Desde que tengo uso de razón he escuchado que en casas, cementerios, iglesias, bosques y otros lugares, existen "fantasmas" o "espíritus" que "penan", especialmente en horas de la noche y madrugada, ocasionando miedo en las personas "de verdad", sean niños, jóvenes y adultos.
En lo personal, he vivido escenas de mi niñez bajo la compañía de estos "espíritus" que pertenecen a otra dimensión, recordando con total claridad el departamento acogedor donde viví junto a mis padres y hermanos durante 10 largos años, desde los cuatro años de edad.
Recuerdo a mi hermano mayor que lanzó un grito de madrugada, expresando que alguien lo estaba molestando y que sentía sus pasos, y mi padre lo gritaba desde su habitación, expresando que no hay nadie, pero esa historia continuaría.
En mi experiencia, y desde mi cama en el primer piso del camarote donde dormía, tenía mucho miedo levantarme de madrugada, el ambiente lo sentía "pesado", y lo que más me causaba miedo era el escuchar pasos muy cerca a mi cama, era una sombra muy alta, al parecer de un ser paranormal que caminaba con movimientos lentos, como si arrastrara los pies y estuviera con pantuflas, o algo similar.
Yo le contaba a mi madre y ella me regañaba, me decía que eso no existe, o que en todo caso estaba con la "conciencia sucia"... pero era muy pequeño para comprender lo que expresó.
Una noche, y con el afán de despertarlo en la madrugada para que pueda ver lo mismo que yo, le pedí a mi hermano dormir junto a él, a lo que accedió, y en la madrugada, sentí nuevamente los pasos lentos que se aproximaban hacia mi, levanté despacio a mi hermano y le dije en voz muy baja que mirara al frente, y afirmó que veía lo mismo que yo: dos sombras oscuras altas hasta la altura del techo de la habitación, que caminaban acercándose a nosotros.
Recuerdo que junto a mi hermano nos tapamos totalmente y sólo dejamos un pequeño espacio para poder respirar, ya que sentíamos mucho miedo, el mismo que se fue perdiendo en la medida que íbamos creciendo.
Decidí hacer este preámbulo con la finalidad de expresar si esas mismas circunstancias que sucedieron durante mi niñez se volvieron a repetir en mi juventud y adultez, y a decir verdad si han acontecido, pero con la diferencia que ahora ya no siento miedo, pero si he sentido "escalofríos" propios de la sensación que algún ser invisible está a tu lado, tal vez viviendo alternamente, quizás en otra dimensión desconocida por nosotros los humanos.
En uno de los lugares donde acontecieron estos sucesos fue en una escuela donde laboraba, siempre llegaba muy temprano en la mañana para verificar que las aulas se encuentren en buen estado y escribir una frase motivadora para el inicio de semana de clases: En una oportunidad ingresé sobre las 6 y 30 de la mañana a un aula, me encontraba escribiendo la expresión motivadora de la semana, cuando repentinamente se movieron algunas carpetas, el pupitre del maestro sonaba como si alguien estuviera ocupándolo, y yo ahí, quién estaba con escalofríos al sentir lo expresado, buscando por sobre todo mantener la calma y no tener miedo, y así fue...
Mientras escribía la frase de la semana, dialogué con las "sombras", les dije: "Hola, no sé quién eres, pero seguro estudiaste aquí y vienes de visita de ves en cuando, rezaré por tu descanso eterno y que estés junto a Dios", luego sentí un silencio profundo, como si alguien había partido dejando huella, y creo hasta ahora, que el orar por ellos lograron retirarse a la otra dimensión, la espiritual, dejando un silencio tipo camposanto, una paz digna de resaltar.
Esta experiencia la viví de adulto, y si bien es cierto sólo me concentro en la razón, es inevitable contar lo sucedido, así no me crean, y es que el mundo está todavía con "misterios sin resolver" y por aferrarnos a la razón no damos crédito a estos sucesos o experiencias.
La intención que tengo al compartir estas experiencias no es generar miedo, sino el dar testimonio de experiencias que muchas veces guardamos con la finalidad de evitar que se burlen de uno, pero que en lo personal no me interesan las mofas de otras personas.
A lo largo de mi vida he escuchado testimonios de experiencias como las que describí líneas arriba, mi padre por ejemplo, quién junto a mis tíos escuchaban la vida familiar que tenían "varias almas" durante la madrugada en su casa norteña de caña y barro, siendo testigos también sus padres, mis queridos abuelos.
Finalmente un consejo: si algún día vives una experiencia como las descritas líneas arriba, no tengas miedo, respira profundo y sonríe, agradece mentalmente al espíritu que está cerca de ti, no le tengas miedo, ten miedo a los vivos de carne y hueso, pero no a un ser espiritual, el cual te visita por alguna razón.
El mundo está lleno de misterios, a tal punto que nunca lo terminaremos de conocer.
Que tus ángeles protectores te bendigan en nombre de Dios espíritu.
Marco Antonio Malca Delgado
Lunes 06 de enero del año 2025
22:46 pm
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