jueves, 18 de octubre de 2018

EL APELLIDO FUJIMORI

En un país de más de treinta y dos millones de habitantes, una hermosa nación llamada Perú, hablar del apellido Fujimori se ha convertido en pan de cada día.
Gratitud, odio, rencor, indignación, cólera, compasión, solidaridad, condena y muchos otros sentimientos son los que la población manifiesta cuando se habla de alguien que lleva el apellido en mención.

En base a lo que observo y he vivido en estos últimos 28 años, son Alberto Kenya y Keiko Sofía, padre e hija, quienes en un inicio gozaron de la aceptación y preferencia de gran parte de la población, pero que a través del tiempo la ciudadanía fue cambiando de opinión al ver actitudes que mermaron la reputación de ambos personajes de la política peruana: Alberto, condenado a 25 años de cárcel, culpado de genocida y malversador de fondos del estado, entre otras graves acusaciones y Keiko, hija del ex presidente quien postuló dos veces a la presidencia del Perú, perdiendo las elecciones en ambas ocasiones, pero que a decir de muchos, esas derrotas despertaron odio en ella, a tal punto de dirigir a los congresistas de su partido "Fuerza Popular" a gestionar para sus intereses partidarios, boicoteando la gestión del ejecutivo y sus ministros, logrando "Vacar" al Sr. Pedro Pablo Kuczynski, a pesar de ser el que brindó el indulto humanitario al ex presidente Fujimori.

Por otra parte Kenji Gerardo, al parecer hijo predilecto del ex jefe del estado peruano, quién también incursiona en política como congresista, expulsado del partido político de su hermana Keiko, suspendido del congreso por 120 días y luchador incesante por la libertad de su padre, podemos afirmar que se trata de un buen hijo, pero no de un político eficiente que necesita un país para su desarrollo y progreso, de aquellos que al parecer en el Perú están en proceso de extinción o sencillamente los más capaces no quieren comprometerse a servir a su país.

La Señora Susana Higushi Miyagawa, ex esposa de Alberto Fujimori, primera dama del Perú en el período 1990 - 1994, quién acusó a su ex cónyuge de maltratos y torturas, que culminó con el divorcio de la pareja presidencial en el año 1994, ocasionando serios daños en su salud emocional y mental.

Los otros hijos, Hiro Alberto y Sachi Marcela, no tienen vínculos con agrupación política alguna, pero al ser parte de la familia Fujimori, también son investigados en la actualidad, observando en ellos una gran tristeza por lo que viene aconteciendo en su entorno familiar directo.

La finalidad de estas líneas no es expresar mi condena o gratitud para la personas a quienes mencioné líneas arriba, y que al haber sido personas públicas  tuvieron la gran oportunidad de pasar a la historia como una familia cohesionada, unida, ejemplo de honestidad y trabajo, de esas disciplinadas familias Japonesas que tanto admiramos los peruanos: ¿Que sucedió Señor Alberto y Señora Susana?, ¿Quién les hizo daño para romper su vínculo familiar? ¿Montesinos? ¿Grupos de poder? ¿Cómo educaron a sus hijos, sobre todo a Keiko y Kenji? ¿Por qué el llegar al poder los condenó a romper los lazos familiares? ¿Cuál es la fotografía de inicio de la "familia presidencial", esa de amplias sonrisas en el año 1990 y cuál la de hoy? ¿Puede la política destrozar a una familia unida?

No los condeno, no los censuro, no los odio, no les guardo rencor familia Fujimori, y en este momento estoy haciendo un ejercicio mental, visualizando a ustedes juntos nuevamente, dirigiéndose al país que confió en ustedes, dando su testimonio sobre estos últimos 28 años de su vida familiar: ¿Crecieron? ¿Dejaron un mensaje de familia cohesionada a todo el Perú? ¿Formaron y forjaron hijos unidos? ¿Fueron transparentes en su gestión? ¿Por qué los culpan de tantos delitos? ¿De cuáles son culpables en realidad? ¿Se corrompió el concepto de familia en ustedes?   

Y Ustedes, Peruanos, familias Gonzales, Mamani, Pérez, Málaga, Calderón, García, Humala, Mulder, Chacón, Becerril, Quiroz, Yoshiyama, Belaúnde, Díaz, Albújar, Salazar, Linares, Arce, Rivera, García y miles de apellidos de tan querido país: ¿Han mirado al interior de sus familias? ¿Cómo están gestionando su convivencia, unión familiar, progreso y valores en la célula básica de la sociedad?  
¿Cómo están formando a sus hijos? ¿Les enseñan a compartir? ¿Qué le dirían a la familia Fujimori, pero sin insultarlos?    

La familia es el más hermoso vínculo que todo ser humano pueda tener, no la destruyamos.

Dios los bendiga.

Marco Antonio Malca Delgado
Jueves 18 de octubre del 2018
12:06 pm 



     


     









          

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