domingo, 8 de abril de 2018

¿TROTAR SIN VER?

Hoy domingo 08 de abril, es un día especial, ya que tengo la gran oportunidad de un día más de vida, de un día más de aprender de esta maravillosa experiencia humana.

Temprano por la mañana, al trotar al costado del océano pacífico, sentir su brisa y aire puro, llevé a cabo un ejercicio de valor, que consistía en correr con los ojos cerrados, pero "de verdad", es decir, sin ver absolutamente nada.

Al inicio solo mantuve los ojos cerrados por cinco segundos que mentalmente conté, y en forma gradual aumenté el tiempo, pero sentía temor, ya que trotaba sin ver hacia adelante, con el riesgo de caerme, resbalar con una piedra o accidentarme, pero aún así, continué con mi experimento, y al final logré mantener los ojos cerrados cuarenta segundos.

En realidad, aprendí mucho de esta experiencia de campo, la primera enseñanza que comparto es lo valioso que es tener ojos para ver tan hermoso mundo, y que fuertes y valientes son las personas invidentes que caminan con un perro guía o un bastón, desde el más simple hasta el más sofisticado.

La segunda enseñanza, es que si no vemos teniendo ojos, debemos de usar nuestros otros sentidos, como escuchar, y escuchar bien: mientras corría escuchaba el sonido de las olas del mar sobre la izquierda, y me ayudaba a no desviarme hacia ese lado, sino me caía al abismo.

Asimismo ubicaba mis brazos hacia adelante para seguir corriendo, y que de haber algún riesgo me protegería ante una eventualidad, haciendo trabajar el sentido del tacto, pero con los ojos cerrados es completamente diferente.

El olfato lo reservé para respirar aire puro y mantener la armonía entre mis pulmones y cada paso que daba, y finalmente si bien no trabajó (aparentemente) el sentido del gusto, sirvió para "degustar" esa agradable brisa marina, y hacer ingresar a mi cuerpo bocanadas de aire puro que me regaló un lindo día de deporte frente al mar, y todo ello sucedió mientras trotaba con los ojos cerrados, arriesgándome a caer, a sufrir un accidente, que finalmente no aconteció, convenciéndome que si nos valemos de todos nuestros sentidos lograremos armonía en nuestra existencia.

Después de esta hermosa experiencia deseo dejar como reflexión a profundizar lo siguiente:

¿Miramos?...¿Observamos?... ¿Vemos?..¿Visualizamos?... o ¿Caminamos y corremos sin sentido alguno por la vida?

Cuando llegué a los cuarenta segundos con los ojos cerrados trotando mi corazón latía más de normal, y es que correr sin ver, es una sensación diferente, les invito a que la experimenten, y sientan que en cualquier momento puedes caer al vacío, y no es tan solo el hecho de ser invidente por unos segundos, sino cuan "Invidentes" hemos sido a lo largo de la vida al ir caminando sin proyectos, sin mirar, observar, ver y visualizar... allí está la enseñanza que la vida me ha dado el día de hoy.

Sé que lo que estoy compartiendo contigo el día de hoy no es nada nuevo, y que muchos ya lo experimentaron a través del deporte o dinámicas de desarrollo, pero aún así seguimos corriendo vendados teniendo vista, y eso seguirá sucediendo hasta que dejemos la autosuficiencia de lado, y desaprendamos para aprender una y otra vez, que la vida es una carrera fabulosa en la que debemos estar con los faros bien encendidos para poder desarrollar, compartir y dejar un mundo mejor.

Seguiré practicando, los ojos son parte importante del cuerpo humano, son nuestras "Ventanas" al mundo bello y de colores que Dios nos ha regalado en el planeta tierra, pero tan o más importante que los mismos es saber mirar, observar y visualizar tan sólo proyectos buenos para hacer de nuestro hogar un pedazo de paraíso en el universo.

Que el Dios de la vida los bendiga por siempre.

Marco Antonio Malca Delgado
Domingo 08 de abril del 2018
13:44 pm     

     





    












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