lunes, 10 de febrero de 2020

EL CLAMOR DE UNA GRAN DOCENTE

Magali es una buena maestra, pero está cansada...el "sistema" la terminó por estresar.
Se siente triste e impotente al ver que "casi nadie" desea estudiar para ser maestro, pero aún así, ella ama el trabajo en el aula, incluyendo a los estudiantes indisciplinados, ya que expresa que el/la docente es el maestro y guía de sus pupilos. 

Por otra parte, expresa que existe "otra cara que nadie ve", o que no quieren ver los directivos o promotores de colegios, que sin tener en cuenta la labor de los docentes en el aula y la carga horaria que manejan, les ordenan realizar cuatro o más proyectos del área de especialidad, visitas de estudios, acompañar a los estudiantes en los viajes de promoción, fiestas del colegio, día del logro, días de venta, actividades religiosas, día de la familia, nivelación escolar, preparación de estudiantes para exámenes internacionales de inglés, así como preparar documentos propios de su labor docente que en muchos casos no se ajustan a la realidad, ya que cada día surge algo nuevo.

Debe corregir exámenes, ingresar las notas al sistema, citar a los padres de familia, ayudar a los estudiantes,  no sólo en lo académico, sino también en lo emocional, todo ello muchas veces sin tener la contemplación de la plana jerárquica y promotoría, ya que sus recursos humanos se desgastan física, mental y emocionalmente.

De esta manera se está destruyendo a los maestros, llevándolos al colapso nervioso, a la renuncia, ya que en nombre de la moral y la educación se "exprime" al profesional de la educación, y si se niegan a hacerlo serán despedidos sin ninguna valoración al ser humano.

Magali se cansó, pero no de sus alumnos, sino de ser esclava de la papelería en exceso, del abuso y la indiferencia de sus superiores, poniendo al alumno en el centro, que si bien es cierto es su compromiso y vocación la enseñanza de calidad, vive cargada de actividades que en muchos casos no son fecundas para los estudiantes.

No se escucha la voz de los docentes, es por eso que muchos docentes de calidad prefieren dedicarse a otras actividades y no vivir bajo esta gran presión emocional y social.

La educación en el Perú en el sector privado es un negocio lucrativo, siempre lo fue, no hay un trato moral y económico auspicioso para los ases del aula, para los que logran el prestigio de la escuela gracias a sus competencias y habilidades sociales, haciéndoles creer incluso que su labor es mala.  

Aún falta mucho para valorar a los docentes del Perú por su real magnitud y rol dentro de la sociedad y país, sin embargo son centro de críticas que en muchos casos no se ajustan a la realidad.

Nuestra maestra anhela que los empresarios, directivos, inversionistas, congregaciones que tienen cadenas de escuelas,etc. valoren a los docentes y comprendan su real sentido y misión dentro de la sociedad, que reciban sueldos a la altura de una persona que tiene en sus manos el futuro de un país a través de una buena educación, y no sobrecargarlos con horarios cargados, que lo único que provoca es un alto estrés y bajo rendimiento en los educadores/as.

Es la voz de una maestra buena, la conozco, con templanza, calidad y alta vocación de educadora.

Un país no se puede dar el lujo de perder buenos docentes, que dicho sea de paso, están en "Peligro de extinción".

No se desanime Miss Magali, su nombre siempre estará  escrito en las mentes y corazones de sus ex alumnos y alumnos de hoy, siga enseñando por favor, sea la voz de los que no se atreven a decir lo que usted con justa razón manifestó.

Esa valentía la debe tener todo maestro, por su dignidad y alta misión.

Dios los bendice

Marco Antonio Malca Delgado

Lunes 10 de febrero del 2020
21:01  

   



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