martes, 6 de diciembre de 2016

MIRANDO MIS "LIBRETAS DE NOTAS"

Hijo, por favor, debes llevarte esta caja que contiene libros tuyos, así como también documentos, expresó mi buen padre, así que sin más los traje a mi casa y procedí a depurar hojas de muchos años que en realidad ya no servían, hasta que ¡Sorpresa! ... estaban mis libretas de notas de los primeros años que estudié primaria.
Las observé con minuciosidad, y las mejores evaluaciones las tuve cuando estaba en "Transición" es decir, lo que ahora es primer grado de primaria, en el año 1972... tenía 6 años de edad.
En matemáticas específicamente en el primer trimestre tenía 18 de promedio sobre una escala vigesimal que hasta ahora se usa en mi país, el Perú.
En el segundo trimestre 16 y en el tercer trimestre 15, culminando el año con un promedio de 16, lo cual, de acuerdo a la escala de aprovechamiento era "Bueno".
Observé posteriormente las libretas del año 1973, 1974 y 1975, de primero, segundo y tercer año de primaria respectivamente, y las notas de matemáticas cambiaron por completo, en primer año, con 7 años de edad, mi maestra me calificó con 06, 07, 08, 11, 05, 05, 11, 15 y 11, en nueve meses de estudio, eran mis promedios mensuales desde abril hasta diciembre.
En segundo año, con 8 años de edad mis calificaciones mensuales en esa misma área del conocimiento eran de 11, 05, 14, 07, 05, 05,05 y 12 menos el mes de mayo donde tuve 19 inasistencias por haber estado hospitalizado.
En tercer año, también en matemáticas, mis promedios mensuales fueron de 10, 05,05,05,09,05,13,07 y 05... un rosario de "Malas notas"... un "Mal alumno en matemáticas", una vergüenza para mis padres ya que la misma profesora que me enseño en estos primeros años los citaba para hablarles mal de mi, "Su hijo es flojo", "Es un gran mentiroso", "No está atento", "No cumple con las tareas", etc.
Y si agregara los comentarios y/o observaciones que me hizo en la libreta de calificaciones de aquella época, es para llevar las mismas a una facultad de Educación o a varias escuelas para hacer círculos de calidad y hacer reflexionar a los maestros sobre la forma como deben tratar a un alumno, como deben motivarlo, como deben corregir sus errores o ayudarlos en sus dificultades.
Al ver mis libretas de calificaciones de esos años, recuerdo los maltratos y humillaciones a los que fui sometido por la "Señorita Esther", quién en forma prepotente y abusiva me maltrató verbal y físicamente... y en mi casa también... tal vez esa era la forma de tratar a los hijos de aquella época, ya que así criaban a los padres, a golpes, insultos y cocachos, que rechazo y siempre rechazaré por completo.
Si San Juan Bosco, patrono de los Salesianos hubiera estado vivo, hubiera tenido que cerrar sus colegios en todo el mundo ya que no se cumplía con sus preceptos de Amor a los niños y a ser pacientes en su proceso de formación, ya que los mismos Sacerdotes, quienes era los "Directores" de los colegios tenían ese mismo comportamiento, como no recordar al padre Eugenio Masías y los cachetadones que les aplicaba a los alumnos en el rostro, o al padre Adolfo Jungbluth rompiéndole la ceja a un alumno por haberle tirado un campanazo a un compañero de mi promoción, esos eran los famosos "Curas Formadores" que tenía el colegio Salesiano, que tal vez algunos agradezcan por esa "Educación" que recibieron pero que yo condeno rotundamente por que marcaron mi vida para siempre, pero que felizmente ahora que tengo 30 años como profesional de la Educación busco ayudar a mis alumnos, con Amor y Exigencia, pero sin atropellarlos en su moral, dignidad y autoestima, tal como enseño el maestro Juan Bosco.
La razón de escribir estas líneas es para pedir por favor a mis colegas Educadores de todo el mundo que no maltraten a los niños y jóvenes, que seamos exigentes más no abusivos, que si estamos en este hermoso mundo de la enseñanza es por que tenemos esa vocación en nuestro espíritu, mente y corazón, que tengamos paciencia con nuestros pupilos, y que comprendamos que cada uno posee ritmos de aprendizaje diferente, inteligencias múltiples y que no pretendamos sacar "Robots" en serie de la escuela, sino seres humanos  extraordinariamente diferentes.
Retornando a mis libretas de notas,  la verdad, quisiera desecharlas, pero creo que eso no contribuirá en nada, así que compartiré las mismas, haciendo círculos de calidad con los maestros de la escuela donde soy Director, para sensibilizarlos y comprometerlos a ser mejores maestros cada día y ver las múltiples formas de ayudar a nuestros alumnos a aprender las diferentes áreas básicas del conocimiento que se imparten el la educación primaria y secundaria.
Gracias Señorita Esther y Curas del colegio Salesiano de Breña de los años 1972 a 1977, su maltrato me ayudó a ser un Educador con sensibilidad social y nació en mi la hermosa vocación de enseñar.
Dios los bendice por siempre mis amigos.

Marco Antonio Malca Delgado
Miércoles 07 de diciembre del 2016
12:59 am
  

           
  
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario