domingo, 13 de diciembre de 2015

EVALUACIÓN DE FIN DE AÑO

Estamos culminando el año 2015, un año difícil, complicado, de conflictos, guerras, amenazas, terrorismo, sicarios, chismes, odios, rencores, pésimos programas de televisión local, colegios donde denuncian por maltratos de diversa índole, políticos que se insultan mutuamente dando mal ejemplo al futuro de una nación que son los niños y jóvenes, padres que hacen participar a sus hijos de acciones que traen ignorancia y vulgaridad... difícil... muy difícil... quizás alguno de ustedes me exprese que soy pesimista, que sólo veo lo malo, lo negativo, y como respuesta les digo que sí hay muchas cosas bellas en la vida.. pero la difundimos tan poco que pasan desapercibidas.  
Llegado el último mes del año es fundamental hacer una evaluación profunda de nuestras acciones y proyectos que hemos llevado a cabo durante el año y para ello debemos hacernos varias interrogantes:
- ¿Tomé nota de los anhelos y metas que me propuse para el presente año 2015?
- ¿Evalué con cierta frecuencia el avance de mis proyectos y las correcciones que debo hacer en el camino?
- ¿Supe escuchar buenos consejos para reajustar mis proyectos y ponerlos en practica?
- ¿Me siento más competente y mejor persona que el año pasado? ¿Cómo comprobarlo?
Estas y otras interrogantes más podemos interiorizarlas, reflexionarlas y llegar a conclusiones que nos hagan crecer como personas, no se trata de autodestruirnos, de martirizarnos y dañar nuestra propia imagen y autoestima, el objetivo es reinventarnos y seguir creciendo, evitar cometer los mismos errores y evolucionar a través de la vida.
De igual manera, los que tienen la hermosa tarea de ser padres de familia, deben sentarse junto a sus hijos para con mucho amor y total transparencia evaluar la conducta, actitudes y desempeño escolar durante los 12 meses de trabajo, y determinar en que aspectos crecieron y que plan de mejora debe haber para el crecimiento personal y familiar. Tal vez sea difícil llevar a cabo esta evaluación junto a los hijos, ya que ellos también nos pueden expresar que como padres no los atendimos ni los ayudamos cuando necesitaron de nuestra ayuda, pero de eso se trata, de que como padres también seamos evaluados por nuestros propios hijos, eso no significa que nos van a faltar el respeto, todo lo contrario, se sentirán con total libertad y confianza de expresar sus sentimientos, anhelos, logros, frustraciones y proyectos de crecimiento y proyección para una vida realizada y feliz.
Una evaluación es un juicio de valor, cuya finalidad es hacer crecer a las personas.
Si tuviéramos una sociedad que haga esta acción en forma frecuente y sin herir a nadie, sino que busque un cambio de actitud bien reflexionado, lograremos en un plazo determinado un país diferente, una sociedad que piense antes de actuar, que profundicen sobre sus propios actos y que aprenda a aceptar sus carencias y a realizar proyectos de mejora y desarrollo.
Creo que como parte de la formación que recibimos desde niños, los gobiernos deben hablar el mismo idioma en los objetivos de desarrollo educativo y enseñar a toda la población desde pequeños a autoevaluar sus proyectos y actitudes con la finalidad de crecer, de hecho que sería de gran valor tener una sociedad que antes de actuar evalúe los aspectos favorables y lo adverso, consiguiendo así personas con un alto sentido de sus actos, en el cual no solo pensara en si mismo, sino en valorar a los miembros de su familia y entorno.
Les deseo un fin de año grato, de sabias conclusiones que los hará evolucionar y continuar creciendo para lograr la felicidad a través de nuestras buenas acciones, trabajo y proyectos de desarrollo compartido, ya que no estamos solos en el mundo... hemos nacido para servir a nuestros semejantes.
La base de la felicidad radica en el servir y ver mejor a los pobladores de nuestro hermoso planeta azul.
Dios los bendice siempre queridos amigos.

Marco Antonio Malca Delgado
Domingo, 13 de diciembre del 2015
23:07 pm
  
  
    
  


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