lunes, 27 de octubre de 2014

CUANDO NUESTROS ALUMNOS SE VAN PARA SIEMPRE

¡Profe estábamos jugando pelota, cuando de pronto Christian cayó al suelo!
A las pocas horas este joven tan bueno murió por un aneurisma cerebral que nadie sabía tenía.
El alumno Ugarte chocó de casualidad con el alumno Correa, golpeándose a la altura del estómago....... su hígado se rompió, falleció a la semana y media del accidente en la escuela............
Son dos casos que como Educador me tocó vivir en un buen colegio que siempre vive con gratitud en mis recuerdos, y que durante mi carrera profesional he vivido varios otros más, en las que he visto partir para siempre a mis queridos alumnos.
Cuando los padres y maestros ven a sus hijos crecer, siempre cuentan con Ellos, sin imaginar que ellos pueden estar en el último día de su vida, tal como le sucedió a Christian y al alumno Ugarte, dejando un gran sufrimiento en sus padres, hermanos, familiares y compañeros de aula y promoción.
Recuerdo cuando brindé mis condolencias a los padres de Christian, excelente alumno, campeón de ajedrez, su padre me dijo: "Profesor me arrepiento de haberle pegado a mi hijo por haberse portado mal alguna vez.... me siento muy triste", o los padres del alumno Ugarte quienes estaban desconsolados por la pérdida de su único hijo varón.
Ambos del mismo colegio, pero de distintas promociones, los dos viven por siempre en los corazones de sus compañeros ya que las promociones llevan sus nombres en señal de fraternidad y cariño...... ambos, a través del sufrimiento por su partida dejaron una lección de Amor que muchos sintieron y quizás otros no.
Ya pasaron varios años, y sus nombres perduran en el recuerdo de la escuela al estar grabados en las placas de sus promociones, y cuando sus compañeros de promoción acuden a su alma mater para el día de los ex alumnos, comparten los gratos momentos vividos en el colegio durante varios años, y al recordar a sus compañeros fallecidos siempre expresan con nostalgia: "Eran muy buenos"...... "Que Dios los tenga en su gloria"...... y punto, la vida continúa.
No haré un drama de la muerte de dos de los varios alumnos que vi partir al más allá....... es algo natural en nosotros los humanos, hemos nacido y algún día moriremos...... y cuando mueren todos son buenos: "No esperemos ver partir a alguien para ver sus valores y actitudes notables"......... Christian tenía ciertos problemas de tartamudez y algunos de sus compañeros se burlaban o reían cuando leía, su falta de experiencia en la vida y la inmadurez propia de la pubertad y adolescencia los conducía a actuar de esa manera...... y cuando partió, los de la burla lloraron su partida, nunca pensaron que alguien del salón iba a morir y dejar tanto dolor...... y es que cuando uno es muy joven cree que va a vivir para siempre.
El alumno Ugarte era el engreído de sus padres..... lo tenía todo, una familia con buena posición económica y social, buena ropa, y en el salón era travieso y palomilla...... a veces respondía mal a sus maestros..... fue tan repentina su partida que sus compañeros no lo podían creer.
Ambos murieron en circunstancias que acontecieron en su colegio..... sin saber que sus nombres quedarían grabados en la mente y corazones de sus compañeros para siempre.
¿Saben amigos? Los que vivimos o hemos vivido la experiencia de ser Maestros nunca olvidamos los momentos felices así como los tristes, aquellos momentos en que hemos visto la picardía de nuestros alumnos, sus palomilladas y ocurrencias, así como los momentos tristes como el que comparto con Ustedes el día de hoy, en el que tuvimos que "Blindar" nuestros corazones y ser leales acompañantes de padres, familiares y amigos en el dolor irreparable del hijo y compañero que parte para siempre..... esa también es nuestra labor como Educadores..... esos escenarios tan sensibles también nos toca vivir en tan bella profesión..... la que asegura el futuro moral y cultural de la humanidad.
Hermanos(as) Educadores(as), formemos personas que se sepan apreciar, hagamos de nuestros alumnos(as) y sus padres, personas que se valoren por sobre todas las cosas, que siempre miren el lado bueno de cada uno de Ellos, y que si hay algo que corregir, mejorar o perdonar lo hagamos con un inmenso corazón, siempre abierto y dispuesto a la unión y fraternidad.
Sin decirles, orientémoslos a vivir intensamente cada día, como si fuera el último día de su vida, a amar al prójimo y a trascender a través de sus buenas acciones.
Cuando nuestros alumnos parten, siempre dejan una lección de Amor.........
Dios los bendiga siempre.
Marco Antonio Malca Delgado
Lunes, 27 de Octubre del 2014
11:59 am
 
   
         
      
  

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