de estado" orientarlos hacia logros de aprendizaje que guarden fecundidad y se vean inspirados a seguir aprendiendo, a seguir investigando, a seguir creciendo.

La evaluación es un juicio de valor que debe aplicarse profesionalmente, bien pensada y meditada, sin intereses personales, con principios éticos, que inspire a los estudiantes hacia mayores retos de crecimiento cultural y académico.

Dios los bendice

Marco Antonio Malca Delgado

Sábado 28 de diciembre del 2024

05:30 am


 

 

      


    


 

   

1 comentario:

  1. Felicitaciones M.A., un tema muy importante para reflexionar y mejorar siempre. Un abrazo. Dr LACC

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