miércoles, 30 de diciembre de 2020

LO QUE ME ENSEÑÓ LA PANDEMIA

Estamos viviendo un año singular, cuyos sucesos han enlutado los hogares de muchos, para otros los ha empobrecido, pero también para las grandes industrias relacionadas a la salud sirvió para demostrarnos que más valen sus intereses económicos que ser fraternos y solidarios ante sus semejantes.

Aunque los tiempos sean difíciles y sensibles, debemos siempre, siempre, buscar una enseñanza que nos sirva para ser mejores personas, para ampliar nuestra cultura y espiritualidad, para tener mayor empatía frente al factor humano, para nunca pensar con frialdad cuando sufren los demás.

El día de ayer Juan Carlos, un gran amigo de la escuela, manifestó que desgraciadamente la pandemia ha desnudado el lado oscuro de las personas y que es por ese motivo que en el mundo no hay consideración y menos compasión por el que se cuida, lo cual perpetúa la presencia de esta plaga. El anhela que la vacuna pueda ayudar a la humanidad a salir de tan grave problema mundial.

Carlos, un joven y pujante ex alumno del colegio "La Salle" expresó que la pandemia le ha enseñado que el tiempo en familia es primordial y que muchos han recuperado el tiempo que no podían pasar con ellos por razones de trabajo y otras cosas en un contexto normal, y que convivir con la familia es complicado, demanda paciencia. También dijo que esta experiencia lo ha llevado a cambiar sus horarios, preferencias, trabajo y rutinas y que hay que aprender a vivir con ello y buscar soluciones y que esta coyuntura la ayudó a sacar provecho en la gestión de su tiempo dado el tráfico de la ciudad de Lima, la cual ayudó en sus proyectos personales.

A Engels, un buen amigo ex alumno del colegio "San Antonio" Marianistas, la pandemia la ha enseñado una vez más a en la vida no hay absolutamente nada más importante que la salud y la vida, que la vida se puede ir en un minuto, y que tu proyecto de vida se vendría abajo, es por esa razón que debemos valorar nuestra salud y llevar a cabo proyectos de vida trascendentes.

Para Emma, gran educadora y amiga, la pandemia le enseñó a que solo Dios es el que tiene todo en sus manos, ella es una mujer de fe, y siente en mente y corazón que hay que creer y abrir nuestras mentes y corazones para crecer espiritualmente y obrar bien.

Para Antenor, la pandemia le enseñó a ver su vida laboral de otra manera, y uno de sus grandes aprendizajes fue que tuvo la necesidad de sindicalizarse en su ámbito laboral, derecho ganado en muchos países del mundo, y que no debe ser aliciente para promover actitudes mediocres de las personas que conforman estas importantes agremiaciones.  

Carlos, amigo ex alumno Antoniano, expresó que dentro de varias enseñanzas, la pandemia lo llevó a la reflexión que gane lo que gane, una persona debe ahorrar una décima parte de sus ingresos... nada más cierto, muchas personas perdieron sus trabajos de la noche a la mañana y no contaban con ahorro alguno que los ayude a vivir algunas semanas o meses.

Interesantes opiniones, que reflejan la diversidad de las mismas y la riqueza que hay en ellas, ya que cada persona atesora experiencias y vivencias que les va dejando enseñanzas y sabiduría si aprenden de las mismas.

Definitivamente, no hay un sólo ser humano que haya obtenido una enseñanza, una lección bajo estas circunstancias tan difíciles y tristes para la humanidad. 

En lo personal, deseo compartir algunas enseñanzas que la pandemia me viene dejando:

  • La vida es un hermoso regalo, para disfrutar de la misma es fundamental cuidar nuestra salud.
  • Las oraciones a Dios, deben ir acompañadas de acciones, no debemos quedarnos en la tribuna.
  • La familia es el mayor tesoro que podamos tener, no todos la tienen, la pandemia me enseñó a valorarla más, a quererla más.
  • Llorar ha sido una constante, más aún cuando vemos tanto sufrimiento, pero también debemos ser capaces de sonreír, aunque lloremos por dentro.
  • Es fundamental ser visionarios, tener ahorros, por más modestos que estos sean es necesario y ayuda en épocas de crisis.
  • Respetar las normas y leyes es fundamental, y es notorio que aún falta mucho para seguir las mismas y tener una alta conciencia cívica.
  • Es necesario leer, investigar, indagar, el "he escuchado", "me han dicho" y otros, sigue sumiendo en la ignorancia a la colectividad.
  • Cada persona, con sentido reflexivo y responsable, es responsable de su vida, de su integridad, debemos cuidarla como el tesoro más preciado que el universo nos da.
  • Ayudar a los que tienen menos, a los que no tienen voz, es un acto que enaltece a las personas, pero también es necesario enseñar a pescar para que todos puedan trabajar dignamente.
  • Nada ni nadie debe detener a la educación y la cultura, ni una pandemia, estos son la base angular del desarrollo integral y futuro de la humanidad.
  • Si descongestionamos a las ciudades del smog del parque automotor y de las propias fábricas, estaremos contribuyendo a descontaminar el mundo, ojalá se sigan tomando acciones para salvar nuestro planeta.
  • Practicar un deporte y alimentarnos con frugalidad nos mantiene sanos, nos aleja de las enfermedades y de la depresión, optemos por este hermoso estilo de vida.
  • Reflexionar, orar al Dios bueno de tu credo, elevar tu desarrollo espiritual es fundamental para sentir que somos seres del universo que estamos viviendo una experiencia humana, y como tal debemos dejar el mundo mejor de lo que lo hemos encontrado.
  • Hemos llorado a nuestros familiares y amigos que partieron, pero es necesario ser fuertes y resilientes para continuar con nuestro proyecto de vida, y seguir hasta el horizonte.      

Todas estas hermosas lecciones y muchas más, debemos de tomarlas como ingredientes necesarios para que, a través de nuestras buenas acciones cambiemos el rumbo de la humanidad, y hacer de la misma un hermoso lugar de convivencia, teniendo la seguridad que si hayamos un equilibrio en lo físico y espiritual gozaremos siempre de buena salud.

Sigamos aprendiendo, la pandemia pasará, cómo ya pasaron otras, pero lo que no pasará es que es y será nuestro deber de estado, obligación y responsabilidad, cuidarnos y cuidar a los demás.

Y a ti: ¿Qué te enseñó la pandemia? ¿Qué te falta por aprender? ¿Cómo compartes lo aprendido con tu familia y comunidad?

Viviendo se construyó la historia, actuemos siempre con optimismo y fe.

Dios los bendice

Marco Antonio Malca Delgado

Miércoles 30 de diciembre del 2020

05:30 am     


 

  


   





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